—¡¿Estás viviendo con él?! ¿con el cazador de listas negras? ¡¿te volviste loca?! dime la verdad, ¿te obligó? ¿fué a tu casa y amenazó a tus padres? ¿te hizo su esclava sexual? sólo tienes que asentir con la cabeza o guiñar un ojo y llamaré a la policía. —Suplicó tu amiga después de encontrarse en el campus y le contaras lo que pasó el día anterior.
—Jade, creo que tú eres la que se está volviendo loca. —admitiste al verla en su faceta conspiranoica.
Ambas caminaban por las instalaciones el último día activo del semestre, las clases habían terminado y fuiste a firmar tu penosa boleta.
—¡Pero! estamos hablando de un hombre peligroso, con enemigos criminales y una reputación que pende de un hilo, me preocupas, ¿te volvió a contratar?
Ante su pregunta te encogiste de hombros, también era una incógnita para ti.
—Cuando le pregunté sobre el nuevo contrato dijo que no había uno porque no tenía idea de lo que estaba haciendo, que fué un impulso de la noche a la mañana.
Jade se quedó en blanco, ¿cómo era posible que pasara algo así?
—Mira, no lo conozco, no sé qué decirte, pero te conozco a ti, si tú confías en él, yo confío en ti. —concluyó Jade esperando tu respuesta.
—Me cuida mejor que yo misma, puedes estar tranquila. —contestaste sin dudas.
—Que bueno, porque te tengo una mala noticia.
—¿Qué pasó?
Fué el último día antes de salir oficialmente de vacaciones, tendrías que estar relajada y felíz por no asistir más a clases durante el próximo mes.
Entraste al departamento usando la copia de la llave que Kurapika te dió ya que ahora eras su residente.
—Llegaste temprano —saludó Kurapika apartando la mirada de su computador para notar tu expresión vacía y desolada— ¿estás bien?
—Jade se va a mudar... —Dejaste la mochila en el suelo y te sentaste en el sofá, no podías dejar de pensar en eso desde que se despidieron indefinidamente— le ofrecieron trabajo en una gran empresa fuera del país, ella siempre quiso entrar ahí, se podría decir que está cumpliendo su sueño, pero no nos veremos en un largo tiempo.
—Al menos estarán en contacto, ¿no? —animó el rubio sentándose a tu lado.
—Sí, pero no es igual... ella era mi única amiga de confianza, como yo me atrasé, se graduó primero y ahora estaré sola el resto del ciclo escolar. — Te desahogaste con él porque no sabías con quién más hablarlo, quizás no le importaba o no le interesaba pero necesitabas expresarlo— Qué injusticia, si tan sólo me hubiera puesto a estudiar más, ¡¿porqué soy tan torpe?!
—No lo eres, cada persona es diferente y va a su propio ritmo, compararse con otros es un error que muchos cometen, creo que la única persona con la que debes hacerlo es contigo misma. —opinó el rubio dándote un beso en la frente antes de ir a la cocina— Eres un ser humano, no una máquina.
Su gesto cariñoso te transmitió calma por un momento, cualquier contacto físico con él era digno de un suspiro interno.
—Kurapika, ¿piensas que he mejorado después de estos meses? es decir, tengo un promedio asqueroso y sigo sin saber hacer una cama.
—Verdad, no sabes hacer una cama. —sonrió el Kurta enternecido, sirviendo dos tazas de café— Pero está bien, para ser honesto prefiero... verte deshaciéndola. —suavizó la voz.
—¿Cómo dices? —no alcanzaste a escucharlo claramente, pensaste que tu mente lo había malinterpretado, que no podía ser posible que Kurapika mostrara ese tipo de intenciones de la nada. Para tu desgracia, lejos de aclararlo, cambió el tema rápidamente.
—Revisé algunos datos sobre el sistema educativo de tu universidad y me dí cuenta de algunas alternativas para que puedas graduarte sin problemas —explicó llevando dos tazas de té a la mesa de centro frente al sofá— puedes hacer una tesis o una investigación relevante para la sociedad actual.
—No quiero saber nada de la uni... —te quejaste abrazando un cojín.
—A las niñas distraídas que piensan en cosas sucias durante clases les toca trabajar doble —dijo en tono burlón bebiendo de su taza— tienes que hacerlo si quieres el título, ya te queda poco, casi estás graduada, no olvides porqué te has esforzado tanto. Y además, si logras impresionar a la asociación de cazadores con tu proyecto, no tendrás que repetir ninguna materia más. Es un pase directo a la meta.
—Suena tan genial cuando lo dices, pero sé que tienes mi edad, nunca fuíste a colegio, es imposible que sepas más que un universitario sobre cómo realizar una investigación avanzada para la asociación de cazadores. No importa si eres el más fuerte de los lista negra.
—Ponme a prueba. —retó Kurapika con ojos brillantes de emoción— Si no te demuestro que puedo superar a los mejores universitarios del país, usaré mis influencias para conseguirte el título sin estudiar.
—¡¡¡Hecho!!! —gritaste lanzando el cojín de alegría, asumiendo la victoria.
—No tan rápido. —advirtió Kurapika guardándose una sonrisa maliciosa— Si yo gano, te esforzarás para hacer la investigación que te asignaré y tendrás que estudiar bajo mi asesoría para pasar tus exámenes.
—¡Acepto, pero no hagas trampas! nada de trucos de hunters. —Por la expresión segura del rubio, notabas que tramaba algo pero no entendías qué era.
—Lo juro por estos ojos. —finalizó cambiando el color de sus orbes a escarlata, sólo para ti.
—Nunca me cansaré de ver esto. —pensaste al disfrutar del deslumbrante rojo intenso e hipnotizante mientras bebías ese té de gingseng y miel.
La siguiente semana, la asociación de cazadores llamó a los alumnos con el mejor promedio académico a nivel nacional, prometedores genios reclutados por servicios de inteligencia y ciencia, entre otras ramas.
Los mejores estudiantes del país realizando el examen más complicado, el cuál nadie había sido capaz de completar al 100% ya que comprendía todas las ramas, lenguas y culturas a nivel mundial, incluyendo datos poco conocidos del continente oscuro.
La duración estimada para realizarlo fué de 10 horas. Entre los más de 100 participantes, el mejor alumno universitario obtuvo un promedio de 99.58%
Y Kurapika, hunter de listas negras de dos estrellas, con una memoria infalible, resultó que era un genio erudito que alcanzó el 100% de los aciertos, posicionándose como el hombre más inteligente del país.
—¿Acaso es un dios? —preguntaste al ver los resultados del reñido examen.
Aunque habías perdido la apuesta, te emocionaba saber que ese chico inigualable había entrado a tu vida.
—Felicidades, perdiste —regresó Kurapika entregándote el trofeo que ganó, sonriendo orgulloso por demostrarte su capacidad—ahora tendrás que hacer lo que yo te pida.
—Seguimos hablando de la investigación, ¿no es así? —tragaste saliva ante la expresión seria del Kurta.
—¿A qué piensa tu mente que me refiero? soy un buen prospecto, mis intenciones son de lo más puras. —se hizo el ofendido a la vez que se desabotonaba la camisa. —Sígueme.
—Muy bien... te creo —le seguiste la corriente— ¿a dónde me llevarás?
—A la mesa, por supuesto, además de servir para el consumo de alimentos, podemos usarla para consumir... otro tipo de cosas. —explicó agarrándose el cabello en una coleta como si estuviera a punto de destrozar algo.
Tras un minuto de tus fantasías mentales, por fin, se sentaron frente a frente y él puso varios libros enormes en medio.
—¡Vamos a consumir sabiduría! —expresó con felicidad al poder ser tu asesor personal. —Comenzaremos con historia.
—¡Nooooo! tírame por el balcón, te lo pido.
—¿Porqué tu lápiz está todo achatado? —revisó entre los útiles de tu mochila encontrando basura, boletos de autobús y más desorden.
—Lo muerdo cuando me da ansiedad... o cuando estudio historia.

ESTÁS LEYENDO
Tentación pagada [+18] [Completa]
FanfictionHas sido contratada como sirvienta por un peligroso cazador de listas negras llamado Kurapika, al que todos temen acercarse. La desesperación por encontrar empleo de medio tiempo te obligó a firmar un acuerdo que no entendiste muy bien, pero no le...