36.- Graduación

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Jade despertó dos meses después, tras una larga recuperación en la que varios médicos hunters y exorcistas trabajaron arduamente por eliminar los restos de un golpe nen que recibió.

Apenas recordaba cómo había acabado así. Intentó defender a los pasajeros después de que la araña asesinara al primer equipo de rescate y una oscura nube de humo la cubrió, perdiendo la conciencia, no sabía cómo es que seguía con vida.

El médico asignado para su caso entró a la habitación y al verla despierta, se apresuró a revisarla y asegurarse de que no tenía síntomas negativos.

—¿Segura que no sientes nada, Jade? —insistió el doctor para estar seguro.

—Sólo estoy un poco desorientada, ¿qué día es hoy? ¿pasé mucho tiempo en coma?

—Dos meses, llámanos a tu casa pero nadie contestó.

Jade entristeció al escuchar eso y apartó la mirada.

—Mis padres me dejaron a mi suerte hace años, vivo sola, así que...

—Oh, cómo lo siento, no debí...

—Está bien —dijo sonriendo para no poner triste al médico— lo que no te mata te hace más fuerte, supongo, la verdad no pensé que viviría.

—¿Tienes hambre? —preguntó él de forma un tanto amistosa.

—Me podría comer una vaca yo sola, te lo juro. —respondió con más confianza.

—Llamaré a las enfermeras para que te traigan algo de comer.

—No, por favor, no me gusta la comida de hospital. —hizo un  puchero de asco del cuál el hombre se enterneció.

—A mí tampoco, ¿sabes? sé dónde venden empanadas de carne deliciosas, ¿quieres? a los doctores no nos dicen nada si metemos comida de afuera.

—¡Sí, me encantan! ¡y con un refresco de uva!

—Qué rara combinación, yo pido exactamente lo mismo. —se sonrojó al saber que había otra persona de extraños gustos como él.

—¡Genial! ¡gracias, gracias! —se alegro Jade volviendo a recostarse para dejar que el doctor se fuera, hasta que una pregunta la hizo detenerlo antes de que cerrara la puerta— eh, ¡disculpa! ¿cómo te llamas?

—Soy el doctor Leorio Paladinight, pero para tí, sólo Leorio.

Jade vió su celular en una mesita alta donde colocaron todas sus pertenencias y maletas. Tomó el móvil y lo conectó para que la batería empezara a cargar.

Una vez encendido, vió tu mensaje y la fecha le hizo darse cuenta de que había pasado mucho tiempo.

Recibiste una notificación de mensaje mientras estabas de compras con tu madre en una tienda.

—Mira esta carreola —señaló tu mamá entusiasmada — ¡tiene un dispositivo para conectarse a internet!

—Mamá, voy a tener un bebé, no un smartphone. —respondiste quitando tu atención para revisar  tus notificaciones. —¿¡Jade!? mamá, ¡Jade me contestó!

—¿Segura que es ella?

—Sí, mira. —le mostraste la pantalla.

Jade: El wifi de aquí está culero, márcame.

—Sí, ya ví que sí es. —confirmó tu madre, extrañándola a pesar de haber pensado que era una mala influencia. —¿Qué esperas? llámala, yo no voy a hacer ruidos extraños. —se burló recordando todas las palabras vergonzosas que escuchaba de fondo cada vez que te marcaba.

Tentación pagada [+18] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora