Él sólo quería saber porqué lo odiaba, hizo una simple pregunta, nunca imaginó que terminaría así.
Lo último que el pecoso recordaba era haber tomado la iniciativa de hablar con su amigo de la infancia, preguntó la razón por la qué lo trataba de tan...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se sentía tan feliz de estar frente U.A, aunque no podía verlo, pero sabía que estaba ahí.
__... Y por favor compórtate, no quiero que me llamen al primer día por alguna pelea- hablaba Mitsuki mientras acomodaba su uniforme.
__Ya, ya lo sé.
__Mucha suerte, Kaachan- dijo el pecoso y trató de ubicarlo por su voz y olor.
Unas manos lo tomaron del rostro y sintió el cálido aliento en su rostro.
__Aquí estoy, nerd- acarició su cabello y lo abrazó- volveré por la tarde, ahora tu ve a estudiar, vuelve a ser el mismo nerd que antes, ¿Quieres?
Izuku asintió sin romper el abrazo.
__Lo haré, Kaachan.
__¿Midoriya-kun?
La familia se giró hacia la voz notando a una pelichicle de piel rosada.
__¡Midoriya-kun!- los pasos de la chica se aproximaron.
Él realmente no recordaba de dónde conocía esa voz o ese delicioso aroma.
__¿Ashido-san?- preguntó y caminó hacia la chica con ayuda de Bakugo- ¿Cómo has estado?
__¡Execelente!- exclamó- ¿Y Kirishima-kun?
__Bueno, no lo e visto el día de hoy, pero ya debería haber llegado.
__Bueno, saludarlo de mi parte, por favor.
__¡Por supuesto!
__¡Katsuki! ¡Debes ir a clases!
__¡Ya sé bruja!- el chico suspiró con pesadez y acarició el cabello del pecoso- ten suerte en la escuela, nerd.
__Suerte a ti también Kaachan, igual a ti, Ashido-san.
__¡Muchas gracias, Midoriya-kun!.
Mitsuki se acercó al pecoso y lo guió de vuelta al auto mientras Bakugo caminaba hacia las puertas de U.A acompañado de la pelichicle quien trataba de hacerse su amiga.
__Bien, ahora, vayamos a tu secundaria- dijo la mujer y comenzó a conducir- ¿Estás nervioso?
__Mucho, Mitsuki-san- pasó sus manos por el uniforme y sonrió.
__Recuerda que si pasa algo debes decirnos a Katsuki o a mi, nosotros nos encargaremos de lo que sea.
__Muchas gracias, Mitsuki-san.
El auto frenó en un semáforo y aquel aroma a lluvia y menta se hizo presente, estaba algo lejos, pero era delicioso y podía sentirlo. Nuevamente arrancó y siguieron su camino a la secundaria, debía terminar su tercer año.
Sentía un extraño nudo en el estómago, y sus manos comenzaron a sudar casi igual que las de Bakugo, sentía los nervios recorrer su cuerpo en forma de corrientes electricas desde las puntas de sus dedos hasta las plantas de sus pies.
