Había pasado ya una semana y cuatro días desde la desaparición del pecoso. Luego del altercado en USJ, los estudiantes de la clase 1-A por fin regresaban a clases.
Algunos como Bakugo, llegaron con un mal humor, de esos que te advierten a kilómetros que no te acerques. Sin embargo habían quienes no sabían identificar esa molestia.
__Pero ¿Qué tienes?- preguntó el de baja estatura- porque veo que todos tus amigos vienen de mal humor, pero tú te ves raro... Cómo si te hubieran dicho que se murió alguien-...
__Muerto vas a terminar si no te largas, maldita uva con patas- advirtió y sacó unas cuántas chispas de sus manos- Largo.
El más bajo no lo dudo un segundo más y corrió para salvar su vida.
__¡Esas no son maneras de-...
__Iida, enserio, no es momento de regaños- lo interrumpió el pelirrojo.
El rubio chasqueó la lengua y sacó su teléfono junto a un par de auriculares.
No quería escuchar a ninguno de los presentes, ya suficiente había tenido con escuchar a los héroes darle respuestas negativas sobre el lugar.No era necesario un quirk para sacar la verdad sobre lo flojos que eran los héroes. Claro que él no se había creído esa sobre que habían ido al lugar y estaba completamente vacío, que incluso la tapicería era diferente, por favor.
Vio a su profesor entrar al salón y se quitó un auricular.
__Bienvenidos.
__¿Se siente mejor? Kero
__Mejor que hace unos días, si- dijo el mayor y suspiró- comencemos con la clase.
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Abrió los ojos y sintió un sonrojo atacarlo de inmediato.
La última semana no había parado de tener sueños con Izuku, su corazón brincaba dentro de él y lo hacía sentir extraño, tenía un movimiento raro dentro de su vientre y sus manos sudaban de solo recordar aquellas palabras salir de la boca de Izuku, había sido un simple te amo, pero lo había hecho despertar emocionado.
Miró a su lado y sonrió, Izuku seguía durmiendo mientras enterraba su rostro en su sudadera. Sonrió tontamente y aquel revoloteo en su vientre volvió.
Su mano se pasó por los largos y rizados cabellos del menor quien sonrió entre sueños y se acercó a su mano pidiendo más contacto. Volvió a su lugar en la cama y atrajo al menor a sus brazos, el delicioso aroma a Vainilla que desprendía al dormir lo volvía loco, era un aroma dulce y sin dudas simbólico de Izuku. Aspiró sobre el cabello del menor y dejó un pequeño beso sobre la pequeña cabecilla verde.Sintió al menor acurrucarse entre sus brazos y él siguió acariciandolo.
__¿Le tomaste aprecio?
Giró el rostro encontrándose con Kurogiri.
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CIEGAMENTE
FanfictionÉl sólo quería saber porqué lo odiaba, hizo una simple pregunta, nunca imaginó que terminaría así. Lo último que el pecoso recordaba era haber tomado la iniciativa de hablar con su amigo de la infancia, preguntó la razón por la qué lo trataba de tan...