Capítulo 33 ♡

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Narra Amelia

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Narra Amelia

Todo en la mansión se había tornado de la peor manera al parecer los señores Lauhter habían ocultado varias cosas que nunca imaginamos, estaba muy sorprendida de todo, haber hecho todo con tal de no perder nada y sin importarles Matthew era impactante, mire de reojo a Matt quien dormía, suspire mirando la carretera estábamos a una media hora del destino, mire el cielo y casi se ocultaba el sol, suspire, los gemelos igual iban dormidos y tan solo espero que no hayan escuchado todo.

Se preguntarán el destino que elegí y fue uno de los más difíciles, pero por ver a Matt y los gemelos bien era capaz, nos dirigíamos a la casa de campo de mi padre, era enorme y habían muchos recuerdos en ella, allí había crecido y pasado los mejores momentos con él pero desde que murió mi madre y yo decidimos alejarnos, era muy doloroso para nosotras estar ahí mucho tiempo.

Era un lugar hermoso y tranquilo, tenía un enorme campo para jugar y un lago, estaba alejado de la ciudad y mi madre siempre pagaba cada mes para darle su mantenimiento y cuidados necesarios, había tomado la decisión sin avisarle, pero mañana le hablaría de todo, ella regresaba mañana pasado a nuestra casa luego de su largo viaje.
Estaba decidido a que pasáramos al menos unos 5 días aquí hasta que las aguas se calmaran en la mansión, Lucy estaba decepcionada y Rob muy molesto.

Al llegar estacione el auto y mire la casa intacta, sonreí y era momento de despertarlos y había olvidado que Caramelo y el minino que nombramos Tamalito habían venido también con nosotros, ellos fueron los primeros que baje del auto y lleve adentro, con sus respectivas camitas y comida. Suspire y ellos estaban profundamente dormidos, pero con algo de culpa me acerque a la puerta de copiloto y abrí mirándolo detalladamente, era tan atractivo y tierno a la vez, ¿eso era legal?

-Matt-susurre dando golpes suaves en su mejilla, se removió y abrió sus ojos lentamente y volviéndolos a cerrar por la claridad, lo hizo por varios minutos y al acostumbrase bostezo y estiro su cuerpo perezosamente.

-¿ya llegamos?-pregunto y afirme.
Bajo del auto y miro el lugar curioso, estábamos en la nada, pero era muy sanador.

-vaya, es un lugar muy lindo, se respira paz-comento y afirme

-llevemos a los gemelos a su habitación- dije y así lo hicimos, lleve a Nick en mis brazos y Matt a Ben, entramos a la casa y fuimos a la segunda planta, busque el cuarto de huésped y por suerte había dos camas, dejamos a cada uno en su respectiva cama, acobije a Nick quien se removió adormecido

-descansa mi amor-susurre acariciando su cabello y bese su frente, volviendo a dormirse

-están agotados-dijo Matt y yo afirme, regresamos a la camioneta y era hora de bajar las maletas improvisadas, tome una, pero Matt se acercó negando.

-yo lo hare Ame, necesitas descansar luego de conducir- quitándome la maleta bufe negando -pero con las cosas pequeñas si ayuda -añadió y afirme ayudando con algunas, al entra a la casa nuevamente mire una fotografía de mi padre y yo, muy abrazados luego de haberle dado su pintura de regalo, hice un puchero porque todos los recuerdos venían a mí al estar aquí, nuestros desayunos o nuestras tardes de pintura y concursos, cuando debatíamos sobre algún tema tonto.

¿Yo?, ¿Mamá? ¡SUSTITUTA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora