Doce gotas de sangre

Capitulo 20.

Raquel P.D.V
*Despierto del "sueño" que he tenido, solo recuerdo esa parte de esa época. Ese sentimiento... Ese desmayo. Algo había cambiado dentro de mi... Algo oscuro se apodero de mi cuerpo. Fui camino a casa de Julia para darla mi apoyo por lo de José. Camino a su casa me encontré con Tobías en el parque al lado de su casa. Intente pasar de largo pero me vio y vino hacia mi.*

-Necesito hablar contigo.- me dijo sujetándome la mano.

-¿que quieres, perro? Tengo prisa. -dije en tono burlón.

-Quiero que sepas que me gustas.- Dijo tímidamente.

-tu a mi también...-dije, pero no me dejo terminar la frase.

-entonces...¿te gustaría ser mi novia? -dijo nerviosamente, pero bastante seguro.

-no.- le corté de golpe. - no me has dejado acabar. Tu también me gustabas, ya no. Te puedes ir a la mierda en compañía de tu amiguita Sonia.

-¿como?¿porque dices eso? - tenia cara de impresión.- ¿porque estas así?

-adiós.- me fui a ir, pero me agarro la mano. Me di la vuelta y le golpee en la cara.- no me vuelvas a tocar, para eso ya tienes a la otra.

*me fui camino a casa de Julia, Tobías no volvió a molestarme. Se merecía esa hostia después de haberse acostad con Sonia. Llame a casa de Julia pero nadie abría. La ventana de la cocina estaba abierta, me asome por si había entrado algún ladrón.*

-¿hola?¿hay alguien?-pregunte en voz baja suavemente.

*escuche un ruido en la sala de arriba. Cruce por la ventana y agarre un cuchillo de la cocina. Subí las escaleras. No había nada, todo estaba oscuro, las puertas abiertas de par en par, excepto la de Julia.
Toque la puerta en búsqueda de alguna respuesta... Nada, solo silencio. Escuche algo caer dentro de la habitación. Comencé a empujar la puerta de manera que, de tanto forzarla, se acabase abriendo. Estaba cerrada con llave, todo era imposible. Algo abrió la puerta por dentro, pero nadie había en pie. Estaba Julia en el suelo con un bote de pastillas en la mano. ¿Se había intentado suicidar? Llame a la policía para que viniesen a ayudar, pero no había cobertura. Había una carta en su cama.*

«hola, Julia. Te escribo esta carta para que sepas que... Para mi no has sido nada, solo una aventura. Te he utilizado todo este tiempo, no te quiero. Olvídate de mi y sigue con tu vida, adiós.»

*¿era una carta de José? Pero.. si José esta muerto... ¿Quien ha podido escribirla? Agarre a Julia, la subí a mis hombros. Todo estaba oscuro, y la casa de Julia era bastante grande. Fui con ella agarrándola con una mano para que no se cayese de encima de mi espalda, y con la otra tocando objetos o pared para no caerme. Sentí algo frió con la mano, algo helado. Me recordó al tiempo que estuve encerrada junto a José en el instituto. Escuche a Julia gritar en mi espalda.*

-te lo advertí. -dijo una voz femenina que estaba delante mía.

Julia P.DV.

«Recuerdos»

*eran clases antes de las vacaciones, todo el mundo había faltado menos José y yo. Al principio estábamos distanciados, porque habíamos discutido. No teníamos profesor de guardia y José era el encargado de llaves por aquel entonces. Yo estaba revisando apuntes en la ultima fila mientras que José estaba entreteniéndose en la pizarra. De repente borró todo lo que había hecho y escribió: "es hora de jugar." Se acerco a la puerta, la cerro con llave. Se fue acercando a mi lentamente. Me levanto de la silla y me puso contra la pared. Comenzó a besar mi cuello, dejándomelo marcado. Varios chupetones quedaron en mi cuello. Una de sus manos rozaba mis muslos. Iba con una falda y una camisa de cuadros, así que se le hacia fácil. Cambio su sentido de los besos y fue bajando hacia mi pecho mientras una desabrochando cada botón de mi camisa. Su mano seguía en mi muslo mientras seguía besándome el pecho. Una de sus manos situadas en mi muslo fue deslizandose hacia una de mis nalgas. Me desabrocho completamente la camisa y me bajó la falda. Quedé en ropa interior.*