1- La reunión
Tik, tak. Tik, tak.
En la oscuridad del cuarto de la pelirroja, el único sonido existente era el de la agujas del nuevo reloj que le había sido otorgado por el director y al cual Hikari no le despegaba la vista. Algunos rayos de luz se asomaban por la ventana, por lo cual podía ver el reloj sin problemas aunque en realidad no estaba interesada en la hora. Simplemente miraba el reloj, observando como la hora cambiaba con lentitud, esperando de manera paciente a que fuera hora de prepararse.
Estaba aburrida y curiosamente no se encontraba cansada, tal vez fue porque momentos atrás decidió tomar una taza de café en la cocina o solo se trataba de una de las extrañas ocasiones que su cuerpo se encontraba con energía pese a no haber dormido. Porque así es, para sorpresa de nadie se había tirado toda la noche despierta, aunque en esta ocasión no había sido por culpa de alguna pesadilla sino por ella misma.
Desde el incidente que hubo con el líder de cabello carmesí había sido así, en el día no pensaba mucho en eso y se centraba en intentar parecer lo más agradable del mundo a sus profesores mientras se ocupaba de que ninguno de sus compañeros acabaran soltando algún secreto por error. Pero, al llegar la noche todos los recuerdos de la fiesta del no cumpleaños que acabó en desastre llegaba a su mente. Asfixiandola con la idea de su total inutilidad, pues en todo momento quedó atrás de todo sin hacer ningún aporte.
Aquello la hacía enfurecer, Hikari no comprendía su comportamiento. ¿Por qué era una contradicción andante?
¿Por qué odiaba ayudar a las personas y luego se sentía una inútil al no ser capaz de hacer nada? ¿Por qué deseaba dejar de sentir aquel vacío en su interior cuando sabía que cuando tuviera un pedazo de felicidad o un inmenso dolor, desearía volver a la normalidad?
Fueran las respuestas que fueran, la pelirroja estaba cansado de eso. Sobre todo del hecho de sobrepensarlo todo, llegando al punto de cuestionarse de si debía comportarse con naturalidad con sus compañeros pues ya sabían bastante sobre ella. Aquel pensamiento fue rápidamente descartado y al instante maldijo a su mente por dejar paso aquellos pensamientos intrusivos.
Ella no iba a mostrar su verdadera cara cuando era consciente de que esta era el de una estúpida niña descerebrada sonriente y con una falta de empatía enorme. Aunque Hikari dudaba si esa parte de ella seguía existiendo, pues esa era la forma con la que solía convivir con sus amigas y hacía un año ya que se había quedado sola. De todas formas, existiera o no, Hikari no iba a dejar que la conocieran realmente.
Su personalidad podría ser muy pesada para el resto, y necesitaba agradar a las personas. Por lo cual había decidido mantener una actuación diferente para cada persona. Sus profesores el de un buen niño, sus compañeros el de una buena "amiga" algo apática, para sus Senpai el de un callado pero amable Kohai -que por culpa de un error ahora también se le vería como alguien que se molesta con facilidad-, y la lista seguiría aumentando.
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𝐄𝐌𝐏𝐓𝐘 ▋𝐓𝐰𝐢𝐬𝐭𝐞𝐝 𝐖𝐨𝐧𝐝𝐞𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝
Fanfiction𝐄 ▋❝𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒏𝒐 𝒅𝒆𝒋𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓 𝒅𝒐𝒍𝒐𝒓, 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒏𝒐 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓 𝒏𝒂𝒅𝒂. 𝑷𝒆𝒓𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒏𝒐 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒐𝒔 𝒏𝒂𝒅𝒂, 𝒂𝒏̃𝒐𝒓𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓 𝒂𝒖𝒏𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒆𝒍 𝒅𝒐𝒍𝒐𝒓.❞ Hikari Mujits...