Narra Amelia
Quería contener las lágrimas pero era imposible, me odiaba por ser tan sensible y me sentía muy tonta, la oscuridad de la habitación me rodeaba mientras la única luz era la de mi laptop, tome otra servilleta de papel y sorbí mi nariz nuevamente, esto era matador y suspire negando.
Mire como el barco del Titanic se hundía mientras Rose le recordaba a Jack que donde estaban había sido el primer lugar donde se vieron y conocieron. Maldita sensibilidad pero todo acabo cuando tocaron a mi puerta, mire la hora y eran las 11 pm ya todos los Lauhter dormían.
Me lance de la cama poniendo en pausa la película y tratando de limpiar mis ojos pero estaban hinchados, había sido un día lleno de estrés con los gemelos ya que habían hecho una enorme travesura al colocar un tinte de cabello morado a Caramelo y haber manchado la pared también con esto, la Señora Isabela pego el grito al universo había sido en un instante, yo tan solo había ido a comprar compresas y analgésicos pues estoy en mi periodo y estaba súper sensible.
Matthew al enterarse empezó a reír y los gemelos juraban que su padre ahora si los iba a castigar pero fue lo contrario y ahora Caramelo tenia morado por todo su pelaje, eso fue un alivio, me acerque a la puerta y suspire antes de abrir la puerta y me sorprendí al ver a Matt ahí, nos miramos unos segundos, la verdad no sabía qué hacer.
-¿Estabas llorando?- pregunto pasados los minutos y negué como idiota, me fulmino y sin más me atrajo a su cuerpo y me abrazo, no esperaba eso y rodee su cintura con mis brazos, me empujo y nos adentró a mi habitación, ¿Esto está permitido? Joder Amelia.
No sabía que decir porque esto es nuevo, jamás había pasado y mis manos empezaron a sudar pero debía de hablar o algo.
-si estaba llorando pero no es nada del otro mundo-susurre como si alguien pudiera escucharnos
-¿Quién llora sin motivos?-pregunto separándome de su cuerpo y posando sus manos en mis hombros, examino mi rostro buscando señales si estaba mintiendo y a los segundos suspiro
-bueno, la mayoría de mujeres los hacemos a veces-dije sin más -estaba viendo el titanic hace un rato, Jack estaba por morir -explique y relajo su rostro, sonrió negando
-por un momento pensé que te había pasado algo o alguien te había echo algo además de los gemelos-respondió mirándome y negué riendo
-todo está bien-dije sonriendo y no sabía que hacer o decir, él estaba aquí mirándome fijamente, mi corazón va a salir de mi pecho, relamí mis labios y su mirada se fue directo a mis labios, dio unos pasos para estar un poco cerca y sin más tomo mi rostro entre sus manos
-no sé si podre resistirme al estar cerca de ti-susurro y todo se detuvo, esto es siquiera real si no lo es ¡por favor no me despierten!
-Matt- tímidamente sin saber que hacer o decir, la distancia entre nosotros era escasa, tan solo podía levantar mi rostro y nuestros labios se rozarían pero quiero arriesgarme, necesitaba volver a sentir sus labios así que sin miedo levante mi rostro y como lo imagine mis labios se encontraron directamente con los suyos, nuestros alientos colisionaron y el latido de nuestros corazones resonaban en la habitación, nuestras narices se acariciaron y finalmente nuestros labios fueron unidos, sentí un revoloteo en mi estómago y sus labios eran tan malditamente suaves y dulces, empuñe el cuello de su camisa en mis manos y tuve que ponerme un poco de puntitas para terminar de alcanzarlo, no quería que acabara jamás, sentí su sonrisa entre el beso y como sus manos bajaron de mis mejillas a mis brazos y lentamente terminaron en mi cintura atrayéndome más a él, suspire y mis pulmones estaban gritando por oxígeno pero Matt no quería parar, como pude separe nuestros labios y uní nuestras frentes.
ESTÁS LEYENDO
¿Yo?, ¿Mamá? ¡SUSTITUTA!
Teen FictionAmelia se graduó y ahora desea ahorrar para poder abrir una galería para expresar su arte y necesita un trabajo urgente para poder lograrlo y cumplir su anhelado sueño. Matt esta desesperado porque no sabe qué hacer con los gemelos, sus padres se re...