Esa misma tarde llegaste al trabajo un poco más temprano de lo normal, pero él no dijo nada, te invitó a pasar y luego se fué a la cocina rápidamente.
Por curiosidad lo seguiste y notaste que había hecho un desastre en la mesa intentando preparar un simple sándwich, sin embargo, lo logró y se sentó para comer mientras la tetera comenzaba a hervir.
Te acercaste buscando una taza para ayudarlo a preparar café y él te llamó para pedir que no lo hicieras.
—¿No quieres que yo lo haga? —preguntaste un poco ofendida, el café era una de las pocas cosas que te salía bien.
—No hasta que estés en servicio. —te recordó con total calma— Mientras no lleves el uniforme puesto no puedo pedirte que hagas nada por mí.
Dentro de tu mente te parecía algún fetiche raro, sin embargo, no cuestionaste su decisión y fuiste a cambiarte.
—Ya me vestí. — Te presentaste ante él usando un vestido rosa corto y poco ajustado pero con una tela tan suave y traslúcida que dejaba poco a la imaginación.
Te habías acostumbrado a los diseños y no te sorprendía en lo absoluto. Al menos no mientras estuvieses dentro del departamento.
Para entonces, Kurapika ya se había servido el café y casi estaba por terminarlo. Por primera vez te miró de arriba a abajo de una manera fugaz que apenas alcanzaste a notar.
—Perfecto, tenemos que irnos. —dijo antes de poner la taza vacía sobre la tarja.
Te quedaste paralizada sin saber qué decir, sólo pensabas que aquello podía ser una frase malentendida.
—¿Irnos? —preguntaste para confirmar mientras tus piernas temblaban.
—Me acompañarás a una pequeña reunión con unos clientes.
—¿Usando esto? ¿es enserio? si me pongo en cuclillas seguro se me ve hasta el alma. —pensaste aún sin poder decirle nada. Te apenaba ser imprudente con él, pero tu gesto nervioso era imposible de ocultar.
—Me dí cuenta de que tenerte todos los días dentro del departamento podría ser estresante para ti, así que te llevaré conmigo hoy, ¿no querías conocer más sobre mi trabajo?
—Sí, es cierto. —sonreíste ocultando el miedo que abundaba por todo tu cuerpo, claro que deseabas saber, pero no vestida así. ¿Acaso no se daba cuenta?
Salieron del edificio por medio de un elevador que por suerte se encontraba vacío al bajar, aún así, te sentías nerviosa.
Llegaron directamente hasta el estacionamiento subterráneo y él te abrió la puerta de su auto, un vehículo color negro de vidrios polarizados que no permitían ver el interior desde afuera, lo cuál te tranquilizaba un poco.
Pronto llegaron a una casona rodeada de guardias que les permitieron cruzar la entrada principal, salieron del auto para ser dirigidos a una sala de reuniones por una mucama.
—Dame tu mano. —pidió Kurapika tomándote por sorpresa, por primera vez tendrías la suerte de tocar sus manos.
Sin pensarlo dos veces le diste tu mano, la cuál llevó dentro de su bolsillo y te apegó a su cuerpo, haciendole saber al personal de seguridad que le pertenecías.
—Bienvenido señor Kurta, pase, por favor. —dijo un guardaespaldas que vigilaba la sala delante de una gran puerta metálica.
Kurapika dió un paso adelante y de pronto soltó tu mano.
—Debes quedarte un momento aquí, prometo que seré breve. —dijo antes de darse la vuelta y dejarte sola en aquél pasillo.
No esperabas esa acción de su parte pero trataste de calmarte, después de todo no había nadie afuera, los guardaespaldas no se molestaron en aplicar vigilancia contigo.
![](https://img.wattpad.com/cover/308781054-288-k14996.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tentación pagada [+18] [Completa]
FanfictionHas sido contratada como sirvienta por un peligroso cazador de listas negras llamado Kurapika, al que todos temen acercarse. La desesperación por encontrar empleo de medio tiempo te obligó a firmar un acuerdo que no entendiste muy bien, pero no le...