𝐍𝐢𝐳𝐚 | 𝐌𝐚𝐱 𝐕𝐞𝐫𝐬𝐭𝐭𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧 |

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Max verstappen

New York

Estábamos tan dormidos que había olvidado que teníamos que hacer ejercicio, mi couch ya me estaba esperando mientras yo seguía en la cama con ella.

—Vamos hay que pararnos.

—No quiero seguir durmiendo. — mencionó mientras se volvía a tapar con la sábana.

—Si haces ejercicio en la tarde vamos a buscar helado de menta.

—¿Alguien digo helado?

Mientras me seguía riendo noté que se paró rápido mientras su blusa estaba mal acomodada. Bella poseía esa belleza natural, su sonrisa y cualquier parte de ella hacía que notara lo guapa que era.

Puedo describirla de muchas maneras, puedo hasta mencionar cuántas veces he soñado con ella, pero ahora estoy aquí. Donde tuve una de las mejores noches de mi vida.

El simple hecho de traerla a New York fue para mi importante, he tenido que recurrir a mi madre para algunos consejos.

Ella me dio la idea de comprar el departamento, desde el primer momento supe que ella se negaría ya que ella no busca nada material de mí; sin embargo el pensar en un futuro con ella puede sonar bonito y a la vez aterrador.

Por lo que decidí hacerlo bonito pensando en que algún día podamos venir aquí mientras vivimos juntos.

—¿Ya me vas a dejar de ver?

—Me gusta verte

—Ya vámonos mejor, porque tengo que probar todos los helados de la ciudad.

.

Después de esa rutina de ejercicio terminamos en el baño besándonos mientras el agua caía, Bella estaba segura que lo había hecho con esa intención pero nunca fue así.

Terminamos pidiendo comida a domicilio mientras hablábamos de todo lo que pensábamos hacer.

—Tenemos que ir al restaurante de Buddy Valastro.

—¿Quién es el?

—El de cake boss, dime que lo conoces

—No

—Oh Dios mío, tendré que explicarte porqué es importante ir — Hizo una pausa para tomarme de las manos de manera dramática — Probar sus famosos postres depende de seguir viviendo.

—Eres muy exagerada.

.

La primera parada había sido una heladería a un costado de Central Park, estábamos viendo los sabores cuando alguien me pidió fotos.

—Debería prohibir que le tomen fotos a mi...

—¿Tu que?

Nos quedamos callados los dos mirándonos, interrumpidos por el vendedor que nos entregó nuestros helados.

—Mi amigo.

—Los amigos no se..

—Cállate no quiero que digas experiencias sexuales.

Nos sentamos en el pequeño local mientras bella seguía comiendo su helado.

—Debería dedicarme a recorrer el mundo probando helados.

—Un trabajo muy interesante. —Hable mientras le robaba un poco de helado.

—Si querías del mio, hubieras comprado dos iguales.