Los primeros cinco meses habían sido horribles, apenas podía dormir y la ropa de Shigaraki ya no le fue suficiente, llegó al punto de usar las doce bolsas en el cuarto mes, ahora el aroma era gastado y no podía conciliar el sueño.
Pasaron tantas cosas durante esos meses que le sería imposible recordar cada una. Lo poco relevante eran las atenciones de Dabi tenía él, siempre que Mina y Kaminari salían, volvían con una mochila con ropa, libros, comida instantánea y algunos peluches, todos cortesía del chico pelinegro.
Había hablado meses atrás con Hatsume sobre sus aparatos y en el tercer mes le había entregado unos cuantos aretes que enviarían el mismo voltaje que las gafas de su traje, ahora podía percibir todo a color, a excepción de las pantallas, esas seguian siendo solo un cuadro negro que emitía sonidos.
Durante los cinco meses su relación con Yamada y Aizawa había mejorado, ahora ambos llevaban el título de padres, aunque eso molestaba a All Might quien decía que no se debían encariñar, porque seguramente los abandonaría en cuanto la liga volviera. Sobre Hizashi no había mucho que decir, el hombre volvió a América ya que su trabajo terminó en Japón, pero prometió ir para hablar sobre el tema importante y secreto que Aizawa y Yamada le comentaron.
Bakugo y él se habían vuelto buenos amigos, todo parecía estar bien, y le agradaba.
__Esta mierda no se quita- murmuró el cenizo y talló con fuerza un traste.
__Mhm... Kaachan, creo que es parte del diseño- comentó y señaló la mancha.
El cenizo pasó el dedo y aclaró la garganta.
__Ya sabía.
Mina rió a su lado y siguió secando los trastes.
Era su turno de ayudar en la cocina, Yaoyorozu, Hagakure, Sato y Oijiro habían hecho la cena de esa noche, así que ellos tuvieron que limpiar el comedor y lavar la vajilla.
__Ya me cansé... ¿Cuántos faltan?- preguntó el ojiambar y se sentó en la barra de la cocina.
__Cinco platos- anunció la pelichicle- y dos vasos.
El rubio gruñó y se recostó en el la barra.
__¿Por qué no pudimos hacer la comida?
__Porque no la habríamos hecho correctamente, los únicos aquí que sabemos cocinar somos Izuku y yo, ustedes dos no dan una.
__¡Hey!, En mi defensa, pude haber ayudado para cortar la verdura o algo así- exclamó la pelichicle y le entregó otro vaso.
__Yo los habría podido animar... O pasar los platos...
Rió y le entregó un plato al rubio.
__Bueno, ya será a la próxima, Kaminari-kun.
__Tu le tienes demasiada consideración a ese idiota, por eso es así.
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CIEGAMENTE
FanfictionÉl sólo quería saber porqué lo odiaba, hizo una simple pregunta, nunca imaginó que terminaría así. Lo último que el pecoso recordaba era haber tomado la iniciativa de hablar con su amigo de la infancia, preguntó la razón por la qué lo trataba de tan...