Amelia se graduó y ahora desea ahorrar para poder abrir una galería para expresar su arte y necesita un trabajo urgente para poder lograrlo y cumplir su anhelado sueño.
Matt esta desesperado porque no sabe qué hacer con los gemelos, sus padres se re...
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La tensión que se creo al momento que los gemelos se quedaron callados fue eterno, ellos nos veían curiosos tratando de comprender a lo que se refería. Solté un suspiro y miré a Matt porque en verdad esto era mucho para ellos, me molestaba que ellos pagaran por todos los actos de Sabrina.
-niños, pueden pensarlo y luego nos dicen-dije mostrándoles una sonrisa y ellos afirmaron -vamos a la cama- añadí y nos levantamos dejando a Matt pensativo en la mesa del comedor, sabia lo mucho que esto le afectaba
Caminamos hasta la habitación de ellos en donde se cepillaron los dientes y colocaron sus pijamas, los mire atenta y estaban muy callados, no era normal.
-niños, yo sé que todo esto es muy difícil de comprender porque es una decisión importante de dejar entrar a alguien a su entorno y saben que muchas veces les he hablado de que ante todo los primeros que deben de sentirse cómodos, seguros y a gusto con alguien son ustedes, no la otra persona por lo tanto no se sienta presionados- dije acariciando sus cabellos y Ben afirmo abrazándome
-tenemos miedo de perderte Ame-dijo Nick con su mirada vidriosa y mi corazón se partió al escucharlo tan angustiado, ellos no merecen esto insisto si por mi fuera los guardara en una cajita de cristal donde nadie los pudiera lastimar.
En este caso de su propia madre.
Me da hasta náuseas pensar en todo lo que Sabrina les hubiera hecho pasar si jamás se hubiera alejado de ellos, me pregunto que hubiera sido de todos. Probablemente jamás nos hubiéramos conocido.
Tan solo de imaginarlo cierro los ojos.
Miré como los niños se dormían profundamente y Salí de su habitación asegurándome que estuvieran muy bien acobijados, era una noche fría de invierno.
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Habían pasado dos días después de que Matt les comentara sobre su madre y los gemelos estaban más animados, hacíamos tareas en la tarde y jugábamos en el jardín hasta que el sol se ocultaba, pero siempre estaba atenta a cualquier preocupación que los inundaba, estaban más apegados a mí, Ben había estado llorando por las noches y entrando a mi habitación inconsolable pidiéndome que jamás los dejara.
