Takemichi y Chifuyu habían despreciado, los demás estaban preocupados por la desaparición de los chicos. Los más preocupados eran Mikey y Baji ya que era sus parejas, con esto hace que cambie todo, lo que hace es que todos los chicos cambien totalme...
- Manji no te odio y mucho menos por eso, mi niño - Takemichi lo abrazo con cariño - se que es duro controlar tus impulsos, pero siempre hemos superado muchas cosas juntos.
- Mamá - Manji escondió su cara en el pecho de su mamá, amaba mucho a su madre.
El silencio inundó en toda la sala, Takemichi suspiro al saber que los impulsos venía por parte de Mikey, pero jamás pensó que uno de sus hijo iba tener eso.
Había pasado dos veces, la primera había golpeado hasta dejar casi muerto al chico que lo molestaba a él y a su hermano.
- Vamos, Manji - Shino se levanto de su asiento - Tenemos que cambiarnos.
- Tío regresamos más tarde - Kei suspiro y se fue corriendo hacia su habitación.
Takemichi suspiro y vio la televisión, no tenía nada mejor que hacer.
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Chifuyu salió casi corriendo de esa sala, le había dicho a su jefe que se sentía mal, así que esté le dió el día libre. La junta había terminado después de que le dijera a su jefe, tenía que salir antes que ellos.
Se subió el ascensor, sentía que en algún momento vomitaria, su amiga había retrasado un poco a esos tipos. Para eso tenía que llegar al estacionamiento, al ver que apenas iba el piso 6, su desesperación aumentaba.
- Justo tenían que aparecer esos idiotas - frunció el ceño, tenía ganas de golpearlo pero no quería hacerlo enfrente de su jefe.
Al ver que había llegado al estacionamiento, salió del ascensor y fue rápido a su carro. Se subió y fue a dónde estaba el señor de seguridad.
- Hola, Señor Lee - sonrió con amabilidad.
- Hola, Hijo - el señor sonrió de igual manera.
- Si unos tipos preguntan por mi, diles que me fuí en una moto. No quiero que me encuentren - el señor alzo una ceja.
- Como siempre - río levemente y él asintió con la cabeza. Eso lo hacían cuando él tenía citas con tipos que de verdad no querían verlos, no eran seguidos pero siempre hacían eso.
Se despidió del señor y arranco el auto, por lo menos tenía que ir por el camino largo. Ahora que sabía que eran una empresa muy poderosa, no dudaba que ellos lo investigarán. Su jefe no puede distribuir información personal de sus empleados. Por más que le pregunté él solo puede decir que que no sabía.
Miró por espejo retrovisor y lateral, tenían en cuenta que estar así no ganaría nada. Pero hay que ser sinceros, estaba nervioso y no quería volverlos a ver, tenía ciertas cosas que decirles pero no era el momento. Además Takemichi seguía dolido, de por si, su compañero era muy sensible y quería evitar que Takemichi se sintiera tan mal que podía llegar al hospital como en aquel día.
No iba negar que se sorprendió mucho al ver su cambio. Vaya que se había vuelto muy guapo. Solo era lo que iba admitir, no iba estar ahí detrás de él como antes, eso sí que no. Ya eran adultos y él tenía un cachorro de la cuál tenía que cuidar y dar todo lo que quiere. Era su único motivo de seguía adelante, aunque también los gemelos que siempre hacían idioteces por diversión.
No tardó mucho en llegar a la casa, se bajó y fue corriendo hacia la puerta, la abrió con brusquedad.
- ¡No azotes la puerta! - Takemichi salía de la sala, venía descalzo.
- Lo siento - Chifuyu cerró la puerta - tenemos que hablar.
- ¿Hm? - Ladeo la cabeza, pero al ver la cara sería de su amigo le indico que era algo serio - Espera, los niños se irán pronto - Chifuyu asintió con la cabeza.
- ¡Mamá! - Kei bajan las escaleras corriendo, al estar abajo fue rápidamente contra su mamá.
- Hola, mi amor - le dió un beso en la frente, el menor sonrió.
- Me alegro que llegarás temprano, pero me ire con la Gemelos a una reunión - Chifuyu alzo una ceja y miro a Takemichi y este sonreía.
- Vayan con cuidado y me avisan cuando ya vengan - el menor asintió con la cabeza.
Los gemelos bajaron y lo abrazaron y le dieron un beso, se despidieron de los dos amores para irse de una vez.
- Ahora si dime - Takemichi se puso serio y fue a la sala, Chifuyu suspiro y miró con seriedad a Takemichi.
- En la junta que tenía, me encontré con ellos - Takemichi se tenso y frunció el ceño.
- Tal parece que nos vamos encontrar tan pronto de lo que yo esperaba - cerro los ojos - ¿Los llámamos?
- Sí - Chifuyu saco su celular - Es hora de que comencemos.
- Hay tantos años con esto y por fin salimos a relucir - Takemichi sonrió y se levanto,
- Iré al despacho. Necesito que tú te encargues de la organización en la sala - Chifuyu se dió vuelta para irse.
Takemichi suspiro de cansancio y se levanto para hacer sus cosas. Miró por la ventana, no quería hacerlo pero era necesario. Habían dejado hace años después de que sus hijos cumplieran dos años.
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Al llegar al templo, los tres se bajaron de su moto para ir hacia arriba, dónde su pandilla los esperaba. Portaban el uniforme de la pandilla que les había hecho Hatashi.
- Bien es hora de poner todo en orden para la primera pelea que tenemos - Kei sonrió - será divertido.
- Tengo hambre - Manji se sobó su panza, los dos miraron al menor.
- Yo también - Shino escucho sus estómago rugir
- Iré a quemar un autobús - Kei se dió vuelta para irse, pero una mano lo detuvo, volteo para ver quién se le ocurrió agárralo.
- Ni lo hagas - Shino lo miro serio - Sin nosotros, terminado la reunión vamos quemar un autobús - sonrió con complicidad.
Los tres subieron las escaleras, Kei miró el cielo sintiendo un mala presentimiento sobre todo esto.
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Hola a todos. Ojalá y les guste. Perdón por la tardanza.
