Por imbécil.

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Pasé a la habitación, Antoine entró detrás de mí.

Antoine: Natalia, por favor, te lo ruego, escúchame. -Dijo acercándose a mí.

Natalia: No te acerques. No te voy a escuchar. Está todo muy claro. Ven a ver a tu hijo cuando quieras, y llevatelo cuando necesites, pero a mí no me hables para nada que no sea de Diego o del equipo, y no te acerques a mí.

Antoine: Te estás confundiendo. -Lágrimas caían por su rostro.

Natalia: El que se confunde eres tú. Daría mi vida por ti, y tú en cambio...

Las lágrimas no pudieron resistir más, empezaron a caer de mi ojos.

Sentí la mano de Antoine secándome las mejillas.

Antoine: Te dije que no llorarás nunca, y menos por mí. No lo olvides nunca, aunque te olvides de mí. -No paraba de llorar, su voz estaba ronca, sus manos temblaban...

Natalia: Nunca te voy a poder olvidar, por desgracia. -Dije apartando sus manos de mi cara.

Antoine: Solo espero que algún día me escuches, que me dejes explicarme, todo era por nosotros...

Natalia: Adiós Antoine...

Salí con mi maleta, y con la de Diego.

Recogieron la cuna, y algunas cosas más y me metí al coche de Diego.

Por la ventanilla pude ver en la ventana a Antoine, todavía lloraba, al igual que yo.

Todavía no me lo podía creer... En fin, era una ingenua...

Llegamos a casa, Andrea y María me esperaban allí con Diego.

Llegué y me abrazaron, me obligaron a comer, se quedaron todos a comer en mi casa.

Natalia: Perdón, ahora vuelvo dije levantándome de la mesa cuando prunuciaron el nombre Antoine.

Subí a mi habitación.

Detrás mío venía Gabi.

Gabi: Natalia, espera.

Natalia: Dime -Dije intentando sonreír.
Gabi: Ya sabes, que aquí hay que ser fuerte.

Me abrazó, y yo me abracé a él.

Natalia: Por algo te admiro, adoro y te quiero tanto, por algo eres mi ídolo.

Me obligó a bajar abajo, y a distraerme.

A la tarde Mario, Koke, Andrea, Saúl y María me obligaron a ir a dar un paseo.

Nos sentamos en un banco, yo estaba encima de Mario, no entrábamos todos.

Natalia: Mierda. -Dije.

Vi a Antoine paseando, iba con dos amigos, al igual que yo estaba totalmente ido, sin entrar en la conversación.

Mario me levantó y me dijo que esperara ahí, se acerco a Antoine y empezó a hablar con él.

Oí a Antoine decirle: "Cuidala bien, por favor, no la dejes sola, no dejes que olvide que la quiero..." dicho esto le dio un abrazo a Mario y se marchó.

Mario me cogió y me llevó a hablar con él.

Mario: Deberías hablar con él, necesita explicarse...

Natalia: No quiero. No puedo, por ahora por lo menos... Y lo otro, lo de que me cuides y todo eso... Y ahora, llévame a casa por favor.

Mario: Valee, vamos.

Nos despedimos y nos fuimos.

Natalia: Voy a dormir, ¿vienes?

Mario: Está bien, pero por que estás triste, mañana fiesta.

Nos tumbamos en la cama.

Mario: Descansa un rato.

Natalia: Gracias por todo, de verdad, no sabes cuanto te quiero Mario.

Él me besó la mejilla.

En nada me quedé dormida.

Andrea: Despertar ya.

Todos rieron.

María: Decís que os vais un rato, y ya no volveis jajajaja

Antoine entró por la puerta y nos vio allí tumbados.

Antoine: Perdón si molesto, quería traer los biberones de Diego.

Los dejó allí.

Antoine: Bueno... adiós. - Dijo llendose.
Narra Antoine.

Un gilipollas. Con todas las letras. ¿Cuidala? ¿Que no se olvide de mí?
Le dije eso, y veo esto...
Soy gilipollas, por quedar con ella, arriesgándome a que me vieran, a perder a lo que más quiero en este mundo.
La he perdido, por imbécil...

Un sueño a tu lado (Antoine Griezmann)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora