¡Cachorros!

09

- ¡Mamá! - La puerta fue abierta con brusquedad - Ya llegamos - Takemichi suspiro al escuchar a su hijo menor, se seco las manos con el trapo y fue a la sala, al pasar por la entrada vio varios botas y uno que otro tacones, alzo una ceja.

- Niños - Takemichi fue a la sala, vio a viarios niños ahí sentados, algunos les parecía conocidos pero negó con la cabeza - Avisen que traen amigos a la casa.

 - Lo siento tío, pero venimos de una pelea y la única casa cerca era la de nosotros - Kei miro como cachorrito al mayor.

- Esta bien -Takemichi sonrió - Hola, soy Takemichi y soy la mamá de estos gemelos demonios - Acarició  la cabeza de sus gemelos y después a Kei - También  soy tío de este demonio.

- Mucho gusto, soy Melissa - La chica sonrió, había sentidos el aroma del mayor eran muy tranquilizantes, no era tan dulce o empalagoso, le gusta las feromonas del mayor.

- Estoy haciendo la comida, en un momento estará la comida

- Gracias - Todos le sonrieron, Takemichi dejo a los niños en la sala, Shino frunció el ceño al ver como  sus amigos miraban a su madre, pero sinceramente le gustaba presumir a su mamá, era un hermoso omega, su mamá siempre le decía que tenía respetar a todos como su igual, después de todo quiere encontrar a su omega o beta, se conforma que tuviera la actitud de su mamá.

- Tu mamá es muy bonito - Izumi se sonrojo, aparte de que su mamá era bello, ese omega era muy bonito.

- Sí, así que deja de fantasear o sino te rompo tu madre - Manji miro mal a la chica, la Alfa rodo los ojos, le valía un pepino lo que diga Manji.

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-  Yuno - Un hombre peli negro de ojos grises se volteó a ver a Chifuyu, ese Alfa si que tenía cierto parecido en su hijo y con eso Baji vera que Yuno es su padre, aunque no le gusta esa idea, si bien los dos hablaban de vez en cuando, pero Chifuyu había hecho favores y más si su jefe no se enterara. Y eso que se conocieron por una simple pelea.

-Hola Chifuyu, tiempo sin verte - Sonrió con amabilidad, Yuno Akimitsu era una persona muy amable, pero tenía su carácter. 

- Quiero que seas mi esposo - Chifuyu miro con seriedad al menor,  Yuno parpadeo desconcertado por lo dicho del más bajo.

-¿Qué..? - Eso lo había tomado de sorpresa, ahora así no entendía y esa propuesta lo tomo muy sorprendido.

- Quiero que finjas ser mis esposo, se que es algo repentino pero el padre de mi hijo vino para solucionar unas cosas y le dije que estaba casado - Chifuyu estaba nervioso - Ayúdame, sabes que yo te he ayudado mucho con tus problemas.

- Diablos - Yuno no sabía que decir, era una propuesta descabellado - Si lo hago, ¿Qué me darás a cambio?  - para hacer eso también quería algo que lo beneficie. 

- Tendrás  una cita con Natsuyoshi - Chifuyu sonrió - Sera lo mejor para acercarte a ese hombre.

- Bien - Era una gran oportunidad para acercarse a ese Beta que tanto le gusta - ¿Cuándo conoceré a mi hijo? - con una sonrisa burlona tomo de la cintura al peli negro y este lo empujo y se acomodo su chaleco.

- No lo veras, solo cuando venga Baji quiero que finjas enfrente de él. Además  mi hijo es capaz de golpearte - Y no mentía, su hijo es muy celoso y a golpeado a muchos Alfas y Betas.

- Mi cachorro tan amable y gentil, lo saco de ti cariño - El hombre fingía llorar, Chifuyu se estaba arrepintiendo pedirle ese favor, se le olvidaba que también era un dramático y bromista.

- Jodete - Rodo los ojos y se fue de ahí. Ahora tenía que hablar con Takemichi y de paso ver en que mierda podía comprarles a los cachorros.

  

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Kazutora masajeaba su frente, su preocupación era más de su hijo que su esposo, porque la verdad entre los dos el peli rosa era más loco y con más traumas.  Pero bueno así  se enamoro de ese Beta, no había donde le encantaba de ese hombre, y más cuando este era muy bueno en la cama, ya que sabía donde podía tocarlo. Como no olvidar en donde concibieron a Haruki, lo habían hecho en plena fiesta de Mitsuya y Hakkai, en un rincón de un salón. 

- Ese niño solo sigue nuestros pasos, lo mejor es que Haru hable con él  - miro un cuadro grande, dónde  estaba él sentado en una silla con cráneos y huesos humanos alrededor de la silla, a su lado estaba Sanzu con su Katana en sangrentado, en sus piernas estaba su hijo con un lindo traje lila.

- ¡Es hora de sexoooo! - Sanzu abrió la perta con brusquedad

- ¡Cállate idiota! - Le lanzo un cuchillo, pero Sanzu se hizo a un lado, mantenía una sonrisa desquiciada y sabe más que nada que estaba drogado, rodo los ojos y con una sonrisa coqueta se acerco a él.

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Hola  amigo/as ojala y les guste el capítulo