21. Hula-hula

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Todos estábamos notablemente nerviosos a excepción de los tres chicos que no sabían la razón por la que los cuatro tipos habían venido hasta aquí.

Y tal vez nosotros tampoco lo supiéramos realmente.

-David, ¿qué no te bastó con que te rechazara en el evento caritativo? -pregunté en cuanto estuvieron suficientemente cerca.

El se quitó los lentes de sol y me miró expectante, -Emily, no vine por ti. No todo gira en torno a ti.

-¿Entonces qué hace aquí? -Dean mantenía su agarré firme en mi cintura.

-Por ella. -David señaló en dirección a un grupo de chicos nadando.

Hubiera por mucho preferido tener que enfrentar lo que hubiera podido pasar con David viniendo por mi que teniendo que ver de nuevo a Dani Cartwright, la chica que le dio a David lo que yo no.

Saliendo del agua con su cuerpo envidiable que no parecía del de una estudiante de 16 años. Ni siquiera de 18. Con su larga cabellera rubia que cubría más piel que su bikini.

-Wow... -Dean tenía la boca abierta. Luego se dio cuenta de que lo veía y tosió volteando hacia otro lado-, es un lindo día, ¿no creen?

-No -susurré negando repetidamente con la cabeza.

-Me callo...

-No, después de todo, no es como que sea tu novia como para que me ponga celosa -quité su mano de mi cintura.

-Pero... -el chico estaba atónito, después pareció que había entendido a lo que me refería.- ¿Quieres ser mi novia?

-¿Novia o algo de una sola noche?

El chico pareció pensar la pregunta con una mano en la barbilla, lo golpeé con el codo.

-Solo bromeaba. -Rió-, novia.

-En ese caso... no.

Todos los que aún estaban ahí abrieron la boca de par en par incluyendo al castaño en frente de mi.

-Solo bromeaba, -miré a todos con una sonrisa-. Si quiero.

-Linda escena... Si me disculpan. -David se encaminó en dirección hacia donde se hallaba la chica antes mencionada, todos siguieron sus pasos fijamente con la mirada.

-Y veo que tu no perdiste el tiempo, Benny -fue Connor quien habló está vez.

Todas las miradas se concentraron en la mano de Akuma aún en la cintura del rubio.

Bennet abrió la boca para responder pero Connor se le adelantó, -no me interesa, vengo a ver que me encuentro por aquí.

Esa fue la señal para que el resto de los amigos de David se alejara, adentrándose en el pequeño grupo de personas que ya se encontraban bailando.

-¿Qué opinan de tomar algo en el café de allá? -Hulama señaló el café que vimos al llegar.

Todos asentimos y caminamos hasta el lugar.

Era pequeño pero seguía siendo lindo, tenía el estilo de una cafetería de los años 80's con la excepción de que todo era de madera con algunos detalles de metal para reforzar los bordes y una pequeña televisión colgada de la pared donde transmitían noticias locales.

Detrás de la barra, una mujer delgada, piel pálida y cabello rojizo con un uniforme rosa y delantal blanco, y en la cocina que se veía desde atrás una mujer muy parecida a la primera pero algo robusta y con el cabello más corto.

-Rhiver, Hulama, Akuma... traen amigos. -La mujer delgada nos saludó a todos con una cálida sonrisa-

-Son turistas pero no los espantes -Hulama le dirigió una mirada seria que después se convirtió en una sonrisa.

Del odio al amor hay un solo veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora