__¿Qué tan seguro es?- preguntó el peliceleste.
__Bueno... De una escala del uno al cien, un ochenta y ocho, teniendo en cuenta que tenemos dos infiltrados- murmuró Kurogiri- pero si le damos órdenes, podría destruir las alarmas y seguridad de los dormitorios, así sería más fácil ir a su habitación y llevarnoslo... Aunque aún debemos esperar a que nos dé un informe de la rutina del chico, así sabremos cuando estará Izuku solo, si llegamos a infiltrarnos y el joven Bakugo se encuentra ahí, no va a dudar en pelear en nuestra contra.
__Carajo... ¿Cuánto vamos a esperar?
__Dale una semana- habló Sensei- con eso tenemos.
Asintió y se recostó en el gastado sofá.
__¿Crees que ya haya despertado?
__No... Aún no.
__¿También sientes cuando despierta?- preguntó la rubia.
__No, pero sé que ya me habría hablado.
La chica asintió y se levantó del suelo.
__Bueno, yo me voy, tengo que encontrar a mi buen amigo- anunció y caminó hasta la puerta- pidan comida o algo, de igual manera no van a cobrar, solo lanzan el paquete y se van, les da miedo mi casa.
De alguna manera eso le parecía triste, pero eran villanos, siempre eran tratados igual.
__¿Qué hora es?- Preguntó mirando el reloj descompuesto.
__Las siete cinco- habló el reptil.
Era demasiado temprano, pero no podría dormir, su rutina había cambiado demasiado desde que Izuku llegó a su vida, su hora de despertar era entre las seis y siete de la mañana y solía salir a caminar con él o jugar videojuegos mientras lo ayudaba a guiarse, ahora no había nada que pudiera hacer, no tenía a su pecoso junto a él.
°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°
__Silencio- habló el pelinegro y se paró junto a su escritorio- bien, cómo todos sabrán, las vacaciones están por llegar-...
El grupo estalló en gritos de felicidad y se apagaron tan rápido como Aizawa les miró.
__Pero por supuesto ustedes no pueden descansar.
__Rayos- habló un chico detrás suyo.
__Iremos a un campamento- los murmullos de felicidad comenzaron a escucharse- pero antes habrán algunos exámenes, y quiénes no aprueben, no podrán ir.
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CIEGAMENTE
FanfictionÉl sólo quería saber porqué lo odiaba, hizo una simple pregunta, nunca imaginó que terminaría así. Lo último que el pecoso recordaba era haber tomado la iniciativa de hablar con su amigo de la infancia, preguntó la razón por la qué lo trataba de tan...