Amor En Guerra

• Capítulo 15 •

"Y tu mirada me juró que si te pierdo, habré perdido la más grande fortuna".

<><><><><><><><><><><><><><><><><>

Al llegar al punto de reunión, Hange les informó a todos que cambiarían de dirección ya que no encontraron sobrevivientes por ningún lado. Así que ahora se dirigían al sur de la muralla.

Una vez llegaron al sur, lo que se encontraron fueron escombros de lo que antes era una torre abandonada, con el resto del grupo de cadetes 104, un grupo de titanes al punto de comérselos y una Ymir hecha pedazos después de haberse convertido en titán.

La legión rápidamente aniquiló a todos los titanes sin problemas ni bajas, pero lo que ahora se enfrentaban era con otro infiltrado en la muralla: Ymir y la verdadera identidad de Christa o mejor dicho: Historia Reiss.

Decidieron que avanzarían hasta la muralla y tratarían a los heridos mientras esperaban información de la ubicación del agujero en el muro.

Pero para su sorpresa, al llegar Hannes junto a su escuadrón a informar sobre la supuesta abertura en el muro, aseguraron de que no había ningún agujero, así que, sin saber qué otra cosa hacer, lo que seguía era prepararse para irse de ahí y planear qué hacer.

De pronto todo quedó en silencio, la fría brisa de viento se hacía presente, mientras que un grupo se encontraba alejado de todos, ellos eran Reiner, Berthold y Eren, con una Mikasa observando todo desde la distancia en caso de que tuviera que proteger al castaño.

Levi estaba mucho más alejado de todos, se encontraba con Hange analizando la situación de la muralla.

Y sin previo aviso, Reiner reveló su identidad y la de Bertholdt, dispuesto a llevarse a Eren de una vez, así que se iba acercando a este pero Mikasa apareció detrás del castaño dispuesto a defenderlo.

- ¡Eren corre! - Gritó Mikasa mientras se abalanzaba a ambos chicos, quienes estaban a punto de transformarse en titanes, pero la duda chocó su mente al ver las caras suplicantes de ambos,  siendo incapaz de asesinar a los que, hasta hace unos días, consideraba compañeros.

De pronto cayeron dos rayos, esos característicos de la transformación de los titanes, provenientes de Reiner y Berthold.

- ¡Eren huye! - Esta vez gritó Armin corriendo hacia su amigo para auxiliarlo, pero se detuvo cuando un cuerpo bloqueó su camino. Era Levi.

- ¡Retrocede! - Ordenó el capitán al rubio evitando que se acercara a ambos chicos que ahora eran enormes titanes.

- ¡Eren! - Gritaba Mikasa al ver cómo el acorazado se llevaba al castaño en una de sus grandes manos, mientras trataba de cortarlo con sus cuchillas pero era inútil, tenía todo el cuerpo endurecido.

En ese momento, todos los soldados de la legión estaban conmocionados por la repentina aparición del colosal y del acorazado, sin darse cuenta que en la escena habían dos Ackerman haciendo lo posible por proteger a la persona que aman y por la cual, harían lo que fuera necesario para mantenerlas a salvo.

Otro rayo cayó, era Eren convirtiéndose en el titán de ataque preparándose para luchar contra el acorazado.

Entre tanto, los demás soldados de la legión junto a Levi, intentaban acabar con el colosal.

Pero todo era inútil.

El acorazado tenía endurecida toda la piel, haciendo imposible cortarlo con las cuchillas o que Eren pudiera hacerle algún daño con sus golpes.
Y el colosal desprendía un vapor caliente repeliendo las cuchillas de los reclutas invalidando cualquier tipo de ataque de la legión.