□Capítulo 32□

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Llevaba una semana con aquella extraña y triste rutina... una mierda de semana en lo que lo único que había logrado era tener cada vez más y más miedo a mi madre.

Cada día cuando llegaba a casa, ella estaba esperándome en la puerta, con un reloj en su muñeca, con el que al parecer, contaba los minutos que tardaba en volver a casa. Tras eso, me obligaba a quitarme rápidamente los zapatos y me acompañaba a mi habitación, donde me dejaba encerrado el resto del día.

Esos últimos días ni siquiera se había molestado en darme de cenar, aunque tampoco iba a quejarme, había perdido el apetito días antes, cuando protagonicé un horrible suceso.

"Le entregué el folio al maestro, quien me dedicó una leve sonrisa, pero yo, no estaba de humor para devolvérsela.

Miré el reloj que había en la amplia pared de la clase.

-Mierda... en un minuto tengo que estar en casa - susurré para mí, agarrando rápido mi mochila y saliendo del aula corriendo a la máxima velocidad que mis piernas me permitían.

-¡Oye, estúpido! ¿Cómo te va con tu maravillosa novia? - fulminé a Jack con la mirada, mientras pasaba por su lado a toda velocidad - Oh, perdón, olvidé que no volverás a verla.

Siempre hacía la misma broma molesta, por lo que pasados los días, había conseguido aprender a ignorarlo, y esa vez, no fue la excepción, ya que segundos después, me encontraba fuera del instituto, corriendo hacia mi casa.

Pero cuando llegué, no obtuve la mejor bienvenida. Ahí estaba mamá, pero esta vez, no mantenía el semblante serio de cada día, sino que su mirada estaba fija en mí, y estaba claro que estaba a punto de regañarme más que nunca.

-¡LLEGAS 5 MINUTOS TARDE!

-M-mamá... lo siento... me quedé más tiempo para poder terminar el exam...

Pero no pude terminar de hablar, porque sentí un repentino y gran ardor en mi mejilla. Miré a mi madre sorprendido, acababa de golpearme.

-¡NO QUIERO EXCUSAS! - dijo alzando la mano para volver a golpearme.

Esta vez, me aparté rápidamente, y con lágrimas en los ojos, corrí hacia mi habitación. Intenté abrir la ventana, olvidando el hecho de que aquel candado me lo estaba impidiendo.

Poco después, mi madre entró a la habitación y se acercó a mí.

-¡DEBES OBEDECERME! ¡SOY TU MADRE! - dicho esto, volvió a golpearme, y esta vez, gracias a mi distracción, caí al suelo.

El hecho de estar en el suelo, le facilitó poder darme unos cuantos golpes más.

Lo último que recuerdo de aquel día, era ver a mi madre salir de la habitación, y yo, intentando dejar de llorar por lo que acababa de suceder, me acosté en mi cama sin ninguna dificultad para quedarme dormido."

Suspiré al recordar aquel horrible momento, mientras tanto, mi muñeca inconscientemente dibujaba un rostro en mi cuaderno de lenguaje.

Al reaccionar y mirar mi dibujo, pude ver un rostro idéntico al de ___. Llevaba días sin poder sacarla de mi mente, no podía evitar preguntarme como estaba ella, o si me extrañaba... o incluso si había encontrado a alguien que la hiciera más feliz que yo.

-¡Cinco! - me llamó el maestro de lenguaje.

Al escucharle decir mi nombre, reaccioné dando un pequeño bote en mi silla, provocando la risa de varios compañeros.

-¡Quiero que prestes atención a la clase!

-Lo siento... - dije volviendo a mirar el retrato de ___ en mi cuaderno.

Él no volvió a dirigirme la palabra, simplemente siguió hablando, y esta vez, decidí prestarle un mínimo de atención.

-Como dije, mañana no tendrán que venir a clase, los maestros estaremos preparando el material de la próxima evaluación, así que pueden quedarse en sus casa.

Me quedé mirándolo mientras una gran sonrisa se formaba en mis labios.

"Es el momento perfecto para poder salir de mi estúpida habitación sin que mi madre se dé cuenta..."

Rápidamente, decidí disimular la sonrisa cuando sentí la mirada de Jack sobre mí, sabía que si hacía cualquier gesto sospechoso, este se lo contaría a mi madre.

[...]

-Hoy fuiste puntual, me alegra que vayas aprendiendo - dijo mi madre en un tono neutro.

No le contesté, simplemente caminé hacia mi habitación sin decir ni una palabra. Como de costumbre, al llegar, mi madre me encerró ahí, sin embargo, ese día no me importó en absoluto....

Estaba feliz...

Porque al día siguiente iba a ser un gran día...

O eso pensaba.

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Holaa!

Mañana no podré publicar capítulos, así que probablemente el próximo capítulo se publicará el miércoles.

Publicaré al menos 2 o 3 capítulos a la semana, lo prometo y lo siento por no poder publicar capítulos diarios

Gracias por leer💙✨

Un cuento que nunca pasó {Cinco y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora