Yo mataría monstruos por ti- KOOKMIN OMEGAVERSE

Capítulo 7

Su madre solía decirle que antes de una tormenta siempre se hacía presente una calma extraña y reconfortante. Así te hiere más, así te atrapa con la guarda baja.

El clima estaba lluvioso, hacía frío y su cuarto olía a humedad, Jimin odiaba la humedad porque no había forma de mantenerse caliente, el agua entraba por todas partes y era casi imposible guardar un poco de calor.

Cuando la primera bomba se escuchó Taehyung estaba hablando sobre su odio irracional hacia la piña, (una fruta que ya no formaba parte de su escaza alimentación) entonces el sonido lo interrumpió.

—¿Qué fue eso? —Jimin no se sorprendió de que el humano lo hubiese escuchado, el estallido le provocó dolor en los oídos. Había sido lejos, pero el impacto seguramente fue muy grande ¿Qué estaba ocurriendo?

De pronto una sensación desagradable comenzó a crecer en su estómago.

Namjoon.

—Jimin —Taehyung repitió al no escucharlo— ¿Escuchaste eso?

Claro que había escuchado, era un lobo, tenía un oído sobrehumano.

—Lo escuché, creo que fue algo lejos.

—No es normal, la guardia por lo general es silenciosa, si hay algún problema lo resuelven sin alboroto, algo pasó, estoy seguro.

Taehyung sonaba preocupado.

Jimin se recargó en la pared con las rodillas al pecho. Estaba asustado, sus manos temblaban y su frecuencia cardiaca estaba disparada. Namjoon había salido en la mañana y su padre tenía diez minutos desde que fue a recoger algunos víveres. Él y su madre estaban solos, ella tenía toda la mañana encerrada en su cuarto haciendo lo que parecía su regalo de cumpleaños.

Si algo estaba pasando arriba ¿Qué harían? Eran dos omegas débiles, por dios él ni siquiera sabía cómo era arriba. Quería a Namjoon, necesitaba a Namjoon, necesitaba saber que lo tenía bajo control, que todo estaba bien y solo era un gran susto. Quería que alguien le dijera que su vida seguiría como hasta ahora, tranquila, que no había un mundo arriba ni gente malvada, solo él y su familia viviendo en esa diminuta casa bajo la tierra. Él estaba bien con eso ¿Cierto?

Bueno el problema es que no lo estaba, y lo aterró más al darse cuenta de las enormes ganas que tenía de que una bomba explotara sobre su casa y no tuviese más opción que salir. Quizás esa sería la única forma en sus padres cederían.

—¿Aún estas ahí?

—¿Ah? Oh lo siento estaba pensando —Jimin se había perdido en sus pensamientos, el cuarto estaba igual que siempre, pequeño, húmedo, sin vida.

De pronto otro estallido se escuchó, esta vez más fuerte que el anterior. Sus oídos timbraron con dolor, su corazón se disparó.

Ahora tenía miedo, mucho.

—Jimin debes salir de ahí, estás justo debajo de un puente a medio caer —Taehyung sonaba agitado del otro lado— escucha, intentaré moverme también, pero necesito ayuda, mi pierna es inútil, debes salir, la vieja estación del tren no queda muy lejos, baja por las escaleras, voy a arrastrarme hasta la salida.

Jimi tragó saliva, abriendo y cerrando los ojos mientras una tercera bomba explotaba no muy lejos, apenas era consciente de sí mismo y de la voz se su amigo dándole una serie de indicaciones que no entendía porque sus odios estaban aturdidos por los estallidos. Todo estaba borroso, todo se movía a su alrededor y él no podría mantener el equilibrio por mucho tiempo.

—¡JIMIN! —el pánico en el grito de su madre fue la bofetada de realidad que lo hizo reaccionar. La mujer entró corriendo con una expresión de horror en su rostro— ¡JIMIN! —lo sacudió— ¡JIMIN TENEMOS QUE IRNOS!