2. Declaración de guerra

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El día de hoy lo pasaría en como ya había dicho en casa de los Brown, solo que como necesitaba apoyo moral, convencí a Elizabeth para venir conmigo ya que me lo debía. Así que, es así como a las doce de la mañana me encontraba con mi mejor amiga parada afuera de la mansión de los Brown, entramos y fuimos escoltadas por un mayordomo hasta un estudio bastante amplio con puertas de madera donde ya se encontraban la Sra. Brown, Natalie y mi madre quien había llegado hace rato.

-Que bueno que llegan, estamos terminando de concretar la boda familiar -dijo Lily, o bien, la señora Brown.

-¿Boda familiar? -preguntó Elizabeth extrañada.

-Lo que sucede es que habrá dos ceremonias, una será un evento social muy grande donde todos los amigos de ambas familias serán invitados, y la segunda será una pequeña ceremonia que se realizara en una playa, pero solo se invitarán a los más cercanos a los novios. -Dijo mi madre- creo que te alegrará saber que estas contemplada en esa lista.

-Gracias señora Aston, será un placer ir -contestó mi amiga.

-Bien, -empecé- y por lo que vinimos, yo creo que lo mejor sería solamente que fueran veinte personas en total, ya saben, para que se mantenga familiar como quieren.

-Si, deberán de ser diez invitados de cada familia, y Elizabeth será la veitiuno. -Dijo Natalie.

-Me siento tan halagada -dijo como respuesta Elizabeth.

-Pero el probelma es que Matt debe estar de acuerdo con la lista, -empezó mi madre- ¿Dónde esta?

-Creo que tuvó cosas que hacer en la empresa, -respondió su prometida- dijo que nos alcanzaría a las dos de la tarde.

-En ese caso creo que iremos a casa. -Dije yo encaminandome hacia la puerta.

-Cariño, vamos, solo son dos horas y podemos aprovechar para conocernos mejor. -Insistió mi madre.

-Claro, pueden pasearse por la casa con confianza, después de todo -empezó la señorá Brown-ya casí somos familia.

-Nos gustará -dijó mi mejor amiga sin darme tiempo de protestar y jalandome a fuera del estudio.

Ya estando ambas lejos de ellas le reclamé -¡Hey! ¿Por qué arruinaste la perfecta oportunidad para ir a casa?

-Porque ambas vamos a quedarnos aqui y buscar algo que nos sirva para amenazar futuramente a tu futuro familiar, -la miré con cara de regaño- bien, se que esto no es lo tuyo, pero piensa en lo genial que sería tener una foto vergonzoza o algo por el estilo sobre Dean.

-Okey, empecemos el recorrido.

Amabas caminamos al rededor de toda la casa viendo retratos con fotos de la familia, pero nada como lo que buscabamos, pasamos así cerca de media hora y después vimos a Dean saliendo de su cuarto con una chica de segundo año, ella era rubia y bastante bonita, al unir cabos me di cuenta que acababan de tener sexo. Dean no tenía verguenza, tuvo sexo con una chica mientras nosotros estabamos en la casa.

-Vamos, entremos a su cuarto -me dijo Lizzie.

-Pero... - ni siquiera escucho mi protesta pues para cuando me di cuenta ya me había arrastrado a la habitación de Dean.

La habitación era muy grande, había libreros repletos con libros clásicos y modernos, todo estaba perfectamente acomodado a excepción de la cama que estaba totalmente desordenada. Me daba algo de asco mirar las sábanas, pero Elizabeth ya estaba hurgando entre los papeles del escritorio del dueño de esta habitación.

Me acerque a ella y pude ver los múltiples papeles con caligrafía perfecta y sin ningún dobles, no esperaba tanto orden por parte del alocado dueño de las fiestas Dean Brown que recién acaba de acostarse con una chica de segundo año.

-No puedo creer que este sea su cuarto -dije a mi amiga que seguía viendo los papeles.

-Pues no lo es, -dijo una voz a nuestras espaldas que pude reconocer inmediatamente- ¿por qué querían ver mi habitación? -preguntó Dean.

-Yo lo siento mucho -dije sonrojada.

-Para tener material de chantaje -dijo mi habita tan despreocupada.

-Pues lamento decirles que se confundieron de habitación.

-Pero te vimos salir de aquí con esa chica -respondí instintivamente.

-Yo no llevó a ninguna chica a mi habitación -contesto el como sí fuera una persona con mucha clase.

-lo siento, no sabía que tenías políticas con tus ligues. -Le dijo Elizabeth.

-Si Emily lo pide puedo explicárselas con detalles. -dijo el mirándome.

-No, gracias -empece- nosotras ya nos vamos. Con tu permiso.

Tomé a mi amiga por la muñeca y la jalé fuera de la habitación. Pasé casi empujando a Dean pero no me importo, supuse que lo mejor sería evitar encontrarnos a ese chico por el resto de la mañana así que salí al jardín, mi amiga se soltó de mi agarre una vez estuvimos en este.

Paseamos unos minutos conversando pero después ella recibió una llamada que le decía que debía ir rápido a su casa por lo que me quede sólo esperando con mi madre, Natalie y la señora Brown en una pequeña mesa de metal ubicada en en una parte de concreto del jardín que tenía un camino de piedras que llevaba a la sala de la casa.

Seguimos conversando por un largo rato hasta que llegaron mi hermano y Dean, no volvimos a entrar en el estudio, en vez de eso decidieron hacer la lista de invitados afuera, para mi mala suerte Dean se sentó a mi lado y no paraba de lanzar coqueteos hacia mi. Después de un rato todos se pararon para entrar a la casa, yo también lo iba a hacer pero el chico sentado a mi lado me detuvo sujetándome de la muñeca.

-Emily... -empezó a decir pero lo interrumpí.

-¡Basta! Entiende que no quiero nada contigo, de hecho, creo que te odio.

-Sólo iba a pedirte disculpas y ofrecerte llevarnos bien ahora que nuestros hermanos se casaran -dijo.

-Ah -respondí atontada.

-Pero si así es como te sientes, -empezó- creo que no quiero parar, sólo que esta vez -se acercó un poco a mi-, no te coqueteare, simplemente te tratare con odio.

-¿me estas declarando la guerra? -dije conteniendo una carcajada.

-Si eso es lo que quieres. -Dijo entrando a la casa.

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Bien, se que es corto, pero esta vez es enserio.

Lo haré mejor.

Espero les guste el capítulo.

Del odio al amor hay un solo veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora