𝐍𝐢𝐳𝐚 | 𝐌𝐚𝐱 𝐕𝐞𝐫𝐬𝐭𝐭𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧 |

12

Max verstappen
27 mayo

Me había quedado a dormido en casa de Bella, mañana llegaríamos desde temprano al circuito por lo que debía descansar bien.

—Te traje un té.

—Gracias.

Nos acostamos mientras ella seguía en su computadora, se nos había hecho una costumbre dormir juntos en su casa.

Cuando entre por primera vez a su cuarto me pareció increíble, suelo decir que era muy ella.

En una esquina tenia una foto con One direction, Mady estaba abrazando a uno y ella también. Me había explicado el porque los conocían, pero lo olvide tan rápido.

También tenía una libros, la mayoría era de fantasía.

—¿Mañana si quieres ir conmigo?

—Ya me arme de valor.

Estos días nos hemos encargado de organizar la boda juntos, tenía un poco de miedo al saber qué formaría parte de algo tan importante en la vida de mis amigos.

Por otro lado no me ha ido como quisiera, el campeonato se ha visto afectado por dos abandonos de carrera; el motor resultó un poco dañado por lo que el equipo y yo nos hemos dado a la tarea de investigar cómo solucionarlo.

La ventaja con Ferrari era poca, mientras el campeonato de pilotos se veía afectado por mi falta de puntos.

27 mayo
Montecarlo Mónaco

Tan rápido como pisamos el paddock las cámaras nos empezaron a tomar fotos, a pesar de ser un día caluroso Bella venia con una chamarra.

—¿Siempre es lo mismo?

—Si.

No tengo ganas de contestar preguntas por lo que los dos caminamos directo al hospitality. Ella venía riéndose por lo intenso que podrían ser los fans, también se reía de mi.

—¿Quieres algo de comer?

—No.

—Me emociona mucho verte.

—A mi me emociona que vengas a verme. —Le robe un pequeño beso, de esos que siempre me gustaba.

Tenerla conmigo en esta carrera era importante, me gustaba verla y que ella me mirara como si nada más existiera.

Tan rápido como me comencé a cambiar ella empezó a hacer llamadas pendientes que tenía, me gustaba que fuera tan responsable y comprometida con lo que quería.

Hace meses me comentó que se quería meter a una certificación bastante cara, me propuse a ayudarla, pero como siempre se negó.

La he visto estudiar día y noche, estar pegada a los libros que a veces me costaba pensar en ella como una chica normal de la escuela.

Mi paz se vio afectada por alguien, estaba en una esquina mirándome. Puedo decir miles de palabras ahora mismo, maldecirlo y hasta odiarlo más que nada en la vida. Más que cuando traté de hablar no pude decir nada.

—¿Dónde has estado?

—No es el momento.

Bella lo miró y puede que no comprendió la situación, ni yo la comprendía. Sabía que esto terminaría mal con el aquí, sabía que tenerlo tan cerca me afectaría tanto que no pensaría en nada.

Muchas personas admiran a sus padre, mi caso no era así. Jos Verstappen tuve la suerte de conocerle recién cuando nací, siempre me obligó a hacer cosas que no quería y me decía cosas que no quería oír.