Kuta decidió buscar a sus compañeros (al menos a los que no le intentaban matar) por el piso en el que estaba ahora. Si no encontraba a nadie ahí, subiría al siguiente.
Le llevó tiempo revisar el almacén, la sala de ordenadores y la cafetería. En algunos de esos lugares ya había estado, pero creyó que no perdía nada por volver a mirar. Lamentablemente, no encontró a nadie. Iba a comprobar también en la cocina, pero al entrar ahí tuvo un desagradable encuentro con Ayato, seguido de una persecución bastante intensa.
Una vez el juego del pillapilla hubo terminado, Kuta empezó a revisar las aulas. Al mirar en las aulas B2 y B3 y encontró la llave del C3.
Después se dirigió hacia el pasillo D. Intentó abrir la puerta de la primera aula, pero se dio cuenta de que estaba cerrada. Iba a seguir con la búsqueda de sus compañeros, pero le pareció ver algo. Miró por el cristal de la puerta del aula más detenidamente y pudo ver que alguien se estaba escondiendo debajo de la mesa del profesor.
— ¿Taeko? – preguntó Kuta.
El chico vio cómo la cabeza de su compañera morena asomaba por debajo del escritorio. Al ver que no era nadie que deseara su muerte, ella salió de su escondite y fue a abrirle la puerta.
Una vez los dos estaban dentro, Taeko volvió a cerrar la puerta con llave.
— Sigues viva – dijo Kuta con cierto alivio. – Sigues viva e igual de preciosa.
— Ese es el cumplido más raro que me han hecho, pero lo acepto igualmente – Taeko logró sonreír, a pesar de que la situación no le hacía ni pizca de gracia.
— ¿Qué hacías aquí escondida?
— Tú mismo lo has dicho, genio: esconderme. Me vio la psicópata de tu novia...
— Exnovia – aclaró Kuta.
— ...y por lo visto decidió que, si no te podía matar a ti, se conformaría conmigo – terminó Taeko.
— Eso explica que no me haya encontrado con Akane últimamente – murmuró Kuta. – Bueno, ¿qué tal tu búsqueda? ¿Has encontrado la llave de salida?
— Si lo hubiera hecho, sería lo primero que te diría.
— ¿Por dónde has buscado?
— Todas las aulas del pasillo D. ¿Y tú?
— Por todo el resto de lugares del piso. Nada.
— Seguramente estará en el primer piso – suspiró Taeko.
— Bueno, miremos el lado positivo: aquí hay dos yanderes. Ahí está solo Saiko.
— Supongo que es cierto...
Los dos salieron cautelosamente del aula y se dirigieron al piso superior en busca de dos cosas: Akira y la llave que les sacaría de ese infierno.
Bueno... aún no está confirmado, pero hay posibilidades de que empiece a actualizar con más frecuencia... espero que así sea :)
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Equipo yandere
FanfictionTres yanderes. Tres Senpais. Qué puede salir mal? Respuesta resumida: todo. Respuesta alargada: muchas cosas, pero muchas más cuando los yanderes forman una siniestra alianza... ¿Qué pasaría si al final los seis acaban metidos en un macabro juego de...