Capitulo 13

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Raquel P.D.V

Estaba en mi habitación leyendo el libro que cogí de la habitación de José. Mirando la foto que recogí, Carla había sido tachada, igual que los demás que ya estaban tachados. El porqué  no lo sé pero sabía que algo no iba bien, algo no me daba buena espina. Cogí el teléfono que estaba encima de mi mesilla y mandé un WhatsApp a Carla y a Sonia, por si estaban juntas. Pasaron varios minutos y no recibí ninguna contestación. Llevaban con ''Ultima conexión: 3h'' así que estarían por la calle, supongo... Llamé a Tobías por si estaba por ahí con Sonia.

*Pii... Pii...* No paraba de comunicar la llamada.

-¿Sí? – Preguntó una voz masculina, Tobías.- ¿Qué quieres Raquel?

-Hola mascota. –Contesté riéndome en voz baja.- ¿Has visto a Sonia? Llevo tiempo sin saber de ella.

-No tengo ni idea, la dejé en su casa y no supe mas de ella.-Dijo pensativo. – Como me vuelvas a llamar mascota te mato, quedas avisada.

-Vale, gracias. –Antes de colgar dije una palabra en voz baja.-Mascota.

Colgué y me empecé a reír, él sabía que era de broma pero me gustaba picarle. En el fondo me gustaba, un poco pero si. Me atraía bastante pero bueno, para Sonia enterito. Prefería que fuese para ella y que dejase sus celos cada vez que me acercaba a él a salir con él. Solamente me gustaría confesarme pero no intentaría nada. Carla no aparecía, no me contestaba la llamada ni sabia donde podría estar. Solo podía esperar a que apareciese.

Pasaron las horas y seguía sin responderme. Me puse a investigar sobre que ocurrió con la directora, mirando partes de José, la pagina del instituto, etc. Todos los partes eran como si él hubiera hecho ''bullying'' a la directora, por así decirlo. Pensándolo bien, todos la hicieron algo. Yo... ¿La hice algo? No podía recordar si la hice algo, quise recordar pero mi memoria no me lo permitía, esperaba que no aunque, si morían cada vez que eran tachados por la foto... yo estaba en esa foto. ¿Tal vez por eso me seguía ella en el instituto? ¿Quería matarme? Venía a por mí y acabó cayendo José por mi culpa. Seguí observando la foto, solo estaba mi clase actual por así decirlo pero... había algo más. Junto a la directora había un hombre mayor, si mi memoria no me fallaba esta vez era su esposo. Algunos rumores decían que Sonia era su hija pero había tantos rumores que no sabía ya ni cuales eran ciertos ni cuales mentira. Si en verdad era su esposo, podría ir a visitarle a pedirle ayuda pero... ¿Dónde? No sabía donde se podía encontrar ni nada. Dejé la foto en la mesilla y me tumbé un rato para pensar. Cerré los ojos un poco y al momento había quedado dormida.

Julia P.D.V

Estaba tan tranquila en el instituto después de haber vuelto en semana santa hasta que por el pasillo me encontré a José. Me agarró de la mano sin que nadie nos viese y me arrastró hacia una de las clases vacías. Me empujó contra la pared con delicadeza, comenzó a besarme suavemente mientras paraba para darme mordisquitos en el labio inferior. Él y yo teníamos algo mas aparte de ser compañeros de clase pero nadie sabía nada. Comenzó a besarme el cuello mientras que con una de sus manos me agarraba por la cintura. La mano que tenia libre la fue bajando lentamente por mi estomago hasta llegar a mi minifalda. La introdujo dentro de ellos y comenzó a acariciar suavemente sin parar de besarme. Solamente rozaba el exterior, podía sentir como acariciaba mi ropa interior, sentía como mi cuerpo se calentaba cada vez más. Sin parar de besarme me alzó y me subió encima de una mesa pero... la campana sonó. Salimos de la clase como si no hubiese pasado nada, es más, nos empezamos a regañar intentando disimular. Él me quería... o eso me daba a entender con esos besos. Aunque, parecía que estuviese enamorado de Leticia. Siempre estaban juntos. En clase, en el recreo, en todos lados. Mientras estábamos en clase le mandé unos cuantos mensajes, tenía el móvil escondido bajo la mesa y disimulaba a ratos como que atendía para que no me pillasen. Le preguntaba que si quería quedar y íbamos a su casa a... jugar un rato. Él notó que le llegaron mensajes ya que lo tenía en modo vibración en su bolsillo del pantalón. Le tenía cerca de mi mesa aunque él no se sentaba conmigo. Más de una vez no quitaba ojo de mis atuendos ya que hoy iba provocando expresamente a él. Iba con una camisa ajustada de tirantes de color azul pastel, se podían notar mis dos buenos instrumentos porque era bastante escotada. Junto a  la camisa llevaba una minifalda negra que me llegaba a mitad de los muslos. Cada vez que sonaba la campana para cambio de clase, José se acercaba a mi mesa con su silla para acariciarme los muslos. Nadie nos veía porque lo hacía con cuidado y disimulo. Aún no me había respondido si quería que fuese a su casa o no. Se acercó a mi oído y me susurro: ''Te veo esta tarde a las 19:00. ''  Mi piel se me erizó, me lo susurró con una voz que hizo que me excitase con solo escucharle. Pasó el tiempo y ya era hora de salir. Me metí al baño junto a José para despedirme de él con un beso sin que alguien nos viese. Me dio un beso apasionado y salió del baño como si no hubiese pasado nada. Salí del instituto hacia mi casa para preparar lo que me llevaría, eran las 14:15 más o menos. Le conté a mi madre que iba a quedar con una ''amiga'' porque si le decía que era con un amigo no me habría dejado. Igualmente, no me dejo. Ella era así, no me dejaba salir por ningún motivo, era una esclava en esa casa. Envié un mensaje a José diciendo que no podía quedar, que en otro momento le vería y algún día iría a solas con él a su casa. Minutos después empezaron a hablar por grupo, Leticia había muerto. No quería imaginar cómo se sentiría José al enterarse de eso, solo puse saber que se fue del grupo. Mañana preguntaría como estaba, le abrazaría para que se le fuese la tristeza. Iríamos juntos al funeral y después le acompañaría a su casa si era necesario... pero no para hacer tonterías, solamente para estar junto a él y que no decayese. Llegó el día del funeral, fuimos todos hacia el cementerio pero... José no apareció. Tampoco estaba Raquel.  ¿Dónde se habrían metido? Tal vez llegarían un poco tarde, pero no, nunca llegaron. Acabó el funeral, fuimos cada uno a su casa. Llegué a casa y le empecé a mandar mensajes con la esperanza de que me respondiese pero hasta pasadas horas no me respondió. Cuando me respondió me envió un mensaje que parecía una despedida...

Doce gotas de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora