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De alguna forma yoongi me había convencido, no volvería a ver a Nam pero debía enfrentar a mi padre por lo que había echo. No podía seguir intercediendo en mi vida de esta manera cuando me había abandonado, no sabía porque quería o seguía actuando de esta manera hacía mi. Me despedí de johny y el hermoso lugar en el que me mantuvo y me subí al auto con yoongi en silencio. Debía pensar muchas cosas. Empezando por el echo que la madre de namjoon y mi padre se conocían y estaba de acuerdo por mantenernos lejos uno de otro, lo había logrado pero no entendía el porqué.

—a donde quieres ir primero?—pregunto sin verme para concentrarse en conducir—

—quiero ver a taehyung...—comente nerviosa sabiendo que era a la primera persona a la que tal vez le debía muchas explicaciones—

—sabes que amenazo y le pego a namjoon?—mire a yoongi quien tenía una sonrisa traviesa en su rostro—

—ese es mi mejor amigo—sonreí y mire hacia fuera pidiéndole imaginar la bestia que conocieron—

—también amenazo con matar a kook y a todos nosotros si no aparecías...—lo mire de inmediato viendo como su sonrisa ya no estaba—realmente te ama...

Lo sabía, tenía muy claro cuánto me amaba taehyung y era igual a como me sentía yo con el. Todo el trayecto yoongi se mantuvo en silencio, no era incomodo pero si sentía como si quisiera decir algo más y por alguna extraña razón no decía nada. Nos detuvimos frente a una tienda de helados y desde acá podía ver a taehyung sentado junto a jungkook. Mi corazón se aceleró haciéndome sentir culpable por haberlo dejado solo. Salí del auto nerviosa junto a yoongi, camine lentamente hasta ellos. Tae subió su mirada fijándose en mi, sus movimientos se detuvieron. Verlo tan sorprendido me partía el alma pero a la vez estaba feliz de que fuera la primera persona en ver. Este dejó caer la cuchara con la que se comía su mantecado y corrió a mi abrazándome. Me levanto del suelo y escondió su rostro en mi cuello al igual que yo en el de el.

—eres una tonta—susurro—

—lose, lo siento tanto—sentí como nego y me devolvió al suelo viéndome—

—no tienes porque...

Kook se acercó y me abrazo por igual a lo que le correspondí de manera genuina. No había pasado un año junto a ellos pero se sentía que lo quería de alguna manera igual de como quería a tae. Nos sentamos a platicar como si nada hubiera pasado pero estaba inquieta. Algo me estaba molestando y era el echo de pensar que mi padre y la madre Nam se habían reunido para separarnos, cuanto se conocían como para que ambos llegaran a este acuerdo. No podía aguantarlo más, la cabeza me explotaría.

—tae viniste en tu auto?—este me miró y negó. Las llaves de yoongi quien estaba a mi lado se colocaron frente a mi rostro a lo que lo mire y las tome—

—trátala como si fuera tu vida...—la boca de kook callo sorprendido—

—le das tu carro?!—pregunto exaltado a lo que no dude más y me subí a su auto siendo observada por los chicos—

Debía saber que era lo que había pasado, porque se empeñaba a quitarme lo que me hacía feliz. Porque me quería quitar mi lugar seguro...
Odiaba admitirlo porque aún así me dolía más pensar en el que ya no estaríamos juntos pero si, se había convertido en ese lugar en el que quería ser yo, ser libre sin necesidad de pensar que me lastimarían. Pero tristemente namjoon me había humillado y eso no sabía como perdonárselo. Me lleve algunas luces rojas ya que llegaría a la casa de los jefes de la policía que triste y desgraciadamente era mi padre. Cada vez más cerca el corazón se me aceleraba más, era imposible pensar que mi madre se había casado con tal hombre que le hacía la vida imposible ahora a su hija porque me parecía a ella.

Aparqué el auto justo al frente de el de el, sentía como las manos me sudaban y como me sentía más enojada como me había quitado todo lo que me hacía feliz y aún así tenía el descaro con amenazar a la mujer que me crió como suya. Me baje del auto escondiendo el arma a la parte de atrás como el me había enseñado y camine desesperadamente hasta la casa abriendo la puerta como si fuera dueña y señora de este lugar. Se sentía extraño estar aquí, nada había cambiado y ciertamente la mujer que estaba frente a las escaleras viéndome tampoco. Era la mujer por la que mi padre me abandonó, sus ojos me observaban completamente abiertos en sorpresa. La ignore por completo y camine en busca de ese señor en su despacho.

—a donde crees que vas niña!? —gritó está siguiéndome pero le hice caso omiso ya que las lágrimas invadían—

Abrí el despacho de mi padre y este no estaba ahí, sin embargo habían fotos mías sobre su escritorio así que me acerqué y las tome en manos observando como el aún me seguía. Ahora si me sentía más enojada, impotente y rabiosa com este descaro.

—quien te crees? Porque ya eres una mujer crees que te apoderarás de este lugar?—la mire molesta y esta simplemente se posicionó derecha como si intentara hacerme frente a lo que solté una risa —

—donde esta?

—sal de aquí..—me senté en la silla y saqué el arma de atrás de mi espalda, la paciencia se me estaba acabando—q-que...

—hice una pregunta...—mire hacia el frente viendo como también había una foto de taehyung cuando era pequeño—tienes dos segundo para informarle que estoy aquí...—le hablé sin dejar de ver la foto de tae.—

Me acerqué a esta y intenté tomarla para ver que era parte de un papel donde decía "prueba de ADN". Trague duro y comencé a leer para quedar aturdida y perdida no creyendo lo que mis ojos veían. Esta salió de inmediato de el despacho en busca de él. Entonces no había sido la única abandonada. Mi corazón pedía oxigeno, no podía aguantarlo más. Odiaba a este hombre con toda mi vida. Siempre supo lo que hacía, entendía el porqué había decidido dejarme en casa de ellos en vez de dejarme en la calle. Las lágrimas no paraban de bajar. Su presencia agitada apareció en la puerta, subí mi vista viéndolo enojada, destrozada y una vez más decepcionada.

La abogada del diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora