*La muerte está tan segura de ganar que de ventaja te da una vida*
Lamentablemente, Shigaraki paró en algún punto y la muerte terminó por alcanzarlo, apenas a sus veinticinco años aquella carrera en la que el trofeo era el alma de Shigaraki terminó, dejando como ganadora a aquella entidad que podía arrebatarte al ser más querido.
Izuku no entendía que todo había terminado.
No podía creer que su pareja finalmente lo haya abandonado, se encontraba solo junto a aquella cama donde yacía el cuerpo moribundo de su pareja quien apenas y respiraba con ayuda de todos aquellos aparatos a los que lo habían conectado.Esa mañana, sus padres y Kurogiri le dieron la peor noticia de su vida: Shigaraki no tenía más tiempo, moriría en cualquier momento y no podrían hacer nada para traerlo de vuelta.
De igual forma, no era algo que deseara.Traer de nuevo a Shigaraki a la vida, solo para que continuará sufriendo y tuviera que soportar un nuevo ataque al corazón sería algo cruel, hacerlo sería una monstruosidad, algo imperdonable y él no quería obligar a Shigaraki a quedarse, no si ya no era posible que lo hiciera.
__Perdoname.
Su voz salió tan baja que apenas y pudo escucharla el mismo.
Se culpaba, por absolutamente todo.
Había sido su culpa que Shigaraki terminara en aquella situación, pues no había logrado controlar a aquellos idiotas, los había descuidado y permitió que tomarán en el control.
__Si tan solo fuera más fuerte.
La puerta de la habitación se abrió y su padre entro con una bandeja en la cual llevaba algunos medicamentos y vendas nuevas.
__No fue tu culpa, lo sabes.
__Lo fue, papá... No soy tan fuerte como creí, me descuidé y lo lastimaron.
__Es un trastorno curioso, hijo, nadie sabe lo suficiente de el, ni siquiera tu qué lo tienes, controlarlos a todos ellos es imposible y es una carga para ti, no deberías estar pasando por todo esto, Izuku, mereces ser libre, eso incluye a la culpa, mereces liberarte de ella porque no fue culpa tuya-...
Izuku estrelló su puño contra el mueble junto a la cama de Shigaraki, haciendo retumbar la lámpara que ahora alumbraba la habitación.
__¡Deja de decir estupideces!, ¡¿No lo estás viendo?!- sus ojos ya derramaban lágrimas, tantas que Shota se sintió culpable por haber dicho todo aquello- Yo provoqué esto... Si tan solo pudiera controlarlos mejor... Si hubiera muerto ese día no tendría que haber pasado todo esto, es mi culpa... por sobrevivir.
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CIEGAMENTE
FanficÉl sólo quería saber porqué lo odiaba, hizo una simple pregunta, nunca imaginó que terminaría así. Lo último que el pecoso recordaba era haber tomado la iniciativa de hablar con su amigo de la infancia, preguntó la razón por la qué lo trataba de tan...