Semidiosa en Hogwarts (James S. Potter y tú)

27

En el campamento mestizo todo estaba realmente ajetreado.

Nico Di Angelo, el chico sombra, al que la mitad de los campistas temían, se encontraba sentado en el comedor, junto a sus amigos.

Miraba hacia la lejanía con miles de pensamientos rondando su cabeza mientras todos los demás se dedicaban a hablar sobre estrategias de combate, o al menos, hasta que Annabeth Chase se hizo presente en la mesa y dejó un libro de golpe en la mesa.

— Sombritas. — Nico la miró. — ¿Has tenido algún sueño nuevo? Sueños mestizos.

Nico suspiró y negó. — Rachel dijo algo de una chica cambiante, ¿no?

Annabeth asintió y miró a Nico, sin comprender su punto.

— Cuando vi a mi hermana en el espejo, ella... No era- O sea, déjame explicarme. Había una chica pelinegra, ¿si? Pero cuando me vio, su pelo cambió poco a poco de color, como si quisiera mostrarme que había detrás de eso, entonces me di cuenta: era mi hermana, Alexia puede cambiar su apariencia, al igual que podía mi madre. Son recuerdos confusos, pero... — Suspira. — Recuerdo que mi madre solía llevar el pelo negro, pero que, cuando murió, vimos como su pelo... Cambia a rojo. Como hizo el pelo de Alexia. Y... — Suspiró. — No sé si esto sirve de algo, lo siento.

Will Solace abrazó a su novio intentando mostrarle apoyo, sabía que era duro para Nico estar más cerca que de costumbre de encontrar a su hermana, pero aún no poder alcanzar eso objetivo. — Todo nos sirve ahora Nico, no te preocupes, además, si ella también te vio, puede que se comunique con nosotros en algún momento, ¿no crees?

— ¿Qué llevabas puesto? — Preguntó repentinamente Leo Valdez mientras jugaba con un destornillador.

— La camiseta del campamento. — Contestó Nico, y Leo alzó las dejas mientras señalaba la camiseta que él mismo llevaba puesta.

— Campamento mestizo chicos, todo es mental.

— Ooh, cállate Valdez. — Se quejó Piper, pero no puedo evitar reírse un poco. — ¿Rachel no ha tenido ninguna visión nueva?

Annabeth negó pero cogió su libro. — He estado buscando sobre escobas voladoras, por lo que dijo Rachel, y, a ver, en todos los cuentos de niños mortales dicen que las brujas llevan escobas y eso, creo que hasta ahí lo sabíamos todos, peero...

— ¿Pero? — La miró Nico.

— Estuve en una biblioteca ayer, leyendo algunos de esos cuentos, hasta que encontré uno de los libros con algo escrito, "Ni que fuera una nimbus 2000" tiene pinta de ser algo que se escribió hace años, pero considerando que ningún libro habla sobre una nimbus 2000, pensé que quizás podría ser importante, una pista o algo así, no lo sé.

— Nimbus 2000. — Murmuró Nico, pero no dijo nada más.