15

90 3 0
                                    

Acostados abrazados como dos niños pequeños sujetando a sus padres con miedo a que se marcharan. Sus miedos eran tan grandes al abandono que no dudaron en abrazarse para dormir y sentir cuando uno se saliera de la cama. Susy con sus ojos cerrados en el pecho de namjoon mientras Nam mantenía los suyos abiertos. Ambos despiertos preguntándose de cómo no soltarse, de cómo no abandonarse. Las mismas preguntas salían de ambos de diferentes maneras.

Pero había una gran curiosidad en namjoon que no se atrevía a preguntar pero seguía pensando en como le había preguntado si le daba asco cuando claramente ella había decidido hacerlo. Estaban ambos preocupados por cuan peligroso era estar juntos pero también cuanto dolería estar separados. La mano de Nam acarició el cabello de susy quien lo abrazó más fuerte haciéndolo sonreír inconscientemente. La sentía ahí, ahí con el sin querer hacerle daño o abandonarlo y no quería dejar ir eso así que se sentía estupido y molesto consigo mismo por haberla echo llorar al decirle que la abandonaría. Finalmente aquellos pensamientos tan profundos de ambos se rindieron ayudándolos a caer dormidos como dos bebes.

(.)

Mi cuerpo se sentía pesado pero aún más pesado se sentía lo que tenía sobre mi. Así que lentamente abri los ojos dándome los rayos del sol en la cara. Una vez mi vista se aclaro logre observar como el rostro de namjoon descansaba sobre mi hombro con su brazo abrazando mi cintura. Observe su rostro tan relajado, no serio ni con una chispa de lujuria. Solo alguien lleno de paz y tranquilidad. Sonrei y eche un cabello fuera de su rostro. Mi estómago rugió como si tuviera un leon ahí, mire a Nam fijándome que este no tenía ni una sola pinta de levantarse así que busque la manera más silenciosa y lenta de salirme de su agarre para ir en busca de desayuno.

Manejando salirme de su enredo como si me le escapara a un mafioso. Me detuve al analizar mis pensamientos, lo mire y me negué a mi misma. Baje las escaleras observando como todo estaba aún cubierto en sábanas, no parecía ser una casa para habitar solo para visitar así que suponía que por eso mantenía las sabanas sobre todo. Dudaba mucho que en las condiciones que estaba todo esto hubiera algo de comer aquí pero me lleve con la sorpresa de que el refrigerador sonaba lo que indicaba que estaba encendido y si estaba encendido quería decir que podía haber algo. Lo abrí y si, para mi sorpresa esta completamente lleno como si si vivieran aquí.

Fruncí el ceño observando las cosas cubiertas para observar la nevera extrañada. Aquí había algo bastante extraño y Nam lo cubría. Y yo quería quedarme para averiguarlo así me lo dijera años después. Comencé a sacar cosas de la nevera para hacer algo de comer pero me detuve de inmediato al escuchar golpes de camino.

—susy!!—gritó esté llegando a la cocina encontrándome completamente confundida por su cara de susto y como venía corriendo—joder...—tocó si pecho agitado.—pensé que te habías ido...

Sonrei negando dejando las cosas sobre la mesa. Me acerqué a este preocupado con una sonrisa divertida en mi rostro.

—lindo ver como el que me quería abandonar casi se mata buscándome...—acomode su cabello todo despeluzado—

—muy chistosa—arrugo su nariz—lo as echo a propósito?—negue aún divertida—mentirosa—me señaló a lo que me encogí de hombros—

—claro que no, solo tenía hambre...—me di la vuelta para volver a lo que hacía pero mis pasos fueron detenidos por un abrazo suyo—que haces?—giré mi cara un poco viéndolo con sus ojos cerrados—

—quédate así un poquito más—susurro bajo con voz dulce —realmente me asuste...—sonreí y acaricie su rostro —

—te dije que no me iría...—me separé de él—no te desperté porque te veías tranquilo, si hubiera sabiendo que te matarías por la escaleras me hubiera quedado un rato más—me burlé acercándome a la comida para prepararla—

—te parece divertido que casi me mato?—asentí divertida sin verle, solo notando como se recostaba de la pared—de verdad le temes a las tormentas por aquello?—detuve mis manos y asentí—lamento haberte dicho eso anoche, realmente no te quería dejar ir...tengo...tengo problemas —lo mire—que seguramente te causen miedo...y asco...—me acerque a él quedando frente a frente—

—jamás te tomaré asco....—note su mirada deprimida—porque está todo cubierto pero la nevera llena de comida?—me atreví a preguntar ya que el había echo una pregunta profunda—

—es la casa de mi padre...vengo aquí cuando mis problemas empiezan...

—que son esos "problemas" Nam?...—este negó—bien...a tu tiempo...—me puse de puntitas para darle un besito y devolverme a la comida a lo que sonrei—soy la única chica que traes aquí?—escondí mi sonrisa por si me desilusionaba—

—mmmm—miró a la distancia confundido y pensando a lo que fruncí el ceño asustada rogando que confirmara—te as puesto a pensar si e traído más mujeres aquí?—me miró divertido a lo que le quite la mirada de encima para escuchar su risita y sentir como se acercaba a mi para abrazarme por la espalda—si, eres la única chica que a venido aquí y mucho más a tener sexo con migo....

—tú me as traído a tenerlo contigo...—susurro a lo que ambos no tardaron reír bajo—Es aquí cuando alguien como tú puede ser normal?—un leve "mhm" se escuchó de su parte—entiendo...

—donde puedes ser tú normal?—me miró curioso y yo mire hacia adelante igual de curiosa y me encogí de hombros—

—no tengo un lugar seguro donde yo pueda ser yo...así que mantengo un escudo...

—puedo rompértelo?—lo mire curiosa y sorprendía—puedo ser tu lugar seguro?...no es como una casa o algo así pero puedo estar para ti cuando quieras ser normal....

Sonrei, no podía creer que alguien me diría estas palabras las cuales tenían un gran significado para mi que alguien quisiera ser un lugar seguro para mi. Reí y arriesgándome asentí para abrazarlo.

La abogada del diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora