Rodri, joven promesa del fútbol y estudiante universitario de Económicas.
Luna, su compañera de clase. La primera vez que se aleja de su casa. De su lugar seguro.
Unos apuntes.
Una mirada.
Una invitación...
Y todo su mundo acabará patas arriba...
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Principios de marzo
Miércoles. 17.45. Universidad de Almería
Estoy todavía en clase de Finanzas. Empezó antes para que pudiéramos asistir a una Conferencia sobre la Economía sumergida que va a tener lugar en el Salón de Actos de la Facultad, pero mi profesor se ha emocionado y no deja de hablar. Saco mi móvil con disimulo y le mando una mensaje a Luna.
¿Estas en la conferencia?
Estoy llegando
Guárdame un sitio a tu lado que a este paso me veo de pie en el pasillo
Vale, no te preocupes
Guardo el móvil otra vez y me desespero deseando que termine ya la clase. Casi diez minutos después, recojo mis cosas y salgo zumbando hacia el salón de actos de la Facultad. Bajo las escaleras y al llegar hay algunas personas en la puerta. Entro dentro buscando a Luna, hasta que la veo sentada en las filas de en medio. Llego hasta ella y la veo hablar muy risueña con un chico que hay justo a su derecha. Sin saber porqué, siento una punzada en mi pecho al verla tan cerca de ese tío. A su izquierda hay un sitio libre que supongo que será para mi.
- Hola -le digo señalando el asiento- ¿me lo has guardado?
- Si, claro -me dice ella quitando su bolso de encima. Me siento a su lado poniendo mi mochila en el suelo. Dejo mi carpeta y un bolígrafo justo encima mía mientras siento la mirada de Luna en mi. Me giro un poco para mirarla y veo que me está sonriendo- ¿Qué te ha pasado en clase?
- El de finanzas que no callaba ni debajo de agua.
- Que mal. Pero bueno, has llegado a tiempo.
Escuchamos algo de ruido detrás nuestra. Me doy la vuelta y veo como algunos de mis profesores van entrando en la sala escoltando al conferenciante. En cuanto lo vemos, empezamos a aplaudir. Luna se gira y se pone a hablar con el chico que hay a su derecha ignorándome a mi por completo.
Resoplo algo frustrado y me llevo las manos al pelo revolviéndomelo mientras la miro de reojo. Lleva el pelo recogido en una trenza de medio lado y de pronto me veo a mi mismo besando ese cuello mientras ella se agarra a mi cintura. Sacudo mi cabeza para alejar no sólo ese, sino otros pensamientos que estoy teniendo con ella. Saco un par de folios de mi carpeta y en cuanto la conferencia empieza me pongo a escribir las ideas más importantes. Llevamos un cuarto de hora de conferencia y la castaña ni me ha hablado. Está más entretenida con el otro chico que de acordarse de que existo. Que mal Rodri, que mal.
Cojo mi folio y empiezo a escribirle en el para dárselo seguidamente. Se lo paso poniéndoselo disimuladamente en su regazo. Ella se gira un poco mirándome sorprendida a mi, y al folio. Lo lee y se muerde los labios en cuanto termina. Coge uno de sus bolígrafos y me responde pasándome el folio.
