Capítulo 29 ♡

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Los días habían pasado y todo estaba tranquilo tan solo la novedad del día de las madres y estaba nerviosa, todos en la mansión se habían sorprendido luego que los gemelos anunciaran que sería su mamá e invitada especial a los actos de ese día en ...

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Los días habían pasado y todo estaba tranquilo tan solo la novedad del día de las madres y estaba nerviosa, todos en la mansión se habían sorprendido luego que los gemelos anunciaran que sería su mamá e invitada especial a los actos de ese día en su colegio, nos tomo a todos por sorpresa, había hablado con Matt acerca de ello y tan solo estuvo sin expresión, sabia que en el fondo aun le afectaba el tema de la madre de los gemelos.

Terminaba de recoger algunos juguetes de la sala, pero escuche que Matt me llamaba desde la puerta de su despacho, deje los juguetes en su lugar y me dirigí a su despacho en donde él se encontraba en su escritorio viendo su computadora, me cruce de brazos acercándome luego de haber cerrado la puerta.

-¿necesitas algo?-pregunte atenta y me miro sonriendo

-ven y mira esto-dijo sin más me acerque a su costado y mire la pantalla  agachándome un poco y acomodando mis anteojos, pero sin esperarlo, él me tomo de la cintura y me atrajo a su cuerpo cayendo en su regazo en donde abrazo mi cintura y mi corazón latió descontroladamente, deje de respirar y mis mejillas estaban calientes y rojas, parpadee mirando la pantalla, él soltó un suspiro pegando su pecho a mi espalda.

-¿Qué.... Veo? -pregunte torpemente y mire como hacia movimientos con el mouse abriendo una carpeta y mostrando unos videos, pulso uno de ellos y eran videos de vigilancia de todos, no comprendía

-desde el momento que nos pusimos alerta, la camioneta negra dejo de aparecer, de seguro temieron de ser descubiertos-contesto y comprendí sintiéndome un poco mal recordando que había algo de culpa en ello

-lo siento-susurré tímidamente y mirándolo de reojo, mordí mi labio inferior nerviosa, me miró fijamente y sonreí nerviosa al sentir las yemas de sus dedos acariciar mi cintura

-olvidémoslo, yo también fui un idiota- contesto y afirmé totalmente de acuerdo, mi corazón latia tanto que temía que él lo escuchará, me sentía tan segura y cómoda entre sus brazos.

No rompas mi corazón.

Me acomodó en su regazo quedando cara a cara, pase mis brazos por sus hombros y cuello, mire sus labios y sin esperarlo acerque mi rostro, roce mi nariz con la suya y suspiro.

-pareces un tomate-susurro y me aleje mirándolo enarcando una ceja, entreabrí mi boca sorprendida por su comparación -muy linda y tierna por cierto- añadió arrepentido de su comparación, el daño ya estaba echo, aunque solo estaba fingiendo molestia, iba a levantarme, pero empezó a hacer cosquillas en mis costados y trate de estar seria, pero era un punto débil por lo que solté unas carcajadas

-¡basta!-solté tratando de zafarme, era muy fuerte

-no lo hare declaró volviendo a atacarme, pero escuchamos pasos y como se acercaban por lo que sin pensarlo Matt me empujo y caí de culo en la alfombra

-mierda, lo siento-soltó asustado y al ver los gemelos abrieron la puerta corriendo y se quedaron sorprendidos de vernos.

-¡Ame!-soltaron ellos y los mire sonriendo, el sonrojo aún estaba presente -¿Por qué estas en el suelo?- pregunto Ben acercándose

¿Yo?, ¿Mamá? ¡SUSTITUTA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora