Capítulo 16

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Las horas se transformaron en días, los días en semanas y en un abrir y cerrar de ojos el tiempo había trascurrido tan rápido que las hojas dejaron de caer y una mañana el piso ya se hallaba cubierto de una fina capa de nieve.

El invierno había llegado, y con él el sentimiento de incertidumbre se hacía cada vez más grande en la mente de Jungkook.

-Nos vamos mañana, prepárate. -anunció una tarde.

-¿A dónde vamos? -preguntó Jimin.

-A donde podamos resguardarnos del frío, así no podemos dormir en el suelo, sobre todo tú. Es peligroso.

Los lobos eran más resistentes en todo sentido, pero las sensaciones normalmente eran más intensas, su condición de alfa le ayuda a mantener una temperatura corporal estable y por lo tanto el frío no lo afectaba tanto, pero Jimin era otra historia, por lo que pudo notar el omega era muy sensible a los cambios de temperatura. El frío lo estaba volviendo lento, ya no lograba seguirle el paso cuando salían a cazar, lo vencía fácilmente cuando luchaban y por las noches no dejaba de temblar.

A ese paso terminaría enfermando.

Era una probabilidad baja, pero existía. Los lobos no se enfermaban de la misma forma que los humano, y en su estado sano era casi imposible que contrajera alguna clase de enfermedad, sin embargo, tampoco era invencibles, si su cuerpo era sometido a ambientes extremos podía pasar. Jungkook no quería arriesgarse.

Fue así como una mañana recogieron su campamento y se marcharon hacia las montañas.

-¿Conoces a Tear For Fears? -preguntó mientras caminaban.

Ambos cargaban mochilas pesadas con sus pertenecías, la de Jungkook era un poco más grande, pero estaba muy satisfecho al ver que el omega parecía haber obtenido más fuerza y resistencia, ya no jadeaba y tampoco lucía agotado a pesar de que llevaban varias horas caminando.

Jungkook respondió.

-¿La banda? -Jimin asintió- sí, bueno algo, cuando salía a buscar cosas a veces encontraba discos de música antiguos en las casas abandonadas -era bastante común en realidad, los discos eran artefactos viejos que ya a nadie le interesaban, así que había muchos regados por ahí, él los coleccionaba, por decirlo así. Las personas ya no se molestaban en escuchar música del mundo viejo, tenían inteligencias artificiales que creaban lo que quisieran.

Se lo explicó a Jimin, quien al escucharlo puso cara de indignación.

-Pero si los discos son lo mejor, el sonido es genial, yo tenía un reproductor que me regaló mi papá. Nam y él me traían muchos discos.

Atravesaron un campo abierto que estaba repleto de flores violetas. Jungkook todavía no podía creer que eso existía, todos creían que el bosque y las montañas eran un páramo abandonado, él tenía información sobre algunos humanos que habían intentado entrar, pero algo los había ahuyentado. En un principio pensó que no habían encontrado nada y por eso dejaron de interesarse. Pero luego descubrió que varios soldados acabaron heridos. Los rumores decían que una tribu de lobos errantes vivían ahí, que los habían atacado y por eso no regresaron. En las calles corría la voz de que no quedaba nada. Para los lobos, el bosque solo era el recuerdo de lo que alguna vez fue el hogar de cientos de manadas por lo que el dolor de la perdida los influenciaba a no acercarse.

En aquel instante no pudo sentir esos rumores más absurdos, sin embargo, ni siquiera estar frente a una imagen así lo tranquilizaba. No tenía sentido, ¿Cómo era posible que las flores se mantuvieran con vida en invierno? No había pasto, el tallo parecía nacer de la misma nieve.

-Dime cuál es tu canción favorita.

Jungkook desvió la mirada de las flores para posarla sobre el omega. Claro, él no sabía cómo era el mundo, para Jimin todo era nuevo, y un campo de flores que nacen de la nieve no era más impresionante que una simple secuoya o un pez.

Yo mataría monstruos por ti- KOOKMIN OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora