Capítulo 21

336 41 24
                                    

La palabra salió de los labios de Jimin como el que pareció el último aliento de un desahuciado, un susurro débil, un diminuto sonido más que una palabra. Jungkook lo había escuchado antes, tantas veces que podía reconocerlo perfectamente.

Hubo un silencio y luego llegó a él el peculiar y amargo olor a tensión. Para un alfa, sobre todo uno como él, ese olor con frecuencia suele atraer al animal, lo llama, como una invitación a la lucha. No obstante, más allá de sentir algún tipo de amenaza por la presencia de tres alfas, que además los miraban con insistencia, la curiosidad como vieja extraña hizo presencia en él. Luego, el impulso de tomar el pequeño cuerpo de Jimin y ponerlo a salvo detrás de él surgió casi con la misma intensidad que el aroma a mar que se colaba por la ventana.

¿Papá? ¿Había dicho papá?

¿Ese alfa de cabello castaño era el padre de Jimin?

Jungkook tenía muchas preguntas, lo abrumaban conforme la situación se asentaba en su cabeza. Nadie hablaba y cuando el hombre dio dos pasos en su dirección su cuerpo se movió de forma automática poniendo un brazo delante de Jimin.

El hombre lo miró, y pudo notar en sus ojos la viva expresión de la confusión, el desconcierto y más allá, un poco en el fondo, el disgusto.

—Jimin…—lo llamó, parecía usar un tono de precaución, como si temiera que el chico saliera corriendo al escucharlo, como un animalito asustadizo.

Entonces Jungkook recordó esa voz.

“Papá”

Pero Jimin no huyó, en su lugar, Jungkook observó como el omega se quebraba frente a él. Se echó a llorar como si alguien le hubieran dado la peor noticia del mundo.

—¿Gong Yoo? ¿Está todo bien? —la tensa voz del otro alfa interrumpió el sonido del llanto de Jimin.

Jungkook no sabía qué hacer, habían sucedido tantas cosas en tan poco tiempo que su mente no terminaba de procesar todo. Jimin estaba llorando con la misma intensidad con la que solía hacerlo durante las primeras noches después de que regresara a su forma humana.

Trató de tomar su mano, pero apenas rozó sus dedos cuando el aparente padre corrió hasta él y lo abrazó apartándolo de su lado.  

El animal que yacía en su interior se removió incomodo, pero Jungkook lo ignoró, apartando esa absurda idea de tomar a Jimin y llevarlo lejos.

Ellos compartían un lazo familiar, algo que por experiencia sabía, era una conexión fuerte en la que nadie debía interferir.

Era su padre, entonces ¿por qué lo no lo había buscado?

—Hijo yo…creí que habías muerto.

Y de pronto, una rabia inexplicable nació en el interior de Jungkook al escuchar esas palabras. Como si le vertieran combustible a una chispa, convirtiéndola en una llamarada incontrolable.   

(…)

Jimin quería abrazar a su papá. Quería decirle que lo extrañó mucho y que estaba tan aliviado de encontrarlo.

Pero no lo hizo.

Entre temblores y con el corazón desbocado, lo apartó.

Yo mataría monstruos por ti- KOOKMIN OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora