18

906 76 0
                                    







Max Verstappen

13 diciembre

Montecarlo Mónaco

Son las 3 am y no puedo dormir

Doy vueltas en mi cama, quiero cerrar los ojos y simplemente olvidarme por unos minutos de lo que pasó hace unos días, pero lo siento imposible.

Quiero dormir y olvidar lo que le hice.

Sus palabras vienen a mi mente en cada momento, cuando le dije a mi madre que había pasado ella me consoló por esa noche.

Me sentí un niño pequeño llorando con su madre mientras ellas me hacía galletas.

Quise borrar de mi mente lo que le había dicho y mientras me sentía un completo idiota mi cabeza recreaba los escenarios una y otra vez.

Cuando ella me pidió que la soltara, fue cuando reaccione. Siempre tuve miedo de herirla y ahora que lo había hecho no supe cómo reaccionar.

Pensaba una y otra vez lo que había pasado y mientras mis manos me temblaban quise buscarla.

Cuando me pidió que cruzara la puerta supe que nunca volvería.

Era como dejar todo y simplemente huir. Y fue lo que hice.

Tengo un sentimiento de ahogo cuando estoy en un sitio solo, justo cuando mi mente juega en mi contra y la vista se me nubla. Pero, aún con el dolor estrujando en mi pecho, me trago ese nudo en mi garganta.

Me hundo un poco.

Miro a mi alrededor hasta que me topo con un espejo, una mirada que se me nota, y una simple pregunta de dos palabras me quiebra el corazón.

"¿Estoy  bien?"

Se vuelve difícil pronunciar un «no» porque quedo en deuda con la explicación, así que eligo asentir porque se ha vuelto rutina aparentar.

Me hundo otro poco más.

Quiero levantarme del lugar, en busca de aire, de un espacio en silencio.  Y cuando miro el mar que se asoma por la venga por fin suelto un suspiro y las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas incluso antes de que pueda detenerlas.

Llevo mis manos hasta la boca y sollozo. Quiero gritar y odiarme, pero ni siquiera puedo formular una oración.

Me he convertido en una tormenta.

Y entre tanto llanto llego hasta el fondo.

Termino de hundirme.

Pierdes de vista de la orilla.

A sus brazos les queda una distancia desconocida de salir a flote... de volver a la vida.

𝐍𝐢𝐳𝐚 | 𝐌𝐚𝐱 𝐕𝐞𝐫𝐬𝐭𝐭𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora