¡Cachorros!

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Takemichi sobaba su panza ya algo más abultado, al ser una Omega necesitaba de un alfa, pero gracias de sus hijos no dependía mucho de estos, aunque negara necesitaba de ese alfa que se había acostado, pero sus hijos  le cumplían su capricho por el hecho de que su hermano o hermana nacieran sanos.

- Mamá - Shino se acercó a su madre - Te traje tu chocolate derretido - Takemichi a pesar de que no era muy fan del chocolate, en su embarazo le hacía comer demasiado.

- Gracias, cachorro - Takemichi la acarició la cabeza.

- ¿Piensas salir hoy? - Shino se sentó a su lado, mirándolo con curiosidad.

- Solo daré un corto paseo - Takemichi suspiro y tomo el plato.

- Te acompañaré - Shino sonrió - Cancelaré la reunión de hoy.

- Ve a esa reunión, cariño - Takemichi suspiro - no te preocupes, estaré cerca de la casa, a demás ya sabes cómo es tu tío Yuno, no tardará en buscarme cuando no me vea aquí en la casa - Rio levemente al recordar que se había ido a la tienda más cercana y después se encontró a su amigo todo preocupado y alterado.

- Está bien - Shino lo miro con cierta duda, no quería que su mamá saliera aún embarazado.

Takemichi vio como su hijo salía, su otro hijo había salido junto con Kei a ver algo de la pandilla.
Tomo sus cosas para aire de salida un rato, camino hacia la salida de la casa. Pensando lo que había sucedido durante este tiempo, pensar que estaba embarazado por otro tipo, ojalá que ya no se vuelva a repetir. Camino hacia la plaza donde tenía que comprar cosas del bebé, miraba todo los lugares que caminaba.

- ¡Takemichi-san! - Se volteo a ver una chica, sonrió al verla tan feliz.

- Hola, pequeña. ¿Cómo estás? - se detuvo para voltear la a ver.

- Bien, Takemichi-san. Preguntaría lo mismo pero veo que estás muy bien - La chica rio al ver la abultada panza del mayor - ¿Quiere que le acompañe? - la chica tomo del brazo del mayor, estar con él era muy cálido, al no verlo durante este tiempo se sintió sola. Al encontrarlo en la calle se llenó de alegría, quería estar más tiempo con él.

- Claro, pequeña. Mientras vamos me cuentas lo que haz hecho durante este tiempo - Takemichi camino despacio pero la chica tenía una sonrisa.

Los dos caminaron de lo más tranquilo, Takemichi se sentía feliz por la chica de a ver cambiado mucho y de no estar involucrada en más problemas.

- De hecho he tomado enserio mis clases, también he estado hablando bien con mis primos. Al parecer les desconcertó demasiado mi cambio, pero no quiero estar en un lugar que me odien solo porque mi mamá hizo. También deje de juntarme demasiado de mi mamá, deje que ella misma haga sus estupideces como una niña chiquita. Le dije a papá que quiero ser la heredera de su trabajo, le sorprendió mucho creo que pensó que le iba pedir dinero, pero le dije que no quería dinero, sino que quería aprender todo el ámbito que trabaja. Deje de comprarme como una niña mimada - La chica sonrió levemente.

- Me alegro mucho, pequeña. Me llenas de orgullo, tienes que echarle ganas en todo, sigue tu propio camino y que tú mamá no decida nada en tu vida - Takemichi suspiro y se detuvieron en una tienda de bebés - Ven, vamos a compara algunas cosas. También te invito a comer a mi casa, por hoy estaré solo en casa.

- Será un honor en comer en su casa - La chica Sonrió más y entraron a la tienda.

Más lejos de ahí una mujer miraba los dos y después camino hacia un susto negro, tocó dos veces la ventana y está se bajó lentamente para ver un hombre con lentes.

- Están aquí - apunto a la tienda, el hombre miro por la otra ventana.

- Bien, síguelos hasta donde viven. Quiero saber con quién vive - Subió otra vez la ventana. El auto arranco dejando a la mujer ahí parada, miro a los lados para cruzar la calle.
Su trabajo será largo para averiguar todo.