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— ¿Cómo te sientes, cariño? — Angel tomo la mano de Takemichi con delicadeza, beso el torso se la mano del peli negro.

— Me siento cansado — Takemichi sentía un dolor en su cuello, con su mano libre tocó su cuello dónde le dolía más.

— Takemichi — Angel suspiro al ver la cara del Omega — no tuve de otra que marcarte.

Takemichi se paralizó, abrió sus ojos. Mordió su labio, tenía miedo, miedo de lo que vaya pasar después de todo esto. Sintió las caricias del alfa, el lazo que habían formado sentía la calidez y amor.

— Lo siento Takemichi, se que es tu decisión sobre la marca. Pero era necesario para salvar a nuestro cachorro — las caricias se detuvieron.

— Mi cachorro — Takemichi tembló al perder a su cachorro, tocó su panza en busca del bulto.

— Está bien — Angel acaricio la panza — nuestro cachorro está bien, la marca ayudo demasiado. Además los otros cachorros me dieron permiso.

— ¿A dónde están mis bebés?.— Takemichi miraba con preocupación al Alfa.

— Están haya afuera, esperando a que despiertes — Angel se levantó — voy a llamarlos.

Takemichi asintió con la cabeza, cerro los ojos pensando en lo que había sucedido. Todo lo que había pasado en aquella noche, casi perdía a su cachorro. No pensó encontrase a Mikey en aquel lugar, sintió un dolor en su corazón. Tanto tiempo en volverlo a ver a cara a cara, para que la situación se pusiera tensa.

La puerta fue abierta dejando ver a dos cachorros con caras preocupadas. Los dos alfas menores se acercaron con preocupación, uno se puso a un lado y él otro se puso en el otro lado.

— Mamá, estábamos muy preocupados por ti y por nuestro hermano — Shino hablo con preocupación, sus ojos se llenaron de lágrimas.

— Mamá no dejaremos que ese idiota se acerque a ti, casi te perdemos y a nuestro hermano — Manji tomo la mano de su madre Omega.

— Mis bebes — Takemichi sonrió — perdón por las preocupaciones.

— Mamá no te disculpes, eres loas importante en nuestra vida. También el tío Chifuyu, a Kei, a Yuno y hasta este alfa de pacotilla — Shino apunto al último nombrado. El alfa estaba ofendido pero no dijo nada, era momento de ellos.

Takemichi rio, estaba feliz de ver a sus cachorros. Miro al alfa que solo le regaló una sonrisa

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— Así que ese es tu destinado — Kei miro de pues a cabeza al alfa.

— Kei, mi amor — Chifuyu abrazo a su hijo, había sentido su preocupación y miedo. Detrás de esa cara sería y estreñida, había un corazon bondadoso y cariñoso — Todo estará bien, pero hablado de mi alfa hay que hablar con las calma en la casa.

Chifuyu sabía que Kei estaba muy preocupada por su tío, por el hecho de que Takemichi está en el hospital. También está el hecho de que el cachorro estaba en peligro.

Kei abrazo con fuerza a su madre, el miedo lo instalaba en todo su ser. Había crecido con su tío, le había enseñado muchas cosas y perderlo era una verdadera pesadilla.

Ryusei suspiro cansado, también estaba muy preocupado había escuchado mucho de ese Omega, vaya que había superado muchas cosas junto con su Omega, pero vaya que las cosas se habían complicado.
Mikey era un hombre muy poderoso en Japón, pero tenía un desequilibrio muy grande en su interior. Conoció al alfa, en su adolescencia estuvo en la pandilla de aquel alfa.

— Ardilla albina — Kei volteo a verlo — te encargo lo más valioso de mi vida, protege y cuida a mi madre.

— Ten por seguro que lo haré — Ryusei se acercó para acariciar la cabeza del menor, este solo sonrió levemente.

— Kei — Manji aprecio de repente asustando a los tres — Mamá quiere verte.

Kei sonrió más, se alejo del mayor y se fue con Manji.

— Vaya — Chifuyu miro al alfa — Le caes bien, que te dé un apodo es un avance.

Ryusei tenía un tic en el ojo, el apodo le había ofendido mucho.

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~ ¡Takemichi!~ Yuno tenía un pañuelo en su mano — estaba muy preocupado, casi agarro una galleta para acostarme mis venitas

— Yuno — Takemichi rio al ver a su amigo hacer otra escena ridícula.

— Pero tus cachorro me detuvieron, pero ¿sabes algo? — Yuno se sentó a su lado — Me quitaron mi galletita y me dieron una navaja.

— Ya, ya, ya — Takemichi calmaba a Yuno que empezó a llorar dramáticamente.

Angel miraba desde una esquina la escena, nego con la cabeza. Todavía no estaba acostumbrado que ese alfa actuara así como un niño chiquito.

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— Chifuyu yo creo que es hora de actuar — Una voz femenina hablo en la computadora —

— Hace que habíamos pospuesto esto — Chifuyu recargo sus codos en la mesa — está bien, quiero que de una vez vayan actuando con discreción.

— La beta es un gran problema — un voz masculina hablo — le enteré que es hija de político muy importante.

— Sí, hace tiempo me había llegado un reporte de ella. Se me hacía raro que no la hayan matado hace tiempo — Chifuyu frunció el ceño.

— Yo quiero a esa perra — la misma voz femenina — Tengo asunto muy importante con ella.

— Está bien — Chifuyu suspiro — quiero todo en un mes, el edificio ya esta listo. Yuno me dijo que hay otro edificio abandonado en un distrito muy poco conocido — Chifuyu les mando las coordenadas — quiero ese edificio, lo quiero para la semana que viene.

— Yo me encargo de eso — otra voz masculina pero a la vez sirve hablo — te mandaré todo.

— Bien, hablaremos en un mes — Chifuyu corto la videollamada.

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Les dejo otro capítulo

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