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Despacho del director
Segundo piso, Hogwarts.
31 de Junio de 1995, 17:23p.m


Harry veía aburrido como la ceremonia continuaba, debido al tipo de enlace que hacían, algunos de los presentes debían ayudar y, se suponía que debían ser personas de confianza, como los padrinos en una boda muggle, pero ni Severus ni él parecían demasiado sorprendidos de que hayan utilizado a Remus y Sirius para tal acción, quería burlarse, si el enlace dependiera únicamente de éso todo se iría a la mierda.

La confianza entre magos era algo casi sagrado en el mundo mágico, realizar algún tipo de magia en compañía o con el requerimiento de un mago de confianza era algo que debía respetarse. Dumbledore ni siquiera podía respetar las vidas ajenas así que algo como éso definitivamente era un gran NO-NO para él.


-Ésto es tan aburrido- murmuró Harry hacia el maestro de pociones mientras veían a los "padrinos" realizar un largo encantamiento sobre un par de sortijas -¿No podrían haberlo hecho de otra manera? ¿Una rápida?- preguntó al mayor, quien con rostro plano apenas le dio una mirada de soslayo.


-Como bien sabes, la unión que se decidió es bastante específica- arrastró las palabras con cansancio -¿Y por qué me hablas?-


-Somos compañeros en ésta gran aventura que será el matrimonio, Severus- comenzó -Mas bien víctima del mismo agresor, mi corazoncito está desarrollando sentimientos de camaradería por ti- continuó hablando en voz baja, daba gracias al cielo que ambas sillas donde se encontraban estaban codo a codo y podían hablar en susurros.

-No te permití llamarme por mi nombre- respondió con los labios apretados.

-Ay ajá- dijo con simpleza, descartando lo dicho con un simole encogimiento de hombros -Como decía, estoy aburrido, tengo trece formas de como asesinar a Dumbledore con un wingardium leviosa en mente ¿Y tú?- un breve minuto de silencio mientras ambos veían a Remus y Sirius a pocos metros de él.

-Tengo dieciséis- Harry sonrió, sin embargo luego sus mirada se volvió un poco más triste.

-Voy a extrañar ésto- le dijo de repente, un escalofrío recorrió la nuca de Severus y se giró con rapidez a mirarlo -Hubiese sido bueno tener éste tipo de charlas antes, conocernos un poco mejor ¿sabe?- el mayor siguió en silencio, sin nada qué decir que pudiera consolar al Gryffindor.

-Potter...- comenzó, pero rápidamente se interrumpió, el chico lo miró con sus grandes ojos verdes con curiosidad.

-Severus... si pudieras ser libre, si tuvieras la oportunidad ¿Lo tomarías?- preguntó. Ambos pidieron observar las miradas especulativas que les daba Remus desde donde estaba, Dumbledore le daba la espalda por lo que era seguro, pese al super oído de lobo.

-¿Qué quieres decir?- la preocupación de Severus iba en aumento, Harry no se estaba comportando como él mismo, lo último que supo del chico fue su arrebato de hace una semana atrás y ahora aparecía todo complaciente con una sonrisa suave pero ojos brillantes de locura siniestra que sólo el parecía reconocer.

-Si tuvieras la oportunidad de alejarte de Dumbledore y de escapar de éste matrimonio ¿Lo harías?- Harry lo miró interrogante, curioso por su respuesta.


-Nunca podría ser libre- murmuró.

-¿Si pudieras?- presionó el chico.

-No te abandonaría, Potter- declaró con el ceño fruncido. Harry sonrió, una cosa suave y triste.


-Lo sé, estás resignado a ello- fue la respuesta del adolescente.


-Si pudiera lo haría, pero el Señor Oscuro no me dejaría-


-¿Si tuvieras los recursos para irte? ¿Para poder escapar de él? ¿Si ya nada quedara aquí para ti, escaparías?- Severus lo pensó, durante unos largos segundos lo hizo y sólo suspiro mientras miraba a niño al lado suyo. Era un misterio.


-Creo que lo haría- fue su escueta respuesta y Harry le sonrió brillantemente mientras su cabeza se inclinaba a descansar en el hombro tenso del hombre mayor.

-Cuando termine el enlace siéntate conmigo y por lo que más quieras... hazme caso- pidió, todavía fue un susurro, pero el tono de su voz había cambiado totalmente. Y la sensación de malestar del pocionista no hizo sino aumentar. Pero permaneció en silencio. Educó sus rasgos y continuó observando en silencio los rituales del enlace.



Luego de que Sirius y Remus hayan cargado con magia las sortijas, los novios tuvieron que levantarse y pronunciar sus votos (fueron obligados... Pero es solo semántica); sus votos, que fueron básicamente un intrincado juramento de lealtad, fidelidad y sumisión de Harry hacia el maestro pocionista. Así como un juramento de protección menos restrictivo de parte de Severus hacia el menor.

Una mierda en opinión de ambos ya que claramente el chico que vivió estaba dando mucho más de lo que recibiría.


La ceremonia terminó con Dumbledore apuntando sus varitas hacia ellos mientras los unía de manera permanente, se intercambiaron los anillos y con los últimos vestigios de la magia pegajosa del director aferrándose a sus cuerpos, estuvieron oficialmente casados.


Las felicitaciones no se hicieron esperar por parte de los miembros de la orden, Harry mantenía en su rostro una sonrisa suave que incomodaba a los presentes y Severus apenas y podía evitar gruñir. El viejo director los vigilaba con ojos de halcón, sin embargo debido a los varios invitados que estaban presentes, no podía prestar del todo atención a los recién enlazados que fueron a sentarse en un sillón doble para hablar juntos en voz baja.


-¿Qué tienes planeado?- murmuró el pocionista. La sonrisa de Harry se amplió mientras con que, con un chasquido de dedos Dobby apareció, el pequeño elfo se veía increíblemente triste, sus ojos verdes estaban acuosos pero estaba determinado a seguir las últimas órdenes del niño frente a él.


-Prepara las copas para el brindis- miró fijamente al elfo quien asintió antes de desaparecer, y en medio de la habitación se organizó una pequeña mesa llena de bocadillos como sándwiches y frutas, tartas y pequeñas delicias y justo en medio, las copas con el escudo de la casa Potter se alzaban con elegancia, Harry se levantó y tomó dos copas del cuello, una para ella y otra para su esposo.

-No toques el cuello de la copa- medio susurró, mientras veía a los invitados también servirse del dulce vino de elfos que había dentro, algunos incluso ya dando suaves sorbos a las bebidas.

-Queridos invitados quisiera proponer un brindis- Habló Harry a la población en general que estaba dentro de la habitación, todos pusieron sus ojos sobre él.

Aquellos que sabían acerca de la realidad detrás de la unión de los nuevos esposos lo miraron con sorpresa y quizás leve sospecha, pero no se dijo nada, Dumbledore les había advertido acerca de Harry probablemente haciendo un berrinche, pero ellos no estaban preparado para un Harry sorprendentemente maduro.

-Por las nuevas uniones y las nuevas oportunidades- fue lo único que dijo, alzando un poco su copa, todos siguieron su ejemplo, dando un suave sorbo al vino, el cual era especialmente dulce, provocando que varios dieran más sorbos tentativos, disfrutando de la ligereza de la bebida.

Cuando Severus estaba a punto se tomar de su propia copa, la mano de Harry lo detuvo, lo miró con ojos sorprendentemente en paz mientras bebía del suyo, pero sin dejar al hombre mayor beber.




Esperanza PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora