Amor En Guerra

• Capítulo 6 •

"No sé nada de tu historia ni de tu filosofía,
hoy te escribo sin pensar y sin ortografía".

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Al llegar al castillo ya era de noche, todos cenaron y se fueron a dormir a sus respectivas habitaciones, sin embargo Levi no lograba conciliar el sueño, así que decidió que saldría y aprovecharía para hacer vigilancia a los alrededores.

Era una noche bastante tranquila, el cielo estaba despejado dejando ver a las miles de estrellas esparcidas alrededor de la luna llena mientras que esta iluminaba todo el entorno, ni siquiera había necesidad de una lámpara pues estaba casi tan radiante como el sol.

A Levi le pareció una buena noche, le gustaba el silencio que había, iba caminando alrededor del castillo hasta que notó que había alguien más despierto, el cual se encontraba parado dándole la espalda, recostado a una valla de madera la cual separaba la colina donde estaba el castillo de un campo con árboles esparcidos más abajo, casi simulando un balcón.

Levi trató de ver más de cerca hasta que reconoció esa inconfundible cabellera rubia, se detuvo sin saber porqué empezó a sentirse ansioso al confirmar que esa persona era Armin, incluso empezó a sentirse extrañamente inquieto y levemente nervioso, a pesar de que el rubio ni siquiera había notado su presencia.

Levi se quería acercar y hablarle, pero no sabía qué tema de conversación sacarle al menor, quería aprovechar la oportunidad para que Armin empezara a sentirse más cómodo con él, el problema era de que nunca fue bueno con las palabras. Así que se quedó de pie observándolo de lejos, pensando qué hacer.

Por otro lado, estaba Armin quien ya llevaba un buen tiempo afuera observando el paisaje nocturno puesto que no podía dormir, pasó pensando en su próxima y primera expedición fuera de las murallas, deseando poder explorar el mundo exterior, preguntándose si algún día podría verlo con sus propios ojos.

- Oye mocoso - Escuchó una voz proveniente de su espalda, sacándolo de sus profundos pensamientos. 

Se giró para ver quién era, asustándose al ver que era el capitán Levi pensando en que ahora sí sería castigado por haber sido atrapado afuera muy tarde.

Por otro lado, Levi por fin se había atrevido a acercarse al rubio, tratando de sacar cualquier tema de conversación, pero en esa situación solo se le ocurrió uno, pensó que estaría bien, había repasado sus líneas durante los minutos anteriores en los que estuvo sigilosamente atrás de Armin.

- C-capitán, ¿Hace cuánto está ahí? - Dijo Armin nervioso.

- Acabo de llegar - Mintió el mayor, claramente no le diría que había pasado atrás de él durante los últimos 15 minutos pensando en un tema de conversación. - ¿Así que es por esto que te levantas tan tarde? - Continuó hablando Levi, tratando de seguir el guión que había hecho en su cabeza.

Pero siempre ha sido tan malo para relacionarse o de leer el ambiente, que no pensó en que específicamente ese tema de conversación asustaría aún más al rubio quien pensó que el capitán lo estaba regañando.

- C-capitán de verdad lo siento, no volverá a pasar, es solo que no podía dormir así que salí un rato a refrescarme - Respondió rápidamente el menor debido a los nervios, a la vez que se inclinaba ligeramente haciendo reverencia en señal de disculpas.

Levi frunció el ceño disgustado por el comportamiento asustadizo que el rubio tenía hacia él, él solo intentaba hablar normalmente y entrar en confianza con el menor, pero no entendía porqué era tan complicado.

Aunque aún no sabía porqué le importaba tanto, a lo largo de su vida a conocido a tantas personas que tienen el mismo comportamiento distanciado y temeroso hacia él pero nunca le importó llevarse bien con los demás.

De hecho, era la primera vez que trataba de cambiar la imagen temible que tenía una persona hacia él.

Y esa persona se trataba de Armin.

Levi observó al rubio unos segundos, para luego soltar un suspiro frustrado y dijo: - No te voy a hacer nada, deja de estar tan asustado -

Armin levantó la cabeza un tanto sorprendido, lo pensó un momento y llegó a la conclusión de que talvez el capitán no tenía la intención de castigarlo por despertarse y dormirse tarde, aún así pensó que lo mejor sería disculparse por lo de esa mañana, ya que no tuvo la oportunidad de hacerlo durante el día.

- Capitán, de verdad le pido disculpas por mi impuntualidad esta mañana, prometo que no volverá a suceder - Decía Armin más tranquilo, haciendo que Levi se sintiera más satisfecho.

- Está bien - Dijo esta vez girando su vista hacia el paisaje que había delante de ellos.

- ¿No podía dormir capitán? - Habló Armin a la vez que también giraba su vista al campo frente a ellos.

- No... - Respondió Levi sin saber qué más responder a eso, trató de seguir el hilo de la conversación preguntando: - ¿Y tú?

- Tampoco, estaba pensando en la próxima misión fuera de las murallas - Respondió Armin mucho más cómodo con la presencia del mayor.

- ¿Te preocupa? - Preguntó Levi.

- Un poco - Respondió el menor con una sonrisa apenada. - Aunque en realidad pensaba en que sería la primera vez que salgo de las murallas. - Terminó de decir.

- .... - Levi se quedó en silencio sin saber qué más decir, el guión se fue a la basura.

Quedaron un rato más en silencio hasta que Armin volvió a hablar:

- Capitán, ¿Le gustaría ver el mar? - Preguntó mientras veía con los ojos brillando ese hermoso cielo estrellado. La repentina pregunta ocasionó que el capitán volteara su vista hacia Armin.

- ¿El mar? - Preguntó sin apartar la vista del perfil de Armin, quien aún seguía observando el cielo.

- ¡Sí! Dicen que es tan grande y azul, que me hace imaginarlo como el cielo.... - Dijo con una brillante sonrisa, haciendo una pausa hasta que volvió a hablar: - Mi deseo es llegar a verlo con mis propios ojos. - Terminó de hablar, para finalmente dirigir su mirada a la de Levi.

Al chocar miradas, Levi, al ver el rostro del rubio sonriendo tan alegre y esperanzado por algo que ni siquiera sabe con certeza que existe, con sus ojos brillando viéndolo a él y solo a él, y su hermoso rostro de ángel siendo iluminado por la luz de la luna, hablando tan feliz de sus sueños, sintió una calidez en su pecho y una extraña sensación de querer abrazarlo y protegerlo del mundo; el mayor sintió que su corazón estaba palpitando más rápido de lo normal ante la imagen que tenía frente a él, de la cual él era el único espectador.

Y que sin darse cuenta, un nuevo sentimiento florecía con intensidad en su corazón.

En ese momento, Levi se sintió capaz de hacer lo que fuera por cumplir todos los sueños de ese adorable y encantador chico rubio.

Aún si tuviera que dar su vida por ello.