Yo mataría monstruos por ti- KOOKMIN OMEGAVERSE

Capítulo 6

Observar la ciudad desde los edificios altos del sector cuatro siempre ponía melancólico a Jungkook, quizás era que el cielo despejado parecía proyectar recuerdos, como trozos de espacios vacíos que contaban historias. A veces tenía miedo de que un día dejaran de estar ahí

El viento estaba frío, pero no había una sola nube en el cielo. La torre Wallrose resplandecía entre la oscuridad como un gran faro que atraía a los barcos en un risco. A su alrededor cientos de casas modernas y luces. Kreals era como un enorme laberinto circular, y cada sección era un mundo diferente. Miró a su alrededor analizando con detenimiento el sector cuatro.

No había mucho que ver, un montón de estructuras desorganizadas. Casi abandonadas, amontonadas, todo cubierto de basura y escombros.

Ese era su hogar, al menos uno temporal. Jungkook a veces pensaba que no tenía ninguno. Vagar de aquí allá era su vida, odiaba quedarse en un solo lugar porque no quería acostumbrarse, sabía que en algún momento tendría que huir, esa era la vida de un lobo.

Y comenzaba a cansarse.

El silencio era palpable. Y de no ser por Namjoon quizás se habría vuelto un poquito más loco de lo que ya estaba. No sabía que la paz que sentía estaba a horas de acabarse.

—¡No! ¡No hemos visto a nadie lo juro! ¡por favor, se lo suplico es todo lo que tenemos!

Parte de ser un lobo era la carga de ser demasiado consciente de todo, poseer un oído super desarrollado era una gran ventaja la mayoría de las veces, pero también era una maldición.

—Hay informes de que un lobo fue visto por aquí, registren todo.

Los rumores se esparcen como la gripe, llegan a los lugares más recónditos de Kreals, Jungkook apretó el puño mientras escuchaba como los cyborgs de la guardia dos destruían una de las casas del sector 4.

—Por favor...

La vida era injusta.

Su madre solía decirle que él era como un libro abierto, que jamás podía esconder lo que sentía porque su rostro era demasiado expresivo. Lo comprobó michas veces, Namjoon también pudo notarlo.

—No es de nuestra incumbencia.

Jungkook lo miró, tenía esa aura de chico intelectual y maduro. A veces lo odiaba tanto, odiaba que actuara como un robot. Como uno de esos monstruos mecánicos.

—Estas equivocado, nos concierne más de lo que crees.

Mantener la calma en momentos de crisis, era una estupidez, cuando hay problemas debes estar preocupado, sí, pero también alerta. El miedo es el mejor impulso para actuar. Para ser valiente primero debes tener miedo.

—Creí que odiabas a los humanos. —Namjoon se mostraba curioso, lo que era poco usual.

—Solo a los que se aprovechan de los demás —soltó con voz seria— Míralos, ¿Qué han hecho ellos? Son marginados igual que nosotros, odio a los humanos sí, pero no a todos.

Ambos observaron como tres Cybors del sector dos salían de la casa casi destruida. Detrás, una mujer anciana lloraba junto a un hombre, su esposo quizá. Su hogar había sido destruido, todo porque alguien había avisado el avistamiento de un lobo.

Por mas que Jungkook odiase a los humanos entendía si esa pareja comenzaba a odiar a su especie, lo habían perdido todo, lo poco que tenían. Lo peor es que ni siquiera era su culpa, ni de ellos ni de los lobos.

Pero ¿Quién podría saberlo?

Tan diferentes, pero tan iguales, crecieron odiándose sin saber que la respuesta a sus problemas era la unión.