Jueves. 21.00. Urbanización Cerro del Sol, Madrid
Finales de Agosto
Yo no quería venir a ésta cena. Se lo he dicho a Rodri y como me ha puesto mala cara, al final he acabado dando mi brazo a torcer. No quiero ir a un sitio en el que sé que no voy a estar a gusto. Además, que hoy estoy un poco tonta. Creí que estaba embarazada porque la regla tardaba en bajarme, pero hace dos días que mi prima la de colorado, hizo su aparición, y tengo que admitir, que una parte de mi estaba entre asustada e ilusionada por estar embarazada. Debo estar un poco loca por desear ser madre con apenas 18 años. Creo que el encierro me ha afectado más de lo que pensaba.
Rodri pone su mano en mi muslo y me lo aprieta un poco para que lo mire. Yo sigo con mis brazos cruzados a la altura de mi pecho.
- Luna, por favor, no te enfades, nena.
Ni siquiera lo miro. Tuerzo el gesto y mis ojos se clavan en la ventanilla de mi lado.
- Luna. Marcos se ha portado muy bien conmigo desde que estoy aquí. Me ayudó muchísimo cuando lo de tu padre. Y su novia también. Quieren conocerte. Los dos.
- Lo sé. Sé todo lo que te ayudaron Marcos y su novia. Pero, no tengo ganas de conocer a otra influencer de esas... Ya he vivido con 2 y las quiero bien lejos.
- Joder Luna, no seas así nena. Patricia es buena tía.
- Patricia no, Paddy - le digo con recochineo. Es que no soporto a esa tía. La veo por todos lados, revistas, Internet, tik tok... Ella y su cuerpo perfecto. Y su vida perfecta.
- ¡Joder Luna! No la conoces para juzgarla así.
Aprieto mis dientes y me muerdo la lengua con tal de no contestarle. De pronto, Rodri da un volantazo y hace una maniobra con el coche invadiendo el otro carril.
- ¿Qué haces, Rodri? - le pregunto mirándolo muy sorprendida.
- Volver a casa, Luna. No te voy a obligar a ir a un sitio que no quieres. Ahora llamo a Marcos y me invento algo. Paso de que estés de morros toda la noche.
Cojo aire con fuerza y lo dejo salir lentamente. Me llevo las manos al estómago porque ahora mismo tengo un nudo que me muero. Quizas me he pasado con Rodri. Marcos es su amigo. Y debería darle una oportunidad a él y a su futura mujer.
Pongo una de mis manos en su brazo y le hablo despacio.
- No lo llames. Da la vuelta y vamos a casa de Marcos. Nos está esperando.
- No, Luna, no.
- Perdóname, Rodri. De verdad. Lo siento mucho. Soy una idiota joder.
Me llevo las manos a la cara y suelto un poco de aire. Me giro para mirarlo y él sigue conduciendo por el mismo camino.
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𝑷𝒊𝒆𝒏𝒔𝒂 𝒆𝒏 𝒎𝒊
Teen FictionRodri, joven promesa del fútbol y estudiante universitario de Económicas. Luna, su compañera de clase. La primera vez que se aleja de su casa. De su lugar seguro. Unos apuntes. Una mirada. Una invitación... Y todo su mundo acabará patas arriba...