Volteé rápidamente para encontrarme con un hombre bajito, barbudo y de unos 80 años de edad, por sus expresiones parecía el típico demente de película.
Los ojos del hombre se abrieron como platos, mirándome. Al parecer, mi presencia le sorprendía.
-Tú eres aquel adolescente.
Lo miré confundido. Sí, era un adolescente, pero por la manera en la que me lo había dicho parecía como si me conociera.
-Ay niño, no me mires así, y dime, ¿a qué vienes? - habló con una sonrisa algo forzada para mi gusto.
-Estoy buscando a alguien - dije con indiferencia para luego intentar alejarme de él y seguir revisando el callejón, pero por desgracia, el hombre agarró mi brazo impidiéndome moverme.
-Si estás buscando a ese hombre, no está aquí, chico.
Volví a mirarlo con confusión, ¿cómo sabía todo eso?
-Estoy muy emocionado - volvió a hablar para después dar un pequeño salto -. ¡Hace muchos años que nadie viaja entre realidades! Y tú, pequeño adolescente - dijo señalándome -. Noto mucho interés en ti, se ve que quieres volver a tu realidad deseada, y yo estoy aquí para ayudarte.
-Está loco, no sé de qué habla.... - dije soltándome y alejándome de él.
-No tengas miedo, chico. No creas que soy un acosador. Pero aquí, solo vienen personas con interés en los viajes entre realidades. Nadie visita nunca este callejón, solamente yo.
Vi como el hombre se alejaba, extendía sus brazos hacia los lados, y daba vueltas por el callejón emocionado.
-Bienvenido al Callejón de las Mil Realidades - dijo emocionado volviendo a acercarse a mí.
Sí, sin duda ese hombre estaba loco. Sabía que todo lo que decía era probablemente verdad, pero sus expresiones me aseguraban que era un hombre eufórico y solitario, con demasiada imaginación.
Vi como rápidamente entraba a un contenedor de basura. Lo miré con mi mejor cara de asco, y segundos después, el hombre salió con un cuaderno.
-Veamos.... - dijo abriendo el cuaderno y buscando algo. - Vienes de la realidad de Reginald Hargreeves, ¿verdad? La academia Umbrella. ¿Eres Cinco? Un nombre muy peculiar, por cierto.
Lo miré muy sorprendido, para después quitarle el cuaderno y leer lo que había en él. La sorpresa fue aún más grande cuando vi toda la información de la realidad a la que fui.
Al parecer este hombre estaba tan loco como pensé...
-¿Eres cómo un guardián o algo así? - pregunté devolviéndole el cuaderno.
-Nunca lo había planteado de esa manera.... pero podría decirse que sí. - hizo una pausa -. Entonces.... ¿quieres volver a tu realidad deseada...?
Me quedé pensando, por una parte quería ir, tenía demasiadas cosas que hacer allí. Pero por otra parte me daba miedo, sabía que si iba, mi cuerpo quedaría aquí inconsciente, mi madre vería que volví a escapar, se enfadaría aún más e incluso me encerraría hasta que cumpliera la mayoría de edad.
-Yo puedo quedarme con tu cuerpo hasta que vuelvas, nadie lo verá.
Ahí mi inseguridad aumentó, ¿debía dejar mi cuerpo en manos de un desconocido? ¿Y si me hacía algo? ¿Y si no era quien decía ser?
Me quedé pensando por unos segundos más, hasta que algo llegó a mi mente inesperadamente....
____. ¿Cómo estaría ella? Sabía que solo había una manera de averiguarlo...
Miré al hombre, y segundos después tome una rápida decisión.
-Llévame - dije tratando de parecer convencido, aunque en el fondo estaba bastante inseguro y asustado.
Vi como una sonrisa de oreja a oreja se formaba en los labios del hombre. Segundos después, se acercó a mí y puso su mano en mi frente.
-Cierra los ojos, respira profundo y relájate... - susurró.
Obedecí y seguí sus instrucciones. Escuché cómo él susurraba unas palabras inentendibles, las mismas que Reginald había susurrado el día que me llevó por primera vez.
Un cansancio comenzó a recorrer todo mi cuerpo, y poco después, sentí como mi cuerpo caía y yo me sumía en un profundo sueño.
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Un cuento que nunca pasó {Cinco y tú}
FanficSoy Cinco, un adolescente de pocos amigos, mi único amigo, Jack, estaba cansado de que me quedase en casa viendo aquella serie: The Umbrella Academy. Decía que todos los personajes eran ficticios, que debía dejar de hacer el idiota. Lo que ninguno d...