□Capítulo 8□

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-¡TIENES QUE DEFENDERTE! - gritó Reginald cuando llegamos a su oficina.

-L-lo siento... yo apenas llegué, y no sé...

No pude terminar, él volvió a interrumpirme.

-¡NO SEAS ESTÚPIDO! ¡TE QUEDASTE EN EL SUELO SIN MOVER UN SOLO DEDO!

Decidí quedarme callado, sería lo mejor, estaba claro que si decía una sola palabra, haría que él se enfadara más y todo acabaría peor.

De repente, vi como se levantaba de su asiento y se acercaba hacia mí. Mi nerviosismo comenzó a aumentar, pero no podía hacer nada o todo iría mal.

Él seguía acercándose, pero de repente, se paró en seco, como si no pudiera moverse. Hacía caras de esfuerzo que realmente me confundían.

-No te pases, papá - dijo una voz seria.

Volteé y vi a ____ apoyada contra un armario con los brazos cruzados. Su semblante estaba demasiado serio, nunca la había visto así, y mucho menos en la serie.

-¡Número Ocho! ¡¿Cómo entraste?! - preguntó Reginald mirándola muy enfadado.

-Soy sigilosa - dijo aún seria, apartándose del armario y sentándose a mi lado.

La miré de reojo tratando de no ponerse nervioso. Segundos después, vi como alzaba un poco la cabeza y Reginald pudo moverse sin problemas.

-Deja al pobre chico, él aún está adaptándose.

Bajé mi cabeza tratando de no sonrojarme.

-Será sólo por esta vez - dijo Reginald apretando su mandíbula con rabia -. Pueden irse.

Vimos como volvía a sentarse junto a su escritorio. Dirigí mi mirada hacia ___ y vi como ella caminaba fuera de la oficina, así que decidí seguirla.

Cuando salimos volví a mirarla y ella me dedicó una pequeña sonrisa.

-Muchas gracias por lo que hiciste, ___.

-No tienes que agradecer, Cinco. No dejes que papá te trate de esa manera.

Asentí tímidamente y ella volvió a sonreír.

-Bueno, vamos.

¿Ir? ¿Ir a donde? ¿Ir con ella? ¿Para qué?

Demasiadas preguntas rondaban por mi mente, pero sabía que solo sabría la respuesta si iba con ella, así que decidí seguirla.

Caminamos hasta llegar al patio, y una vez allí, la miré confundido.

-Trataré de enseñarte a pelear.

Mis ojos se abrieron como platos.

¿Pelear contra ella? Era demasiado buena, quedaría en ridículo, ser reiría de mí.

Ella debió ver mi expresión, porque rápidamente habló.

-Ay vamos Cinco, no soy como papá, no te haré nada, no seré exigente, y muchos menos dura contigo. Solo te enseñaré un poquito, ¿sí? No te preocupes.

No se como lo conseguía, pero su sonrisa siempre conseguía tranquilizarme en momentos difíciles, y esta vez no fue la excepción.

Cada uno nos pusimos en una esquina del patio, listos para comenzar.

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Perdón por la inactividad, estaba en un viaje, pensé que tendría señal allí, pero no 🥲

Gracias por leer💙✨

Un cuento que nunca pasó {Cinco y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora