Rodri, joven promesa del fútbol y estudiante universitario de Económicas.
Luna, su compañera de clase. La primera vez que se aleja de su casa. De su lugar seguro.
Unos apuntes.
Una mirada.
Una invitación...
Y todo su mundo acabará patas arriba...
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Lunes. 15.55. Clase de Derecho Civil
Duele mucho que te ignoren. Y duele más si quien lo hace es tu novio, la persona que se supone que está contigo porque siente algo por ti. Aunque estoy empezando a dudar de que realmente Rodri lo sienta.
Ni un mensaje, ni una llamada. Nada desde el sábado. Y creo que no me lo merezco joder. Y se lo pienso decir. Del dolor he pasado al cabreo. Y con él. Por no dejarme hablar. Por ignorarme.
Pero ahora no va a tener más remedio que verme, a no ser que no venga a clase. Miro mi reloj. Ya es la hora de la clase. Escucho ruido en la puerta y al girar mi cabeza hacia ella, lo veo entrar. Nos quedamos los dos mirándonos. Mi corazon me va a estallar en el pecho de lo fuerte que me late. Le sonrió un poco y él permanece impasible. Desvía su mirada y se sienta en el primer sitio libre que hay cerca de la puerta, dejándome con el corazón destrozado una vez más.
Y si, ahora si que te odio Rodrigo Daniel.
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17.30. Clase de Derecho Civil
Me he enterado que ha acabado la clase porque todo el mundo se ha levantado. No he prestado atención en toda la hora y media. Tampoco lo he mirado. No se lo merece. Aunque tengo ganas de ir y soltarle una hostia. Pero eso significaría estar cerca suya y no quiero.
Recojo mis cosas con rapidez sin desviar mi mirada. Siento como me escuecen los ojos y una lagrima cae en la mesa. Rápidamente me las quito con la mano y salgo de clase por la puerta de atrás. No quiero que nadie me vea llorar y menos él. Paso. Yo ya he hecho todo lo que podía hacer. Si quiere hablar conmigo, que venga él, y sino quiere, pues que no lo haga.
He estado 5 meses sin Rodri. Podré sobrevivir sin él. O eso creo. Subo las escaleras rápidamente y entro en la biblioteca como una exhalación. Busco el rincón más alejado y me dejo caer en el suelo, cerca de una de las estanterías. Me llevo las manos a la cara y me pongo a llorar procurando no hacer ruido.
Me duele el corazón. Me duele todo. Lo echo de menos. Sus besos, sus caricias, su sonrisa, su forma de hablar... Todo. 3 meses llevamos juntos. 3 increíbles meses. Y por un malentendido se ha ido todo a la mierda.