3. El inicio de la guerra

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Hoy era 30 de Junio, no había sabido nada de Dean desde el otro día y la verdad es que estaba muriendo de nervios, Hoy sería la primera cena, conoceremos a todo el clan Brown, sentía nervios ya que la cena sería en casa de los mismos y sería territorio de Dean y ya que la ultima vez que nos vimos me dijo que estaríamos en guerra creo tener suficientes razones como para tener miedos de esta noche; y por si fuera poco, Elizabeth no esta en la lista de invitados de esta noche.

Salíamos en cinco minutos, yo llevaba una hora arreglada con un vestido color coral que me llegaba cinco centímetros arriba de las rodillas, unas zapatillas del mismo color altas y el cabello recogido en un chongo bastante elaborado y elegante. 

Alargue todo el camino por mi casa hasta el auto ya que no tenía muchas ganas de llegar a la cena, toda mi familia ya estaba en este perfectamente arreglados, incluyendo a Matt que se veía tranquilo a pesar de que el sería el centro de atención, aunque por el historial de enemigos de Dean yo tenía más posibilidades que el de llamar la atención, aunque me preocupa mucho como lo haré.

Durante todo el camino me la pase imaginando que podría hacer el chico malvado, pero al entrar a la casa de los Brown me lleve toda una sorpresa al ver que el chico estaba totalmente arreglado en la entrada con un traje negro y corbata del mismo color, esperando a que llegáramos, -Bienvenidos, los estábamos esperando, pasen- dijo este muy amable, casi creí que era un sueño pero al pasar a su lado me puso el pie por lo cual tropecé y el aprovecho para sujetarme y que pareciera que el me escoltaría.

-Fíjate mejor por donde caminas. -Dijo cínicamente en susurros que solo yo podía oír mientras caminábamos hacia el salón principal.

-Eres un idiota -le respondí.

-Ten cuidado, estas jugando con fuego -respondió. Después de eso seguimos caminando de ese modo hasta donde nos esperaba todo el mundo.

Era un salón bastante amplio con suelo de losa blanco liso sin separaciones, había muchas personas en ese lugar, todas muy bien arregladas, y conversaban entre ellos, Dean se volvió a acercar a mi oído y susurró, -Ahora te presentaré a toda mi familia. Los vas a amar.

No sabía si había alguna intención oculta en sus palabras, pero de cualquier modo ya estaba totalmente alerta.

Luego de una hora Dean ya me había presentado a casí toda su familia, y lo había echo como "Emily Aston, la hermana de Matt", quizás todo eso de la guerra y jugar con fuego solo eran bromas para asustarme, estaba siendo una buena noche, hasta Dean comenzaba a agradarme. Pero estaba hablando demasiado pronto, aun no había conocido a toda la familia.

-Jammie, -dijo el chico del que estaba agarrada mientras se acercaba a una chica de cabello rubio que yo suponía era su prima.

-Deanny, -le respondió ella mientras besaba su mejilla- ¿Quién es ella? -pregunto señalandome.

-Ella es Emily -dijo en un tono como recordandole algo.

-Oh, ya veo, la hermana del novio. -Yo asentí,- pues no eres tan bonita como todos dicen, y vaya forma de vestir que tienes, es decir, no estamos en una pelicula en blanco y negro.

-¿Disculpa? -pregunté a la chica que estaba comenzando a odiar.

-No pidas disculpas, no es tu culpa, bueno, quizas un poco. -Dijo y luego se fue.

-¿Qué fue eso? -le pregunté a Dean.

-Oh, solo Jammie siendo ella.

La noche continuo entre más comentarios como ese por parte de otros familiares, incluso dolió mucho el de uno de sus primos llamado Cameron quien es gay y dijo que precisamente por chicas como yo es que el agradecía que le gustaran los chicos.

Cuando me di cuenta de que Dean tenía algo que ver con todo eso me separé bruscamente de el y caminé hasta los jardines para tomar un poco de aire. ¿A quién engañaba? a mi misma, quería salir a llorar, y eso hice, en cuanto estuve lo suficientemente lejos de la casa entre los matorrales de plantas comencé a llorar y marque el numero de Elizabeth.

-¿Em? -dijo la rubia llamándome por mi apodo- ¿Qué sucede? ¿Cómo va la fiesta?

-Mal -dije entre lágrimas.

-¿Por qué? -preguntó.

-Dean y sus primos me dieron una muy calida bienvenida, -respondí con tono ironico.

-Oh, ya veo, ¿Quieres venganza? por que mereces esa oportunidad, podrías tirarle ponche encima y usar nuestro libro de insultos con sus primos, te lo puedo llevar pronto.

Reí al recordar ese libro que ambas escribimos, este tenía escrito cientos de insultos muy hirientes que solo usamos para situaciones que lo requieran, -no- respondí, -voy a entrar y a lucirme como la gran estrella que soy, después de todo, solo fueron palabras, mejores palabras harán que me sienta mejor, y basta con que yo me las diga a mi misma.

-Wow, soy tu mayor fan, -respondió- ahora vuelve adentro y demuéstrales que no te vencerán tan fácilmente.

Colgué el teléfono, lo volví a poner en la pequeña bolsa de mano que llevaba conmigo y comencé a decirme internamente lo genial que soy y que ni Dean ni nadie podría cambiar eso.

Sequé mis lágrimas y camine de regreso al salón. Me detuve frente a la puerta, solté mi cabello largo que quedo sujeto por un par de pasadores pero el resto caía por mis hombros, el cabello se me veía ondulado lo cual me daba un toque más llamativo que cuando había llegado, arrojé la liga al suelo, abrí la puerta y entré caminando como una princesa en un desfile.

 Al entrar pude notar como algunas personas me voltearon a ver, incluyendo a Dean quien se hallaba al otro lado de la habitación, el en especial se me quedó mirando todo el recorrido que realicé hasta el, el destino pareció ayudarme ya que en el momento justo en el que me paré junto a el comenzó a sonar una canción para un baile, parecía muy anticuado, pero ese era mi fuerte.

-Bailemos. -Le dije jalandolo hasta el centro de la pista.

No fuimos los primeros en empezar a bailar, no dejaba de verlo y pensar al mismo tiempo en cuanto lo odiaba, pero lo disimulaba muy bien. Cuando el sonrió yo le dije casí en un susurro, -buen intento, pero necesitas más que palabras para hacerme caer.

Tras decir eso lo pisé en el pie fuertemente con el tacón sin que nadie se diera cuenta y despúes me alejé rápidamente.

Seguí observando como Dean bailó una canción más y después se fue cojeando, no pude evitar soltar una risa por ello. La cena continuó otro rato, después llegó la hora de irse por lo que me rencontré con mi familia en la salida, nos despedimos de los Brown incluyendo a Dean quien esta vez me miraba aun con más odio que cuando había llegado.

Ya en la limusina mi madre dijo, -¿No les pareció un poco raro el baile?

-Un poco, querida. -Le respondió mi padre.

-Natalie dice que es una tradición de su familia, -aclaro mi hermano.

-Pues a mi me gustó mucho, -dije sonriendo maliciosamente.

-Extraño ya que solo bailaste una vez -comentó mi papá.

-¿Notaron que Dean estaba cojeando?, -dijo mi madre.

-Si, me pregunto que le habrá pasado. -Agregó mi hermano mirándome acusadoramente. Quizás si me había observado alguien, pero solo sonreí de vuelta como respuesta.

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Aún no soy muy bueno para cumplir promesas, aun no son tan largos como quiero, es que a veces me olvido de escribir el capitulo, este lo acabo de escribir hoy, así que no sean tan críticos.

Del odio al amor hay un solo veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora