Harry.
El proceso fue largo para Harry. Le fue muy difícil aceptar que regresar con Louis aún no era una buena idea, aún cuando cada parte de él así lo deseara. Pero era tan difícil cuando su cerebro le decía que no era tiempo, que era por sí bien, sin embargo su corazón parecía no pensar de la misma manera. Él le rogaba cada noche acurrucarse con Louis, cada mañana añoraba un beso de buenos días, cada tarde un mensaje o llamada, lo que sea.
Ver a su pequeño bebé le recordaba siempre a él, lo cual lo hacía un poco más doloroso.
Odio y tristeza lo dominaron por meses, mismos en que necesitó la ayuda de sus amigos para cuidar de su pequeño osito. Él no tenía la culpa de nada y sin embargo era quien más pagaba el precio de su corazón roto.
Intentaba convencerse de que esto era temporal, mientras Louis y él se sanaban a sí mismos e iniciaban de nuevo. Juntos. Cada día era peor, hasta que una noche sucedió algo que lo hizo abrir los ojos.
—¡Que no tengo la menor idea, Niall! —grita al celular mientras pasa un paño húmedo por la frente y cuerpecito de su pequeño bebé de cinco meses quien se altera y aumenta su llanto al escuchar a su papá gritar—. Lo siento, amor. Perdón.
—Harry. Necesito que te tranquilices, lo vas a alterar.
—¿Cómo me voy a relajar? ¡está ardiendo! —se le cristalizan los ojos— Y..yo no sé nada de... ya no sé qué hacer, no puedo hacer que baje.
—Debes llevarlo a consult...
—¿Crees que no lo sé? —Jadea comenzando a soltar un par de lagrimas— Fue lo primero que intenté pero no hay taxis cerca a esta hora de la noche y... y pensé que como tú eres doctor.
Niall suspira al escuchar como Harry comienza a hipar.
—Hazz... calma, llamaré a Liam e iremos por ti, ¿si? No tardamos.
Antes de que Harry pudiera responder el azabache ya había colgado la llamada. Intentó calmarse para no alterar más a su niño, meciéndolo en sus brazos.
Afortunadamente fue solo un resfriado, el rizado acostumbraba encender el aire acondicionado ya que le gusta dormir fresco, pero eso pasó factura a William, sin embargo Harry no pudo respirar tranquilo hasta que se recuperó por completo. Louis también estuvo presente, ayudando con los gastos de medicamento y visitando al pequeño, pero Harry solo tuvo ojos para su osito. Nadie más importó hasta que el niño salió de ese resfriado.
Desde entonces el lado paternal de Harry salió a flote como nunca, se convirtió en uno de esos padres sobre protectores que no querían ni una mota de polvo sobre su bebé. Pero estaba bien porque con Louis se hacía un buen equilibrio; mientras Harry lo sobre protegía, Louis sólo lo dejaba ser. Eso le costó más de un regaño de parte de Harry.
Fue gracias a ese suceso que comenzó a progresar y entender más cosas. Louis lo lastimó y le mintió pero porqué aferrarse a todo lo malo. Louis también le regaló los momentos más felices de su vida, lo hizo sonreír y le regaló ese pequeño ser que -aunque antes no lo quisiera- ahora era su luz y se estaba convirtiendo en la de Louis también.
Por qué aferrarse a emociones tan pesadas negativas como el odio cuando tiene la oportunidad de ser feliz, sin ningún peso extra. Solo feliz.
Ahora creía... que la felicidad estuvo siempre ahí, esperando a que él pudiera verla. Aunque creyó que para estar bien dependía de Louis, poco a poco entendió que en realidad eso solo le pertenece a él mismo. Aunque amaba a Louis no lo necesitaba, en realidad no necesitaba de nadie. Ver a William le recordaba que el pudo superar lo que pasó, así que él podría con eso y más. Sin importar a quien ame, o lo que suceda.
Duele estar consciente de esto pero no existe tal cosa como "morir sin alguien". Él sigue vivo sin Louis, y eso lo hizo entender que amor y dependencia son dos cosas muy distintas, y era un alivio para él saber que no era dependencia lo que sentía.
Amó con sinceridad y entregó todo aún si no funcionó. Ahora había alguien más a quien debía darle eso. Su pequeño osito William.
Es por eso que un año y meses después cuando Oliver le pidió permiso para intentar conquistarlo no se negó, además de que no le era indiferente también quería la oportunidad de amar y ser amado.
Oliver Murphy es un hombre que conoció gracias a su hermana. Son compañeros de trabajo o algo así ya que Oliver es el contador de la empresa. Admitía que dudó mucho en aceptar tal propuesta, tenía a William quien podía encariñarse y si esto no funcionaba el bebé lo resintiría quizás. Es por eso que tardó un par de meses para presentar a Oliver con el niño.
Oliver supo jugar sus cartas y aunque no era Louis, Harry estaba seguro de que sería muy feliz a su lado. Así como aprendió a quererlo seguro que también podría amarlo, Louis siempre sería su amor más profundo pero eso no le impedía seguir con su vida. Un bello recuerdo es lo que sería para él Tomlinson, mientras que Oliver sería su soñado presente.
Es por eso que cuando Louis le pidió intentarlo de nuevo tuvo que rechazar la oferta. Aún cuando su corazón se aceleró y sus ojos se cristalizaron, cuando quiso sonreír y sintió la necesitad de tirarse a sus brazos. Sabía que no era correcto, así que en su lugar le habló sobre Oliver. Su sorpresa no faltó cuando Louis le sonrió y le deseó felicidad. Y aunque sabe que seguro a Tomlinson le dolió tanto como a él fue lo mejor.
No pudo evitar pensar en un "¿y si...?" Pero ya no había remedio. Esa fue la decisión que tomó así que no se arrepentiría.
Y no. No es que aún no confiara en Louis, pero aunque demostró haber cambiado y ser el padre que William necesita, no está seguro de que vaya a funcionar. Con Oliver, tiene la certeza de que lo hará. Lo quiere.
Y debido a esa seguridad no se sorprendió cuando tres años después le propuso matrimonio, ¿quién le diría que no a ese hombre tan perfecto?
Harry no obviamente.
•Cat🐾
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Bebé A Bordo - Larry [M-preg] ¹
FanfictionUn hombre embarazado no era algo novedoso, pero si para Harry, quien no deseaba tener un bebé. Casi lloró al enterarse. Lo primero que pensó fue que Louis lo dejaría, así sería cuando se entere. No podía imaginar una cara felíz en sus pensamientos...