¡Cachorros!

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Los gemelos y Kei también esconden secretos, no son unos angelitos. Pueden ser respetuosos, pueden ser unas personas amables, sensibles. Pero cuando se trata de su familia son unos demonios, unos demonios que harán que el mundo arda demasiado solo para que sus madres estén bien.
¿Matar? No iban a dudar en matar al desgraciado o desgraciada que le hicieran daño. En todo este tiempo que ha estado en Tokyo eran vistos como unos niños que protegen a sus madres, que eran unos niños que no mataban ni una mosca.

¿De verdad conocen a los tres demonios? Claro que no, nadie más que sus madres como eran.

En su antiguo barrio eran aunos angeles ante las personas mayores, pero cuando los alfas querían hacerle algo a sus madres, no aparecían hasta días después en el hospital. Nadie de los Alfas hablo, ya que lo tenían amenazados. En la escuela eran bien conocidos por ser los tres Angeles con cuernos. Eran respetados y temidos, tenían moral y su manera de justicia, así nadie se metía con ellos, tenían la escuela bien controlado.

Ahora, ¿Piensas que son unos ángeles y un amor?.

Shino siempre estuvo en el mando entré los tres, era el que daba órdenes, los dos seguían sus órdenes al pie de la letra. Manji era un ser oscuro, eso lo sabía Shino, porque también era uno pero sabía cómo controlar sus emociones y sentimientos. Shino era una mente maestra, una que le gustaba jugar con sus víctimas por parte de los sentimientos y emociones, siempre pensó;

"Los humos son más frágiles mentalmente, nunca sabrán que son controlados y si lo hacen será demandó tarde"

Más que nada, Shino era cruel cuando se lo proponía. Su madre siempre le decía que nunca hay que hacer daño a personas que son inocentes.

Manji era un niño que tenía impulsos oscuros, sabía que esos impulsos oscuros eran por aparte de su padre Alfa y también por parte de su Tío Shinichiro. Se dejaba guiar por sus impulsos oscuros, era muy fuerte pero aún así no sabía cómo controlarlo.
Él sabía que tenerlos era un problema, pero su madre le dijo que tenía que incorporarlo como uno mismo. Entre los tres era el más fuerte, era inteligente pero le gustaba mucho jugar con la gente, que todos crean que era un niño que no mataba a nadie.

Kei era entre los tres el más tranquilo, era aún hecho que lo saco de su madre, pero también sabía que su madre era un desmadre andante. Pero entre los tres era el que mantenía a raya a los dos gemelos. A pesar de que Shino fuera mayor que él, no significaba que podía dar órdenes. En todo caso tenía la inteligencia de su madre, podía hacer estrategias para no ser descubiertos, hasta podía saber que lugar podía esconder un cadáver. Pero le gustaba mucho hacerse el niño travieso, era era un enojón que podía aprovechar su enojo de manera que le divertía. Ser unos adolescentes que le gustaba jugar como un niño era divertido.

Si ser tres personas diferentes tenían un objetivo.

Cuidar de sus madres.

— ¿Verás a tu hermano? — Manji puso sus manos atrás de la nuca.

— Hm — se encogió de hombros — tal vez.

— Izumi me mandó un mensaje — Shino suspiro — Tenemos uno reunión con todos, así que tenemos que ir para hablar.

— Que aburrido — Manji tomo uno de sus dulces, estaba cansado para salir en ese momento.

— Le diré que mañana — Shino miro a los dos y estos asintieron con la cabeza.

— Está bien — Kei tomo su dulce favorito.

Shino se cruzó de brazos y miro la televisión que estaba apagada. Esteban cansados, sus madres no estaban y tenía que cuidar del pequeño Leo.

***

Takemichi no era idiota, sabía que sus hijos eran unos demonios. Carajo él los parió, los tuvo en su vientre, a Kei lo crio desde que era un cachorro, sabía que esos tres no eran unos angelitos que no rompían nada. Es más, cuando estos se metían en líos, él tenis que borrar las evidencias en todo caso.

Chifuyu y él sabían que los tres eran peligrosos, ellos criaron a unos demonios que la verdad no sabían nada de crianza. No los culpen, eran unos adolescentes que apenas sabían cómo cambiarlos, así que ellos creían en la forma como los criaron era bueno. Claro, la tía de Chifuyu los ayudo mucho y les dió consejos. También les había enseñando valores y Morales, ellos le enseñaron a sus hijos. Eran unos cachorros caballerosos, pero hazle enojar a lao tres sy estos se convierten unos demonios.

Chifuyu y él estaban metidos en una organización. La depresión y la desesperación hizo que sus razonamiento fallaran, la tía de Chifuyu no era auna santa tampoco. Porque después de que ella haya muerto les había dejado su organización donde ellos tenían el liderazgo de todo, habían metido a gente que habían hecho en ese pueblo. No eran unos simples Omegas cómo antes, eran de los más peligrosos.

Hacer creer que ellos habían hecho una vida normal había salido bien, hacer creer que Chifuyu era el único que trabajaba era una fachada, hacer creer que él era aún amo de casa era una fachada. Los dos estaban metido más que nada por proteger a sus cachorros.

No tenía planeado encontrarse con su destinado, no estaban en sus planes. Solo quería hacer sufrir a su ex, pero tener al Alfa italiano era aún pieza más en su tablero, era un Omega vengativo que había crecido después de tener a sus cachorros.

Nadie de su familia era un santo, por más que todos creyeran eso, no era verdad. Ellos eran unos ángeles con unos cuernos y alas negras.

— Quería a todos moverse — se levantó de aquel asiento — no quiero a nadie vivió, esa familia debe ser exterminada.

— Cómo ordene — una de ellos hablo — le traeremos sus cabezas como un trofeo.

— Salgan de una vez — Chifuyu hablo, a su lado estaba Yuno con una sonrisa sadica.

— Que emoción

Yuno se había unido en la familia y era un demonio que debían tener mucho cuidado.

***

Les dejo otro capítulo.