Sus primeros diez meses habían sido una enorme tortura, había pasado de ser el Deku quirkless a ser el Deku quirkless invidente, un simple inútil sin futuro y todos se lo habían hecho saber, era ahora un asqueroso chico ciego y sin peculiaridad con un inalcanzable sueño de ser héroe.
Lo había intentado, por meses intentó salir adelante, aprendió Braille, aprendió a distinguir sonidos y olores, había incluso aprendido a caminar solo por las calles sin tener un solo incidente, era como si nunca hubiera tenido aquel accidente con la única diferencia de que no podía apreciar el paisaje, y a pesar de todo aquello, él seguía siendo un Deku para toda la secundaria.
Sabía por boca de sus nuevos agresores que Bakugo tenía pelea tras pelea con tal de defenderlo, se sentía feliz de saber que su amigo ahora quería protegerlo, pero eso mismo lo destruía más, él ya no quería ser defendido, quería poder defenderse por cuenta propia, y su condición simplemente lo hacía ver débil.
__¡Oye topo!- una libreta se estrelló en su cabeza haciéndolo perder el equilibrio y caer al suelo- ¡¿Podrías regresarme mi libreta?!
Topo.
Un nuevo apodo otrorgado por su condición.__¡¿Qué te pasa idiota?!- escuchó una dulce voz a su lado- ¿Te parece divertido golpear a las personas?
La fémina se hincó a su lado y lo ayudó a levantarse.
__¿Te encuentras bien?
Un leve aroma a chicle invadió sus fosas nasales, era delicioso.
__Si, muchas gracias- una persona más se hizo presente y le entregó su libreta- gracias.
Un chico, sus manos eran grandes y algo asperas, a demás de que olía su colonia, aunque no era todo, había desarrollado un sentido del olfato tan perfecto que incluso podría considerarlo un quirk, aquel chico estaba asustado, y él podía oler su miedo.
__¡Tú no te metas, bola de chicle!- exclamó su anterior agresor- ¡Vamos, topo, tráeme mi libreta!.
__¡Pudrete y ven por ella tú!- gritó la fémina y lo tomó de la mano- vamos, hay que alejarte de aquí.
Nuevamente estaba aquel sentimiento, se sentía débil, una vez más lo estaban protegiendo.
__Yo soy Mina Ashido, no soy de esta escuela, simplemente estaba de paso, y él es un compañero, Kirishima Eijiro.
__Un gusto- saludó el otro.
Su voz era reconfortante, se escuchaba alegre, sin embargo aún podía sentir su miedo.
__Yo soy Izuku Midoriya- dijo y sonrió en sus direcciones.
Gracias a su desarrollado oído ahora podía saber dónde se ubicaba cada cosa por más mínimo que fuera el ruido que hiciera. También le gustaba pensar en ello como un quirk.
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CIEGAMENTE
FanfictionÉl sólo quería saber porqué lo odiaba, hizo una simple pregunta, nunca imaginó que terminaría así. Lo último que el pecoso recordaba era haber tomado la iniciativa de hablar con su amigo de la infancia, preguntó la razón por la qué lo trataba de tan...