Capítulo 38: Casa de Monique, Italia

117 11 11
                                    

Narra Itzi

Salimos de la chimenea a aquel gran salón de mi tía. Mi tía, Monique, vivía sola en una gran casa a las afueras de un pueblo italiano muy tranquilo. Hace ya algunos años que decidió separarse de la familia, ya que no la apreciaban y siempre le estaban diciendo lo que debía de hacer con su vida. Todo comenzó cuando dijo que no quería casarse ni tener hijos. Ella, actualmente, no tiene hijos, ni una pareja estable, solo un perro llamado Tobias. 

Mi querida tía estaba sentada en un gran sofá rojo que había en el salón. Al vernos entrar se levantó y vino a un paso ligero hacia nosotros.

- Preciosa mía, ¿qué os trae por aquí?

- Buenos días tita. Este es Draco, Draco Malfoy

- ¿El rubito del qué hablabas en las cartas?

- Sí -afirmé vergonzosamente

- ¿Qué queréis?

- Saber si nos podríamos quedar aquí un tiempo , es que estamos escapando de la guerra. Antes estábamos en Santorini, pero nuestros padres descubrieron ese lugar. Así que debíamos salir de allí y buscar otro sitio.

- Podéis quedarse aquí el tiempo que necesitéis. -dijo servicialmente mi tía.

Dicho eso, nos llevó al piso de arriba y entramos en una habitación. Las paredes estaban pintadas de blanco, el suelo era de mármol, también blanco, había dos camas individuales, una a cada lado de la habitación, una puerta que conducía a un baño, un armario de madera bastante grande y varias estanterías llenas de libros. 

Del baño salió Tobias y corrió hacia mí. Tobias era un Pomerania blanco con mucha energía. Mi tía lo adoptó nada más nacer, ya que lo iban a dejar en la calle. 

Mi tía nos dejó colocar las cosas en la habitación y ella fue a la planta baja. 

- Monique me cae bien, me parece agradable -haló el rubio

- Es la persona de mi familia que más ha arriesgado. Se fue de su casa a los veinte para marcharse a otro país totalmente diferente que solo conocía por fotos e historias, y todo porque mi familia nunc ha sido permisiva.

- Las cosas cambian, ahora estamos aquí.

- Estaremos aquí todo lo que queramos, o hasta que mi tía nos eche. 

Salimos de la casa, con el permiso de mi tía, y fuimos al centro del pueblo. El pueblo era muy familiar, los niños jugando por la calle y los mayores hablando, todo en perfecta armonía.

- ¿Entiendes lo qué dicen? 

- Claro, mi segunda lengua es el italiano. Me crie con mi tía, pasaba todos los veranos aquí, hasta que ella y el resto de mi familia pelearon.

- Dime algo en italiano.

- La vita senza te non può essere perfetta

- ¿Qué has dicho?

- Non saprai mai

- En serio, ¿qué estás diciendo?

- Jamás lo sabrás

- Tu devrais savoir que le jour où je t'ai dit que je t'aimais, je le pensais 

- ¿Francés? -pregunté

- Exacto

- No te he entendido

- Ni yo a tí -contestó divertido

- Esa pareja de allí está discutiendo sobre el color de la casa que han comprado, esa señora de allí está hablando con su amiga sobre como descubrió que su marido la engañaba y ese hombre le está diciendo a su amigo que quiere pedirle matrimonio a su novia. 

- ¿Y esos niños de allí?

- Están discutiendo sobre si pegarle un puñetazo en el ojo al portero es penalti. El de rojo, que es el que ha dado el puñetazo, dice que no es penalti, que no estaba dentro del área. Y el de azul, al que le ha dado el puñetazo, dice que como no se calle le va a partir los dientes. Su madre le está diciendo que como se atreva a tocar al de rojo, al que se le van a caer los dientes es a él.

- Los niños de ahora me dan miedo.

- Tú eras igual, una vez amenazaste a un niño con partirle la nariz.

- Porque te estaba diciendo que hablabas mucho y que tu voz era fea.

- No deberías de haber amenazado a un niño, Malfoy

- Se lo merecía.

Seguimos andando por el pueblucho hasta que decidimos comprar otra cámara de usar y tirar, una para cada uno. Salimos de la tienda y me choqué con un chico.

- Sii più attento (Ten más cuidado) -dijo el chico

- Sei per caso Marlena Nott? (¿Por casualidad eres Marlena Nott?) -volvió a hablar él

- Sei Paolo Torchio? (¿Eres Paolo Torchio?)

- Si sono io (Sí, soy yo) -dijo alegremente

- Sono così felice di vederti, Paolo. (Me alegro mucho de verte, Paolo)

- Chi è lui? (¿Quién es él?) -preguntó Paolo señalando hacia Draco

- Lui è il mio ragazzo (Él es mi novio) 

- Finalmente ne hai uno che non sembra stupido (Por fin conseguiste uno que no parece estúpido)

Después de que Paolo dijera eso, nos empezamos a reír. Seguimos andando por el pueblo, acompañando a Paolo hasta su casa. Antes de entrar, Paolo se dirigió a Draco y con un inglés muy fluido empezó a hablar.

- Quiero que sepas que conozco a Marlena desde hace mucho tiempo, así, que si le haces algo te las verás conmigo. Para advertirte, he ganado cuatro campeonatos de boxeo a nivel de toda Italia y solo tengo dieciocho años. Más te vale tratarla como se merece. Bueno, me alegro de conocerte y de volver a ver a Marlena. Adiós. -se despidió amenazantemente Paolo.

Cuando él entró en su casa, mi rubio favorito se giró hacia mí y me habló.

- ¿Es normal eso? 

- ¿El qué?

- Que haya cambiado de idioma solo para amenazarme.

- Sí, es bastante normal. 

Volvimos a casa de mi tía y cenamos lo que ella había preparado, pasta con tomate.

- Sono felice che tu sia qui con lui (Me alegro de que estés aquí, con él) -dijo mi tía

- Spero che tu sia ancora felice come lo sei stato da quando li hai lasciati indietro. (Espero que sigas siendo tan feliz como lo has sido desde que los dejaste atrás) -le respondí.

Estuvimos dos meses y medio en Italia. Noviembre había llegado y con él el frío y la carta de mi madre advirtiéndonos de que mi padre sabía donde nos encontrábamos. Decidimos que nos iríamos de Italia a París esa misma tarde. Estábamos recogiendo todo lo de la habitación. Una vez terminamos, nos despedimos de mi tía, cogimos un puñado de polvos Flu y nos adentramos en la chimenea. 

- París, Francia -gritamos al unísono.

𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora