• Capítulo 16 •

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"Puedo sentir las llamas en mi piel,
no me arrepiento ni un poco,
porque se lo merecía ".

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Una vez dentro de territorio titán, tanto la legión como de la policía militar perdieron una gran cantidad de soldados al ser devorados.

Hubo una gran masacre mientras intentaban recuperar a Eren y a Historia.

Armin siempre mantuvo en su mente la promesa que le hizo al capitán, no dejándose vencer, ni dar paso a rendirse, hasta que en cierto momento, el cual resultó clave para el éxito de la misión, persuadió con sus palabras a Berthold logrando que se distrajera y así Erwin liberó a Eren de su atadura.

Recuperaron a Eren y a Historia pero el escenario en sí parecía el infierno, se podían escuchar los gritos de los soldados entregando sus corazones por la humanidad, mientras otros gritaban de terror mientras eran llevados a la boca de aquellos gigantes monstruos para ser devorados.

Al final lograron escapar cuando Eren, de alguna forma desconocida para él,  activó la coordenada controlando a los titanes para que atacaran a Reiner y Bertholdt haciendo que ignoraran por completo a todos los soldados, quienes aprovecharon la oportunidad y no dudaron en marcharse de aquel infierno.

Murieron soldados y otros regresaron heridos y afligidos por la muerte de sus compañeros, al igual que aquellos chicos que perdieron a la persona que los salvó de pequeños, Hannes, viéndolo ser devorado por el mismo titán que devoró a su madre frente a sus ojos.

Al regresar montando sus caballos regresaron al cuartel temporal en donde se encontraba el soldado más fuerte de la humanidad esperando su promesa cumplida.

Armin bajó de su caballo y se dirigía a la puerta pero esta se abrió abruptamente dejando ver al capitán buscando a alguien con la mirada en medio de la multitud que yacía alrededor del edificio.

Cuando finalmente sus miradas se encontraron, el azabache pareció soltar un suspiro de alivio suavizando su cuerpo, se dirigió hacia el rubio sosteniéndole la mirada con una casi imperceptible sonrisa, mientras el menor se quedó quieto esperando a que el mayor estuviera frente a él y una vez lo tuvo lo suficientemente cerca, habló o al menos lo intentó:

- Capi- - Pero detuvo sus palabras al sentir como el azabache lo envolvía en un abrazo sin importarle la gente a su alrededor, aunque estos no parecían prestarles mucha atención, todos estaba sumergidos en sus emociones producidas por la reciente lucha.

El rubio sonrió con ternura ante aquel tacto y correspondió el abrazo sintiendo cálido su corazón, de alguna forma, sentía que aquel abrazo lo hacía capaz de relajarse olvidando la oscuridad del mundo, sentía que finalmente podía tranquilizarse y olvidarse de toda aquella tristeza y miedo al haber presenciado tantas cosas allá afuera.

Se sentía seguro en aquellos brazos.

- Volví capitán - Habló suavemente, sintiendo como el azabache hacía más fuerte el abrazo aunque sin llegar a lastimarlo.

Levi solo se mantenía en silencio, no tenía palabras que pudieran describir ese sentimiento que tenía hacia el rubio, quería asegurarse de que estuviera a salvo, deseaba verlo feliz, de verdad desearía que el rubio dejara de exponerse al peligro y abandonara la legión de una vez, quería decirle que él se encargaría de cumplir sus sueños y llevarlo al mundo exterior cuando asesinara a todos los enemigos de allá afuera con sus propias manos, sin necesidad de que él luchara, que él despejaría todo el camino oscuro y espinoso que debían enfrentar para ser libres, si solo así Armin podía salvar su vida, pero sabía que eso era algo que el rubio nunca aceptaría.

Amor En GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora