Raquel P.D.V
Sentí una mano... estaba helada. No paraba gritar su nombre pero, él no me respondió en ningún momento. Sabía que esa mano que sentía no era de José, sé que era una persona; pero... ¿Quién? ¿Quién había subido las escaleras cuando se fue la luz? Agarré mi móvil que estaba en el bolsillo del pantalón e inmediatamente enfoqué en busca de la persona que me tocó la mano. La luz solo iluminaba una parte de las escaleras. Pasé el móvil cerca de mi hombro y pude ver una sonrisa, era horrible... llena de odio, dolor y tristeza al mismo tiempo. No era José, era una mujer o eso me parecía. Mi móvil se apagó, era raro ya que tenía toda la batería. La escalera volvió a quedarse completamente a oscuras... tenía miedo. Solo de recordar esa sonrisa mis pelos de erizaban como si de púas se tratasen.
Comencé a bajar las escaleras agarrándome a la barandilla para no caerme. No quería quedarme sola en la oscuridad y menos después de a ver visto eso. Bajé lentamente, sentí como si unos pasos bajasen detrás de mí. Aceleré el paso. Llegué hasta abajo y pude ver que las luces de secretaria aun estaban encendidas, me acerque hacia ellas en busca de alguna persona... nada. No había absolutamente nadie, solo una luz parpadeando, la sala era pequeña y esa luz iluminaba todo. Tenia la puerta para salir del instituto al lado, me gire para caminar hacia la puerta y pude ver de nuevo esa sonrisa. La tenía frente a mis ojos y no se movía. Algo me tocó a mi lado... José. ¿De dónde había salido?
-¡José! ¿Dónde te habías metido?-Le grité a la vez que le pegue un golpe en el hombro.
-Había subido a la azotea de nuevo, me olvide el móvil. -Respondió como si no la hubiese escuchado en la escalera.
-Como me vuelvas a dejar sola te meteré tal hostia que no te olvidaras de ella -Le dije con tono enfadado.
-Vale cariño, no volverá a pasar. - Dijo con tono burlón arqueando una ceja.
-Vámonos antes de que te mate, no quiero seguir en este sitio a oscuras y menos contigo. -Respondí sacándole la lengua.
Agarré de la chaqueta a José y empecé a tirar de él para salir del instituto. Giré el pomo para salir, estaba cerrado. Fuimos al despacho del director en búsqueda de alguna llave. Al llegar vimos que la puerta estaba medio abierta, la abrimos del todo. El despacho del director era una sala bastante grande, con sus asientos, sus ventanas aunque cerradas ahora mismo y una mesa donde se sentaba él. Nos metimos dentro de la sala y comenzamos a buscar las llaves. Busqué por todos los cajones pero no encontré nada, había un cajón roto medio desencajado que aún no había visto, metí la mano para intentar abrirlo pero, no lo conseguía. Llamé a José para que me ayudase, agarró de él y lo abrió del todo. Dentro de él había un cuaderno de notas antiguo, parecía abandonado ya que estaba lleno de polvo. Parece ser que no era de este director sino ya estaría abierto o incluso en la basura. Lo metí en mi mochila para revisar sobre que era aunque lo principal era encontrar las llaves de la entrada. Buscamos por toda la sala pero no estaban. ¿Estarían en conserjería? Fuimos a mirar, fui a encender la luz del pasillo para no ir a oscuras hacia allí. Sin querer toqué el botón de alarma de cambio de clase, comenzó a sonar muy fuerte. Cuando fui a pasarle no lo conseguí, se había quedado encajado. Fuimos andando con la luz apagada y la alarma sonando por aquel pasillo, largo y oscuro... Me daba igual que sonase la alarma, solo quería salir de ahí.
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Doce gotas de sangre
HorrorHistoria basada en lo paranormal, los problemas que pueden ocurrir por una muerte o incluso por el maltrato hacia una persona. Ha fallecido la directora, parece que fué un suicidio. Doce alumnos han sido asignados a ir a la clase 101, la clase dond...