La mañana siguiente, Jade pasaba por tu aula a la hora del almuerzo como de costumbre, pero no habías asistido a clases.
Trató de llamarte y no contestabas.
Lo primero que pasó por su mente fué que algo malo te había ocurrido.
—Si voy a su casa tendré que darle explicaciones a su mamá y quizás la meto en problemas... pero si le pasó algo malo no me lo voy a perdonar.
Así pues, decidió hacerte una visita para asegurarse que todo estaba bien.
Tu madre le abrió la puerta y para su alivio, dijo que te encontrabas en casa y la invitó a pasar.
—¿Sabe porqué no fué al campus? —preguntó Jade.
—Dijo que se sentía mal, que le dolía el estómago, algo debió caerle mal, ya no le voy a hacer chilaquiles. —contestó mamá preocupada.
Jade pasó a tu habitación y tocó la puerta. Estaba cerrada con llave y desde adentro dijiste que no te molestaran, creyendo que eran tus padres.
—Soy yo. —dijo Jade aclarando y al reconocerla diste pasos descalzos apresurados, abriste la puerta y la metiste cerrando de un portazo. —Oye, qué agresiva.
Ambas guardaron silencio. Jade estaba conmocionada, por tu rostro triste y tus ojos irritados se dió cuenta que habías llorado. Antes de que hiciera alguna pregunta, decidiste ir al grano.
—Me despidió...
—¡¡¿Qué?!! —se exaltó frunciendo la frente sin poder creerlo.
La noche anterior, llegaste a casa más tarde, pero ya tenías la excusa perfecta para cubrirlo.
Le dijiste a tus padres que habías renunciado a tu trabajo ya que habías ahorrado lo suficiente para salir el semestre y te enfocarías en estudiar.
Como de costumbre, ellos te creyeron porque confiaban en tí.
Actuaste lo mejor posible para que no se dieran cuenta de que caminabas un poco rígida.
Fuíste a tu habitación y aunque te llamaron para cenar, te negaste a hacerlo y fingiste el dolor de estómago con el cuál al siguiente día usaste de nuevo para no asistir a la escuela y hundirte sola en depresión.
Pero, ¿qué había pasado realmente?
—En realidad, el contrato se había terminado desde la semana pasada y no me lo dijo... —contaste, haciéndo pausas para limpiar tus lágrimas y sonar tu nariz que estaba roja. —Ese día me pidió que entraramos juntos a la ducha y yo no recordaba lo que pasó después, me desmayé y casi me descubre mi madre pero le inventé otra cosa, no le dí tanta importancia, me dijo que me hirió tan fuerte que fracturó mis costillas y perdí la razón, logró salvar mi vida curando mis huesos de inmediato pero a partir de ese momento el contrato había acabado.
—¿Entonces ayer sólo fuiste a que te dijera que se acabó?
—Me lo dijo después de que... tuvieramos relaciones...
—¿Qué? —Jade se quedó en shock al escucharte, pudo esperar cualquier respuesta excepto esa— ¿de verdad? ¿sabiendo que ya no estabas de servicio? ¿porqué no dijiste nada antes de hacerlo con él?
—Porque quería hacerlo... —confesaste aceptando tu responsabilidad— sí, fué raro que no me diera uniforme, y también que me pidiera que le avisara cuando sus ojos cambiasen de color. Cambiaron y se lo dije, pero no nos detuvimos a pesar de eso, no me hizo daño, de hecho, fué maravilloso, me gustó tanto que no puedo dejar de pensar en todo lo que hicimos, aún así, terminó el tiempo y noté que algo estaba mal, pero seguimos un poco más, hasta que él terminó dentro de mí... y ahí me dí cuenta de dos cosas, no usamos protección y me costaba trabajo levantarme.
—Wow, te dejó invalida y embarazada. —bromeó Jade sin poder evitarlo.
—Cuando le iba a decir que me sentía mal, me miró a los ojos y me dijo "tu contrato acaba aquí, ya puedes irte, gracias por todo". Le pregunté porqué decía eso, luego me explicó lo que ya te dije y me dí cuenta de que se acostó conmigo sólo porque era lo que yo quería. No sabía qué decir, era tarde y quería volver a casa, me enojé tanto que tomé mis cosas y salí fingiendo que estaba bien, pero no podía caminar, me temblaba todo el cuerpo. Llegué a casa en taxi y en cuanto entré a mi habitación me puse a llorar.
—Deberías ir al médico, si Kurapika no supo que te lastimó puedes empeorar.
—No, ya no me duele, probablemente fué una torcedura o algo. Después de todo, era mi primera vez.
—¿Tomaste una pastilla anticonceptiva?
—Me da pena ir a comprarla...
—Pero no te dió pena follar. En fin, la hipocresía.
—Revisé mi cuenta, me hizo el último depósito, mira esto. —le diste tu celular para que verificara la cantidad.
—¡¿Un millón?! —Jade tuvo un poco de envidia pero recordó cómo los ganaste y se le pasó— ¿de dónde saca tanto dinero? yo quiero ser cazadora también.
—Pensé que le gustaba... que cuando el contrato terminara podríamos salir o algo, pero estoy tan confundida, no sé qué hacer, me gustaba tanto y anoche fué tan encantador, ¿es que en serio todo este tiempo fingió sentir lo mismo para que yo no me sintiera mal? entonces, ¿porqué me duele tanto? ¿qué le costaba ser honesto desde el comienzo? ¿qué gana con complacerme si iba a despedirme? —volviste a quebrar en llanto con el corazón roto.
—Lo siento, amiga... —te abrazó Jade— ambas sabíamos que esto podía pasar, en el peor de los casos pudo haberte despedido sin pagarte, no quiero empeorar tu confusión pero, ¿no crees que si no le importaras se habría tomado la molestia de cumplir tus deseos? ¿de pagarte tanto al final? ¿de ser conciente mientras lo hacía contigo y controlarse exitosamente?
—¿Crees que... que se sintió culpable por haberme herido... y por eso finalizó de esta forma?
—Es un poco más razonable que creer que te usó, porque tú misma has dicho que lo hizo por tí, no por él. Eso es muy considerado de su parte tratándose de un tipo que durante 6 meses nunca te puso una mano encima.
Limpiaste tus lágrimas y trataste de reflexionar sobre ello, pero tener a Jade tan cerca te incomodaba por una sola razón.
—No me he bañado...
—Cochina. —dejó de abrazarte exitosamente.

ESTÁS LEYENDO
Tentación pagada [+18] [Completa]
FanfictionHas sido contratada como sirvienta por un peligroso cazador de listas negras llamado Kurapika, al que todos temen acercarse. La desesperación por encontrar empleo de medio tiempo te obligó a firmar un acuerdo que no entendiste muy bien, pero no le...